Excombatientes cuentan su experiencia

A 31 años del hundimiento del Belgrano, el recuerdo de la tragedia

Antonio Barrionuevo y Guido Hernández recordaron sus vivencias del suceso en el que murieron 323 argentinos.
miércoles, 1 de mayo de 2013 00:00
miércoles, 1 de mayo de 2013 00:00

El Esquiú.com, en conmemoración por el 31º aniversario del hundimiento del crucero ARA General Belgrano, dialogó con dos sobrevivientes, Antonio Barrionuevo y Guido Hernández, tripulantes de este buque durante la Guerra de las Malvinas.
Este suceso histórico, que causó la muerte de 323 argentinos, y que generó una polémica por haberse producido fuera del área de exclusión establecida por el gobierno británico alrededor de las islas, los sobrevivientes compartieron su experiencia, reviviendo y detallando cómo fue el momento del siniestro, las 42 horas que pasaron hasta ser rescatados y el reconocimiento que recibieron y aún hoy reciben por parte del pueblo. Además, recuerdan a dos catamarqueños que murieron, y aseguran que la sociedad “los olvidó”.
En principio, Guido Hernández, cabo de vigilancia del buque, revivió el momento del ataque. Durante el tiempo en que estaba recibiendo la guardia a las 4 de la tarde, “me estaba poniendo la parca, que es un abrigo que se usa en esa zona, entonces fue cuando sentimos un golpe seco y nos quedamos sin energía eléctrica. Entró un humo pesado, salado. Cuando salí a la cubierta un muchacho venía atrás mío, y me dice ‘Guido, ayúdame’. Lo ayudo a salir por el tambucho, que es un orificio que hay en la cubierta por donde pasa una persona, pero es incómodo. Lo ayudé a salir a él y le pedí que me ayude a sacar a otra gente. Nos quedamos con carne y piel quemada en las manos, nos limpiábamos en la misma ropa y seguimos sacando gente”.
Por su parte, Antonio Barrionuevo, artillero del Belgrano, de su experiencia contó: “Sentí el impacto, el barco se inclina rápidamente 15 grados hacia la izquierda, hace estribor y se queda sin electricidad, todo oscuro”.
“Creo que la orden de abandonar el barco debe ser la orden más triste, había a que estar en la piel de él, éramos 1.093 tripulantes bajo la responsabilidad total de él”, describió la situación del comandante.
Así también, explicó que son situaciones muy particulares las de los excombatientes o náufragos. “Vos te armás de un espíritu muy especial, estaba el comandante y lo vi con una actitud medio vacilante, y me acordé de que los comandantes dicen irse a pique antes de rendir el pabellón. Casi en forma simultánea, nos tiramos al agua, conseguimos una balsa cuando estábamos arriba de la balsa, vimos el barco cuando ya se empezó a hundir en forma más rápida, hizo un vaivén hacia proa -popa y se hundió. Escuché un grito de ‘viva la patria’, y todas las balsas juntas respondimos ‘viva’, y ‘viva el crucero’”.

Rescate

Los sobrevivientes destacaron que estuvieron en balsa durante 42 horas, soportando el frío del viento y el mar hasta que fueron rescatados y llevados al puerto comercial de Ushuaia.
“Era sorprendente la cantidad de gente, estaba todo el pueblo, era un cordón humano que había desde el muelle comercial hasta la avenida Maipú y de ahí nos daban caramelos, cigarrillos, hasta abrigos, y nos llevaron hasta la aeronaval”.
Luego, desde la base naval Comandante Cora hasta Puerto Belgrano, a 26 kilómetros, los siguió una caravana de autos hasta el Hospital Naval, donde les hicieron una revisión médica y llegaron a sus hogares cinco días después.

“Crimen de Guerra”

Barrionuevo comentó que el barco en ese momento se encontraba navegando, totalmente distante a la zona donde los ingleses habían puesto como zona de exclusión. “O sea que más allá de todo, de que es una guerra, para mí ha sido un crimen de guerra, y ahí los famosos derechos humanos no estuvieron para nosotros como defensores. Más allá de la isla de los Estados, que está al sur de Malvinas, al sureste estábamos nosotros”, y remarcó “la actitud de estos caballeros, que ellos vienen por algo y se lo llevan de prepo”.

Conscriptos

Los excombatientes recordaron a sus compañeros conscriptos, quienes fueron la mayoría durante la guerra de Malvinas, y tenían entre 18 y 20 años. Así, explican que “se habla mucho de ellos porque con poca instrucción se los llevó a la guerra”, a lo que refutan esta idea, diciendo que “en este momento si le preguntas qué opinan de la guerra y si realmente el poco adiestramiento que tenían les sirvió o no, yo te puedo decir que es totalmente positivo lo que ellos dicen. Tengo compañeros excombatientes que escuchan el himno y se les parte el alma, lloran y yo te puedo asegurar que si los convocan nuevamente para ir a Malvinas van, con esa poca instrucción que todos dicen”.

Hambre

Sobre el padecimiento del hambre durante el conflicto, ellos expresaron que es fácil imaginarse, y explicaron; “la judía es la hoya con dos ruedas donde se prepara la comida. La cocina está atrás, junto al servicio que provee municiones y muchas veces no podés llegar, tenían el guiso, el locro a cien metros y no podías comer porque te estaban bombardeando” .

Opiniones


Con relación a las películas que pasan actualmente, ellos dicen que “disfrazan lo que realmente pasó, duele ver las películas, es denigrar las fuerzas armadas”. Además, destacaron sobre el periodismo, a quienes se acercan y respetan la historia con la que cargan, también criticaron que hay noteros que tratan de sacar cosas que no son, como “periodismo difamatorio de mala intencionalidad”. Y agregaron que aman la institución y como en todos lados hay buenos y malos, ellos siguen defendiéndola.
Del mismo modo, opinaron sobre algunos políticos que buscan sacar rédito”. Así también de las escuelas que “se ocupan muy poco” y las que se ofrecieron para colaborar con los alumnos y docentes, “tienen que aprovecharnos cuando necesiten saber algo de Malvinas”. Ellos poseen sede en Almagro 720, los días miércoles y viernes, los pueden encontrar para sacarles cualquier duda y contar la experiencia.
Barrionuevo confesó que siente un olvido social, “la sociedad nos olvidó”. Incluso menciona el momento en el que paralelamente se jugaba el Mundial del 82`, “la selección se hubiera parado y no jugado al fútbol. Cada quien desde su lugar, pero el país se paraba para ver el mundial y era totalmente diferente lo que vivíamos en el sur”.

Evocación

Los excombatientes recuerdan a Carlos Alberto Valdez y Robustiano Barrionuevo, dos catamarqueños que fallecieron en el crucero, “están custodiando nuestro segundo hogar” .
Para finalizar, Hernández expresó la importancia para ellos, y expresó “no queremos que la sociedad entera nos vea como los locos de la guerra. Somos de carne y hueso, tenemos alegrías, tenemos tristezas, para nosotros sigue siendo la vida con un dolor adentro y con la bronca de no haber podido tirar ni un tiro con nuestra querida nave”.
 

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