Quince familias que se encuentran asentadas en la zona conocida como la Ribera del Valle Oeste, en la zona sur de la ciudad recibieron la notificación judicial de desalojo. 

El plazo otorgado para el retiro de las pertenencias y construcciones del lugar es de 48 horas. 

Alrededor de cincuenta personas ocupan los terrenos de la zona desde hace más de tres meses, según comentaron. Aseguran que no dejarán el lugar ya que no tienen donde vivir.  En la oportunidad en que personal se presentó en el lugar, las personas se negaron a firmar la notificación, a pesar de ello el plazo está en curso. 

El motivo que requiere que la gente desocupe los terrenos,  que fue informado a los ocupantes, sería la ejecución de una obra en el lugar.

Consultada sobre la situación, Alicia explicó a este diario que “nos quieren sacar para empezar a trabajar con la construcción de la conexión de agua y tendido eléctrico, nosotros no lo vamos a hacer porque realmente no tenemos adonde ir. La judicial nos dijo que nos informaban para que desarmemos todo y salgamos, si no lo hacemos nos sacarían por la fuerza. Se van a cumplir las cuarenta y ocho horas y nosotros vamos a estar acá porque no contamos con un lugar donde estar junto a nuestros hijos”. 

“Es duro, pero lo único que tenemos”

En relación con la situación del asentamiento, la mujer comentó que “estamos aquí desde hace varios meses, llegamos porque realmente no tenemos un lugar donde estar. Comenzamos armando las casillas y cubriéndonos lo mejor que pudimos, pasamos un invierno muy duro, tenemos hijos chiquitos y a pesar de todo aquí estamos. Somos 15 familias, 25 niños y alrededor de 50 personas que soportan diariamente las inclemencias del tiempo, pasando hambre y tantas otras necesidades”.

Alicia  comentó que resisten al desalojo por las necesidades habitacionales que poseen. Al respecto expresó: “No estamos pidiendo que nos entreguen una casa, sino que nos entreguen el terreno para que de a poco, de acuerdo a lo que podemos vayamos levantando aunque sea una piecita para nuestros hijos, ya que aquí vivimos 15 familias con hijos, casi todos menores y muchas somos mamás solteras y no tenemos otra forma de brindar algo mejor a nuestros hijos”. 

En la tarde de ayer las familias aguardaban la presencia de alguna autoridad para que escuchen su reclamo pero hasta avanzada la noche nadie se presentó en el lugar. 

Luego de ser notificados sobre el desalojo, las familias permanecieron unidas en los terrenos con incertidumbre, por temor a que se ejecute la orden judicial. En este sentido, la vocera del grupo dijo: “Estamos unidos viendo qué podemos hacer, no estamos para nada tranquilos, es una situación complicada y veremos qué es lo que resulta. Estamos con miedo porque todo el tiempo pasan camionetas con policías y eso genera miedo en todos nosotros”. 

En diálogo con este diario, los vecinos solicitaron la presencia de autoridades de gobierno para que los asesore sobre la situación que atraviesan, en este sentido la mujer manifestó: “Les pedimos a los políticos que se acuerden de nosotros, lo pedimos porque también somos catamarqueños y tenemos innumerables necesidades, necesidades que parece que ningún político ve o no quieren ver y solo se acuerdan de nosotros a la hora de pedir un voto. Eso nos genera mucha tristeza, nos sentimos abandonados y que a nadie le importamos”.

Anoche, las familias se organizaron para “hacer guardia” y estar alertas ante la posibilidad de que se lleve adelante el desalojo ordenado por la Justicia. “Vamos a resistir ante todo lo que se presente, somos conscientes de que es complicado pero no tenemos otra opción que luchar por lo único que tenemos, poco pero muy valioso para todos nosotros”, finalizó la mujer.