Para conocer y saber

Una breve historia del cobre

Cobre tuvo su mayor desarrollo en Egipto. Se han encontrado pruebas de la explotación de minas en la península del Sinaí, que se remontan al reinado del rey Senefru, 3800 A.C. e incluso el descubrimiento de crisoles en esas minas indica que la extracción del metal incluía cierta refinación.
jueves, 16 de mayo de 2013 00:00
jueves, 16 de mayo de 2013 00:00

Por miles y miles de años el hombre usó casi exclusivamente la piedra. Con ella se defendió, atacó y se protegió. Hacia el año 6000 A.C. se produjo el descubrimiento del Cobre y su uso se fue extendiendo hacia el año 2000 A.C. Según los historiadores, la primera edad del Cobre tuvo su mayor desarrollo en Egipto. Se han encontrado pruebas de la explotación de minas en la península del Sinaí, que se remontan al reinado del rey Senefru, 3800 A.C. e incluso el descubrimiento de crisoles en esas minas indica que la extracción del metal incluía cierta refinación.
La colonización de África y el Mediterráneo por parte de Egipto permite que en esas regiones aprendan a utilizar los metales que existían en estado nativo, fundamentalmente oro y Cobre. Más adelante los encuentran en ciertos minerales y aprenden a extraerlos. Luego, viene el descubrimiento de las aleaciones, la primera de las cuales fue la de Cobre con estaño, para producir bronce, hecho que tuvo gran trascendencia.
Primeros obreros
Los primeros obreros del Cobre descubrieron muy pronto que este metal podía ser martillado con facilidad, laminándolo, para posteriormente darle otras formas en la medida que adquirían mayor habilidad en su trabajo. Después de la introducción del bronce también fue posible fundir gran variedad de piezas.
Con los romanos se inició una era de uso más intensivo del Cobre. El empleo del metal se esparció donde quiera que sus legiones marcharon, conquistaron y civilizaron. La mayor parte del Cobre romano vino de la isla de Chipre, que ellos llamaron Cyprium y de la cual derivó la palabra Cuprum dando origen a Cu como símbolo químico del Cobre.
La propiedad del Cobre, del bronce y el latón, para resistir la corrosión, hizo que estos metales permanecieran no solo como decorativos, sino también como funcionales, durante la edad media y los sucesivos siglos de la revolución industrial, hasta nuestros días.
El Cobre alcanzó su real dimensión de metal imprescindible para el desarrollo industrial del mundo en 1831, cuando Faraday descubrió el generador eléctrico, y desde entonces la demanda por éste ha crecido en forma notable.
Durante gran parte del siglo XIX, Gran Bretaña fue el mayor productor de Cobre del mundo, pero la importancia que el metal rojo adquiría cada día, motivó la apertura de nuevas minas en otros países, Estados Unidos, Chile y posteriormente África, superándose en 1911 el millón de toneladas de Cobre fino. Con el aumento de todas las ramas de la actividad humana que siguió a la revolución industrial, se descubrieron nuevos e importantes usos para el Cobre, y los adelantos logrados en metalurgia permitieron producir numerosas y nuevas aleaciones de este metal, incrementándose sus campos de aplicación.
Hacia donde quiera que se mire en la historia del mundo antiguo, se encuentra al Cobre contribuyendo en forma importante en el desarrollo de la civilización y la cultura: puertas de los templos y muchos elementos arquitectónicos de los egipcios; agujas de Cobre en las ruinas de la segunda ciudad de Troya; campanas y calderos de China; estatuas clásicas del mundo helénico; cabeza de toro fundida en Cobre en el cementerio real de Ur, Mesopotamia; tubería de Cobre para agua en Egipto; ejes, espadas y cuchillos; ornamentos y artículos de muchas clases. Los museos del mundo están llenos de muestras de los usos que el hombre primitivo dio a uno de sus más grandes descubrimientos.
 

Comentarios

Otras Noticias