La diputada nacional Silvana Ginocchio presentó un proyecto para que se declaren “de interés cultural, histórico y social” las celebraciones hacia los 400 años del hallazgo de la imagen de la Virgen del Valle, un acontecimiento que destacará a Catamarca como epicentro de la religiosidad popular.
La fecha se cumplirá en el año 2020, pero la Iglesia ya ha comenzado el trienio de preparación para ese momento: se lo ha designado como “Año Mariano Nacional” y habrá un gran despliegue de conmemoraciones.
Se espera que para los 400 años el peregrinaje de fieles -todos los años llegan fieles de las distintas provincias, especialmente de la región y de países vecinos- esta vez sea de cifras récord. Y el Episcopado nacional en pleno confluirá en nuestra ciudad.
En previsión de la magnitud del evento, la Municipalidad y el Obispado ya ha comenzado la construcción del Santuario de la Virgen, que tendrá dimensiones únicas en el país. Se están gestionando fondos nacionales y provinciales para culminar la obra.
“La Virgen del Valle ha estado presente en todo el proceso fundacional de la ciudad”, recordó Ginocchio, y destacó su rol a lo largo de la historia. Participó en “la configuración del ‘ser’ catamarqueño, en la idiosincrasia del pueblo, y ha concitado el peregrinaje de miles de fieles en la historia. Las celebraciones y la procesión por el Día de la Virgen se han convertido en verdaderos símbolos populares para toda la región: sólo en el año 2017 se movilizaron unas 120.000 personas, sobre una población local de 170.000 habitantes”, dijo.
El hallazgo de la imagen ocurrió en una gruta de Choya en el año 1620, y fue anterior incluso a la fundación definitiva de la ciudad, en 1683.
Según Ginocchio, “no se trata de adherir sólo a una celebración de un culto en particular, sino de reconocer la influencia de la Virgen del Valle como una presencia íntimamente ligada a la esencia, la historia fundacional, la idiosincrasia y la cultura del pueblo de Catamarca”.
El proyecto incluye los fundamentos históricos, de un trabajo realizado especialmente por el historiador e investigador catamarqueño Marcelo Gershani Oviedo, “en el que puede profundizarse sobre la influencia de la Virgen, Patrona de Catamarca, en la conformación histórica de la identidad popular”.
Ese trabajo destaca la presencia permanente de la Virgen del Valle en proceso fundacional: “Mate de Luna había fundado la ciudad de San Fernando en la otra margen del río y cuando el poblamiento efectivo se inició hacia 1695 en el nuevo sitio, hubo que trasladar la Imagen... Es posible que cuando la imagen de Nuestra Señora del Valle fue trasladada en procesión desde la antigua Población del Valle, que empezaba a ser el Valle Viejo, hasta la ciudad de San Fernando de Catamarca, el Valle Nuevo, haya sido albergada en el nuevo Santuario en construcción. Allí se transformará en un foco de atracción de peregrinos de la zona y de la región, ya que se tienen noticias de peregrinos de otras jurisdicciones”.