Tomás Flores, de nueve meses, se encuentra primero en la lista de emergencia nacional, a la espera de un corazón para poder mejorar su calidad de vida. 
El niño catamarqueño se encuentra en terapia intermedia del hospital Italiano, estabilizado, lo que le permite continuar en lista de espera del Incucai, aguardando la donación de un órgano que le salve la vida. 
Su situación clínica se deteriora ya que a los siete meses de gestación, según contó su padre a este diario, ante la detección de una cardiopatía congénita, Tomás tuvo que ser intervenido en el vientre de su madre y a sus cinco meses de vida fue sometido a siete cateterismos. A los tres meses sufrió un paro cardíaco del que se recuperó favorablemente y hoy espera un corazón. 
Al nacer le diagnosticaron estenosis aórtica, que se complicó con el desarrollo del bebé al punto que su salud puede mejorar únicamente con un trasplante. Las prácticas realizadas no lograron revertir el cuadro clínico de Tomás y las complicaciones generaron la necesidad del trasplante. 
“Tomy”, como lo llaman sus padres, ha respondido con mucha valentía a los tratamientos médicos que le han realizado y mantiene junto a su familia la esperanza de la donación. 
Un medio nacional se hizo eco de la situación del bebé catamarqueño y colaboró en la difusión de su caso y la campaña que los papás llevan adelante para concientizar sobre la importancia de la donación de órganos.  
En diálogo con Canal 9, Franco Flores, papá de Tomás, dijo: “En estos momentos está en terapia intermedia, estuvo siete meses internado y cuando tuvo los siete meses le dieron la internación domiciliaria pero hace unos días volvió a internarse porque tuvo una recaída. Ahora lograron estabilizarlo, lo que le permite  seguir en la lista de espera”. 
En relación con la experiencia que transita con su hijo, Franco señaló: “Pedimos concientización, sabemos que hay momentos difíciles para muchas familias pero la decisión de donar va a salvar muchas vidas, como la de mi hijo y a muchos más que están en lista de espera”.   
Las ganas de vivir de Tomy, la esperanza de su familia y la solidaridad de una decisión que se toma en medio de mucho dolor pueden hacer el milagro.