Esta madrugada, personal de la Policía arribó al asentamiento Ribera del Valle (Capital): “levantó” castillas y cercado donde no había personas viviendo, y además, “desarmaron y quemaron ranchos donde no había nadie” para que “no venga más gente a asentarse acá”, según lo que comentó una fuente a El Esquiú.com.



En el lugar, se vivió un momento de tensión debido a que los operarios de la fuerza llegaron en “camionetas, combis, motoqueros y los que venían a caballo”, indicó la fuente. “Fue algo de mucha tensión por la hora (en la) que vinieron, y nosotros, como estamos a la víspera de que venga un desalojo así, (estábamos) todos con miedo. Además, los niños interpretaron cualquier cosa. Gracias a Dios no pasó a mayores”, la misma fuente.

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