La historia del pueblo en peligro
La antigua Calera La Unión, en Recreo, en total estado de abandono
La ciudad de Recreo tiene sus raíces a la vera del Ferrocarril Belgrano, donde a través del “Cinta de Plata” (así se solía ser llamado el tren por los lugareños), pudo forjar su crecimiento. Hoy son sólo algunos pocos trozos pueden reunirse para conocer aunque sea una parte de nuestra historia.
Los vestigios que aún perduran han sufrido el daño y la erosión del tiempo y la irresponsabilidad del hombre que acechan con terminar su permanencia.
Tal es así el caso de la vieja cantera de cal “La Unión”, cuyos datos, acusan, se encuentran en el Registro de patentes, allá por el año 1887, cuando doña Carolina Cano, una de las primeras pobladoras de Recreo, dueña de la estancia “El Recreo”, daba cuenta de su existencia en la zona de las lomas.
Esta vieja cantera fue diseñada por una empresa inglesa, bajo las directivas del Ing. Michael Thea, la cual además diseñó y construyó el complejo de la estación ferroviaria y las primeras casas de piedra de la población.
Hoy, después de muchos años, se puede apreciar las ruinas de estas construcciones, pero lamentablemente, al no tener protección vigente, estos verdaderos monumentos de historia se vieron diezmados por la mano del hombre.
A través de un llamado de vecinos preocupados a nuestro medio, nos trasladamos hasta la zona de las lomas, con la intención de reflejar a través del lente de la cámara lo que sucedía en el lugar.
Grande fue la sorpresa cuando encontramos cercados perimetrales de corta data y una completa devastación del lugar. Las lomas que antes rodeaban estas construcciones han desaparecido a causa de la extracción de áridos, hasta transformarse en desérticas zonas que acuñan basura del avance de la civilización.
Con mucha congoja nos decía un baqueano que pasaba por el lugar, “esto ya no es lo de antes, cualquiera marca con estacas y se hace dueño del lugar; no les importa lo que deban tirar, sólo importa quedarse con un pedazo de tierra y nada más”.
Triste es el panorama que se avizora por esos lares, y más aún para los que guardan recuerdos de la infancia, donde más de uno pasó hondeando pájaros y juntando recuerdos, recorriendo las ruinas como toda una hazaña.
Bibiana Sayavedra