En la celebración de la Santa Misa, el presbítero Julio Murúa en su mensaje llamó a reflexionar sobre las acciones que llevamos a cabo para la realización de la Beatificación de Fray Mamerto Esquiú, al respectó manifestó que “hoy estamos aquí para hacer memoria agradecida por la persona del Padre Esquiú y también para pedir por su beatificación, el texto bíblico nos insta a pedir con confianza al Padre en el nombre de Jesús y él nos asegura que nada de lo pedido quedará sin ser presentado, sin embargo pareciera que el pedido de beatificación de Fray Mamerto no es atendido”.
El párroco continuó su predicación diciendo que “algo estamos haciendo mal, lo que considero necesario es que reflexionemos en la manera en que damos a conocer al Padre Franciscano, hay muchas cosas escritas, mucha literatura antigua y nueva pero hay que decir que hay trabajos escritos muy buenos sobre su persona, su vida religiosa, sobre su destino.
Sin embargo muchos textos están relacionados con la política o anecdóticos, que a veces no ayudan, escuché en estos días un discurso donde se reflejaban las virtudes franciscanas y espirituales. Sin embargo ninguna de ellas hace un verdadero aporte para ayudar en este proceso de Hombre de Dios y no resulta atractivo presentarlas, además la mayor parte de los reconocimientos son de carácter cívico, incluso se hacen desfiles cívicos militares en su honor que hacen que se parezca más a un prócer que a un Santo”.
Finalizada la celebración, el Padre Franciscano Jorge Martínez se refirió al mensaje del Padre Julio Córdoba, al respecto señaló que “quisiera responder un poco al Padre, él dijo que mencionaba que se recuerda a Fray Mamerto como una personalidad cívica como a un prócer para Argentina y que su legado, la parte de su vida de fe, ejemplo de vida entregada, es porque se pensaba hace tiempo en una consolidación de identidad en la que los Argentinos y esa consolidación era mostrando una imagen de compromiso”. En el mismo sentido el Padre Martínez indicó que “vengo como sacerdote en el nombre de la iglesia a congratularnos con ustedes, ya que en él siempre estuvo primero la espiritualidad, la formación del hombre. Su intervención fue en el nombre del bien común en el inicio de esta Nación joven”, destacó.
El representante de la Orden Franciscana, a modo de comunicación a los presentes mencionó que la Causa Esquiú fue concluida en el año 2006 cuando el Papa Benedicto XVI lo declaró venerable, ahora sólo resta la confirmación de un milagro para que se logre llegar a comprobar su santidad.