La festividad de la Virgen del Valle moviliza a cientos de miles de santiagueños que se preparan durante todo el año para peregrinar al encuentro con la “Morenita”, como se la conoce popularmente.

Desde el viernes, los peregrinos comenzaron su largo camino hacía nuestra provincia, lugar en donde se llevará a cabo la fiesta central de la Virgen.

Testimonios

Javier (27), quien pertenece al grupo San Francisco de Asís y hace 42 años que peregrina hacia nuestra ciudad, dijo: “Partimos un grupo de 42 personas. 22 vamos caminando y el resto sirve de apoyo. Vas a llegar lejos dependiendo de la fe que lleves encima”, dice “Javi”. Seguidamente agregó: “Este año tengo mucho para agradecer, y esa es una de las cosas que me impulsan a peregrinar”. Acompañado por su madre “Luvy” y su hermano, emprenderán viaje hasta Catamarca empujados por su fe.

Por otra parte, contó que los compañeros se alientan constantemente, más allá del apoyo la contención grupal es sumamente importante, y así lo destacó al contar una anécdota ocurrida en peregrinaciones anteriores: “Pasó que una compañera no podía caminar más, se le habían roto las zapatillas, tenía los pies ampollados y llenos de sangre, pero nosotros nos turnamos para cargarla. Nos atamos unas camperas y la cargamos, y así pudo llegar al cerro”. Dijo también que todo el dolor de su compañera y el sacrificio del grupo para ayudarla quedaron en el olvido una vez que se encontraron con la “Morenita”. “Una vez que llegas, te invade una emoción indescriptible”, afirmó.

Pedro Montenegro, aguardaba pacientemente a sus tres hijos, quienes se lanzaron a pie por la ruta. “Estoy sirviendo de apoyo de mis tres hijos que vienen caminando. Nosotros somos de la ciudad Capital y durante 18 años peregriné al encuentro con la ‘Morenita’, y ahora es el turno de mis hijos”, contó. “Toda la vida peregrinamos, para nosotros venir a visitar a la Virgen es como tomarnos vacaciones. Cada uno tiene su pedido y elige la manera de cumplirlo”. 

Asimismo, Pedro explicó que “sea cual fuera la creencia exacta de cada persona, hay una realidad en ella. Si tienes fe, las cosas acaban ocurriendo. Cuando pones fe en ellas centras toda tu energía, toda tu motivación, tu ilusión, tus ideas, proyectos, decisiones… Y esto, no hay duda, ayuda a conseguir lo que más anhelas, que en este caso es llegar a la gruta”. 

Pedro, además, contó que “mis tres hijos de 17, 18 y 22 años decidieron desde muy chicos caminar. Cuando yo salía en grupo, ellos tenían 6 o 7 años y ya caminaban. Hoy que son hombres de familia continúan con la tradición familiar”, finalizó, mientras aguardaba la llegada de sus muchachos.