COLUMNA DE FRANCO NOTARIO, ESPECIAL PARA EL ESQUIÚ.COM
Un sabor fuera de lo común
Hoy les voy a hablar de la rúcula, una planta mediterránea, también se la conoce con otros nombres, tales como: oruga, ruqueta, arúgula y jaramago. Sus hojas se pueden consumir crudas o bien, cocinadas.
¿Por qué tenes que consumirla?
Previene algunos tipos de cáncer. Entre ellos, el de páncreas, de mama y el cáncer colorrectal.
Tiene un alto contenido en vitamina A. Está unida a los flavonoides, evita, asimismo, otros tipos de cáncer, como el de pulmón, el bucal y el cáncer de piel.
Como si fuera poco, la clorofila que contiene evita que el hígado se vea dañado por sustancias cancerígenas.
Por su alto contenido de ácido fólico y vitamina B, evita que el cerebro envejezca prematuramente y previene las inflamaciones.
Es rica en vitamina K. Esta vitamina ayuda a evitar enfermedades cardiovasculares.
No menos importante es el hecho de que favorece que nuestro organismo asimile el calcio que tiene la propia rúcula.
Además, facilita la digestión. Cuando la comemos, sentimos que estamos llenos. Sin embargo, la cantidad de calorías que hemos consumido es muy baja.
La vitamina C que aporta a nuestro organismo, nos pone en mejores condiciones a la hora de combatir enfermedades.
A todo esto, habría que añadir que la rúcula baja el nivel de colesterol malo o LDL en sangre. Ayuda, asimismo, a regular el nivel de azúcar. Ahora que lo sabes... ¿Vas a consumirla?
Lic. Franco Notario M.P 122
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