Unas 300 familias del asentamiento ubicado frente al barrio Magisterio en el norte de la ciudad se quedaron sin energía tras la actuación de los operarios de la empresa EC SAPEM por el masivo consumo clandestino. El operativo se llevó a cabo ayer produciendo un fuerte enojo de los moradores, quienes aseguraron que se volverán a colgar. Desde la empresa indicaron que corren riesgo de explosión los transformadores de la zona ante el alto consumo clandestino, lo cual dejaría sin energía a todo el sector norte de ciudad, afectando a miles de usuarios que sí pagan por el servicio.
Operarios de la EC SAPEM, además, retuvieron los cables ante la promesa vecinal de volverse a colgar. El operativo fue tenso ya que los vecinos quisieron impedirlo, pero la empresa pudo imponer su autoridad para evitar el uso ilegal del servicio por el que todos deben pagar.
En diálogo con El Esquiú.com, el presidente del directorio de la EC SAPEM, Guillermo Dalla Lasta, manifestó: “Hemos normalizado hace meses a más de seis barrios de la zona, entre ellos los asentamientos Mi Jardín, La Esperanza y otros que estaban colgados, pero este asentamiento es reciente y no podemos permitir que se resienta todo el servicio y deteriore el transformador de la zona ante el consumo elevado de estas familias”.
A su vez, lamentó la situación social que padecen los integrantes del nuevo asentamiento, pero aseguró que controlarán que no vuelvan a cometer este acto ilegal. “Si los dejamos corremos el riesgo de romper el transformador; la empresa tiene una fuerte acción social pero en este caso no hay dinero que alcance”, aseguró.
En cuanto a las acciones a tomar por parte de la empresa, el funcionario indicó: “Vamos a enviar asistentes sociales; aquí sucede que hay terrenos que son del Estado y otros terrenos de particulares, y no podemos hacer ningún tipo de mejoramiento porque estaríamos cometiendo una acción ilegal”. Ante esto, insistió en que desde la EC SAPEM cuidarán el transformador de la zona, ya que ante los fríos típicos de la época el consumo de energía asciende.

Enojo

Por la situación, los vecinos reaccionaron fuertemente y cargaron contra la empresa de energía y la municipalidad de la Capital, desde donde aseguran que sólo reciben promesas. En este orden, ayer un grupo de vecinos molestos por el accionar de los operarios dijeron que se volverán a “colgar” porque lo hacen desde el alumbrado público “sin afectar a los demás”. También expresaron que la mitad de los ocupas ya levantaron sus casas y al ser precarias necesitan de energía para calefaccionarse en las frías noches de invierno.
“Vamos a volver a colgarnos aunque tengamos que juntar monedas para volver a comprar los cables. Esos cables eran nuestros, queremos una respuesta del municipio porque aquí vienen pero sólo a hacernos promesas y se van”, sostuvieron.
El grupo de vecinos detalló que visitó el lugar personal del municipio de la Capital y, según aseguraron, “nos dijeron que ahora los terrenos no son nuestros y que tenemos que pagar 300 pesos mensuales para que sean nuestros. Además, ahora nos dicen que los terrenos no son del Estado, cuando nos habían dicho que los iban a expropiar. Estas acciones de los funcionarios nos están empujando a que vayamos a cortar la calle, a quemar gomas, porque parece que ese tipo de reclamos quiere el gobierno”.
Finalmente, coincidieron en que a la falta de energía se le agrega la inseguridad, ya que por la zona existen vándalos que están todas las noches esperando que desocupen los ranchos para robar. Hasta la noche de ayer los vecinos se organizaban para tomar medidas, pedir ayuda al municipio y poder continuar asentados en los terrenos que ocupan hace varios meses.