El Prefecto de la Congregación para los Obispos, el Cardenal canadiense Marc Ouellet, ofreció las claves para leer la encíclica del Papa Francisco “Lumen Fidei” (La luz de la fe), y pidió interpretarla como una invitación para comprender que la fe es una gracia que merece ser compartida en familia.

Importancia del Año de la Fe

En una entrevista concedida el 5 de julio, el Cardenal Ouellet señaló que la clave principal para comprender este texto, es considerarlo como una invitación “a regresar a la estructura del Catecismo de la Iglesia Católica para recordar que la fe es una gracia, y es una gracia que se celebra en familia, y que se reza con el Padre Nuestro en familia”.
La encíclica del Papa, fue elaborada en vistas a dar un documento que subraye la importancia del Año de la Fe, que termina el 24 de noviembre de este año, un tiempo que fue pensado por Benedicto XVI como un nuevo impulso para la Nueva Evangelización.
En este sentido, el Cardenal Ouellet afirmó que el Año de la Fe “nos invita a revivir el conocimiento de las verdades de la fe, por eso nos propone el Catecismo de la Iglesia Católica”, y la encíclica “insiste mucho en la transmisión de la fe sobre la familia, y eso me parece un mensaje importante para el pueblo de Dios”.

Una luz extraordinaria

La autoridad vaticana, puntualizó a los periodistas que la encíclica se podría resumir en la fe, vista como “la luz del amor que entra en el corazón del hombre y lo llama a vivir en comunión con sus hermanos, y a llevar a la sociedad esta esperanza de una vida que no es solamente de este mundo, sino que es eterna. En pocas palabras yo diría que este es el resumen de la encíclica”.
Refiriéndose a ésta, el Cardenal Ouellet recordó que la verdad y el amor no se pueden separar “porque la verdad es el amor”, es decir, “Dios es amor y el universo y la historia de los hombres se ha creado para comunicar este amor, de manera que conocer y acoger esta revelación nos da una luz extraordinaria para la vida, nos da ojos nuevos para mirar el sentido positivo de la vida, un poco como un niño que nace en una familia y que aprende a mirar el mundo a partir del amor de sus padres, que le aman y que le ayudan a tener los ojos necesarios para ver lo positivo del mundo”, refirió.
“La fe es un poco esa familia que nos rodea en el amor, la Iglesia, que nos da los ojos de Jesús. Y también nos hace aprender a mirar el mundo con los ojos de Jesús, eso es lo más bello de nuestra encíclica”, concluyó.

Francisco ha escrito una encíclica “bellísima”

Por su parte, el responsable del Vaticano para gestionar y dirigir el Año de la Fe, Mons. Rino Fisichella, en una entrevista aseguró que el Papa Francisco “nos ha dado una bellísima encíclica para el Año de la Fe”. Mons. Fisichella dirige este año tan especial desde el Pontificio Consejo para la promoción de la Nueva Evangelización, y en referencia a ello indicó que el nuevo documento “servirá como programa para su dicasterio”.
Por último, la autoridad vaticana dijo que no hay que olvidar tampoco que esta encíclica enseña a aprender a creer y, en este sentido, indicó que “creer significa también luz en nuestra vida, luz y amor, ambas son las condiciones para ser creyentes en el mundo”.
“La fe pertenece a nuestras vidas pero también al camino de cada comunidad y por esta razón, creer como dice el Papa Francisco, es también una responsabilidad para estar en el mundo y construirlo con responsabilidad para tener justicia, solidaridad y paz”, concluyó. (CI/EWTN Noticias).

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