Cara a cara

COBRO DEL PLUS MEDICO: “HAN CONSTRUIDO UNA MENTIRA”

domingo, 13 de octubre de 2019 06:00
domingo, 13 de octubre de 2019 06:00

HOY:  RUBEN MANZI

Neurocirujano de ganado y reconocido prestigio. Aspira a ser diputado nacional por el sector Juntos por el Cambio, “poniendo voluntad y esfuerzo en representación de los catamarqueños, trazando una alianza estratégica con legisladores del NOA con problemas y soluciones comunes, como una ley que fomente el turismo regional, por ejemplo”. Llegó a Catamarca un mayo de 1984. Actualmente es el jefe de Neurología y Neurocirugía del Sanatorio Pasteur. Está casado con la psicóloga Mabel Leiva, tiene tres hijos y cuatro nietos. Admite que hay una “campaña sucia” y negó de manera categórica que cobra el plus médico. Tiene una visión crítica sobre algunas políticas del gobierno provincial y fija posición, en su calidad de diputado, sobre el recorte de sueldo a los que falten a las sesiones. Hizo un alto en su agenda para ser protagonista del Cara a cara de este domingo. Entre la medicina y la política hicieron de su figura  un notorio hombre público: Dr. Rubén Manzi.
 
 -En medio de un escenario difícil tras los resultados de las PASO, ¿cuáles son las expectativas para el domingo 27?

  -Las expectativas, de máxima, es que se pueda revertir el resultado de las PASO. Son dos elecciones distintas, separadas por un largo tiempo de más de dos meses. Hay indicadores que nos dicen que puede realmente haber un resultado distinto. Hay dos millones de votos que no votaron ni a (Mauricio) Macri ni a Fernández-Fernández, hay otros varios millones de votos que generó el ausentismo y también tenemos un porcentaje importante de votos en blanco. Más allá que dentro de la misma fuerza pueda haber traslación de votos, se puede producir asimismo un aumento en la concurrencia de votantes, disminución de los votos en blanco y puede haber disminución de votos a terceras fuerzas, con lo cual podría cambiar sustancialmente el escenario. Insisto, esa sería nuestra hipótesis de máxima: revertir, dar vuelta el resultado de las PASO y que vayamos a una segunda vuelta. El resultado de mínima es lograr, a nivel nacional, que Juntos por el Cambio plante en un eventual gobierno de Fernández-Fernández una fuerza potente que levante las banderas de la institucionalidad, de la transparencia en la gestión pública, de la independencia de los poderes, de la Argentina en el mundo, la idea de la Argentina fortaleciendo a pymes exportadoras y no una Argentina cerrada que se dedique nada más que a atender el mercado interno y emitiendo moneda para paliar la crisis. Creemos que se pueden dar todas estas variables. Estamos trabajando para las expectativas de máxima, pero de última será el pueblo argentino el que dirá en definitiva en qué punto quedamos.

  -En las últimas semanas el tema pasa por los números de la pobreza en el país: cada vez aumentan más los pobres. Pero las cifras también son preocupantes en Catamarca. Sin duda es la cuestión a debatir.
  -Primero, debo decir que la crisis es un proceso; no es un suceso en el gobierno de Macri. Este país viene con heridas y distorsiones estructurales. Para decirlo puntualmente: un país que gasta más de lo que produce es un país que cíclicamente se estrella contra el muro de la realidad y tiene que salir a: endeudarse o emitir moneda. Esto no es invento de Macri. Esto es una cuestión estructural argentina, en la que mucho –no todo, aclaro- tuvieron que ver los doce años de kirchnerismo. No olvidemos que el kirchnerismo dejó un 30% de pobres que, si lo comparamos con la época menemista, la época más descarnada del neoliberalismo que tuvimos en la Argentina, es la misma cifra. Es decir que en la mejor época, cuando tuvimos el viento de cola en la economía nacional, con una soja que tocaba los 600 dólares la tonelada, ellos no fueron capaces de dar vuelta esta situación de pobreza estructural en la Argentina y encima dejaron al país con un 30% de pobres. Es cierto: ahora la pobreza aumentó y es verdad que también faltaron medidas oportunas por parte del gobierno de Macri, pero igualmente hubo una coyuntura internacional como así también un desemboque de toda una historia de años que venimos escribiendo los argentinos. La pregunta clave es que si Macri también es el culpable de la pobreza en Catamarca: las provincias se hacen cargo de recursos que la Nación transfiere por ley, por lo tanto se tienen que hacer cargo de salud, educación, seguridad, desarrollo social, etc. Cabe preguntarse: ¿qué ha hecho la provincia con esos recursos? Lo que no pueden contestar es “no tenemos los recursos”. Porque si hoy la provincia tiene un superávit de 7.700 millones de pesos, es porque recursos hay. Agrego un dato incontrastable: hay políticas nacionales que influyen como así también influyen las políticas provinciales. Pruebas al canto: Catamarca, en estos años, perdió casi 10 mil hectáreas cultivadas de olivo, con lo que significa la pérdida de mano de obra, el desplome de ciertas agro-industrias productoras de aceite de oliva, el daño ecológico, entre otras cuestiones. En cambio,  La Rioja, en forma paralela y simultánea, ganó 9 mil hectáreas cultivadas de olivo. Con esto quiero decir que las políticas provinciales inciden tanto o más que las políticas nacionales en el sostenimiento de algunos rubros productivos. En Catamarca ocurrieron cosas que eran muertes anunciadas: que Alpargatas iba a cerrar se sabe hace diez años atrás, el fin de la Promoción Industrial fue en época de (Fernández) Cristina y de esta gobernadora y se sabía que iba a terminar asestando un golpe duro al sostenimiento industrial de la provincia. El ejemplo más patético es cuando vino Cristina y con bombos y platillos se anunció la reinauguración de una fábrica que luego terminó rematándose. La provincia ha tenido y tiene herramientas para sostener, promocionar o incentivar las producciones e impedir que se desplomen ciertas producciones y, lamentablemente, no lo ha hecho. Los planes Tomate, Toro y Mosto han sido fracasos o fracasos parciales; los productores no tienen el apoyo en tiempo y en forma. Se compró una cantidad importante de máquinas viales y paralelamente no se ayudó a los productores del Valle Central con la situación de la manga de langostas. No hay una política ágil, dinámica y efectiva de sostenimiento e incentivo de la producción; por lo tanto hay pérdida de mano laboral y más pobreza. Porque la fórmula que desde el Estado se aplica en el intento de paliar el impacto de la desocupación, es una fórmula agotada. Eso queda demostrado con los sueldos que están debajo del salario, que son los que mucha gente cobra en los municipios del interior. 

  -En plena campaña electoral, se generó una polémica a nuestro juicio insólita con un tema recurrente y de preocupación cotidiana en todos los sectores de la población, como es el narcotráfico. ¿Qué pasó?

  -La droga es el caso más palmario de fracaso de las políticas del Estado provincial. Primero, fracaso en la represión del narcotráfico y segundo: el gran fracaso en la atención de las víctimas del narcotráfico, que son las personas que han caído en la adicción. En esto no se puede ocultar el sol con las manos, es una realidad en cada barrio, en cada comentario de los vecinos, en los comentarios de los chicos, jóvenes y no tan jóvenes. En Catamarca sabemos que hoy la droga está en todas partes. Así lo comprobamos en nuestras recorridas, en el  mano a mano con la gente; nos dicen: “está en esta esquina, en la otra; a  partir de tal hora se reúnen”. El narcomenudeo es una moneda corriente en todos los barrios; en los barrios más pobres incluso se dice que la circulación de la droga se incentivó o se incrementó días previos a las PASO, lo cual es dramático y terriblemente peligroso. Los testimonios en tal sentido son múltiples. Desconozco lo que hacen las fuerzas de seguridad, no soy técnico en el tema, pero sí sé  que no hay un diagnóstico concreto de la incidencia de la droga en la población; no hay estadísticas discriminadas sobre que en cuántos delitos incide la droga, no se puede estimar cuántos consumidores ocasionales hay y cuántos adictos. No tenemos cifras de cuántos adictos han podido recuperar los centros de atención como el ex Humaraya o La Sala, que evidentemente no han podido resolver nada sustancial respecto al flagelo de la adicción. En síntesis: el gobierno, en este tema, ha fracasado de cabo. Es un tema difícil, sabemos que es un mal de época, pero también hay que hacerse cargo de los fracasos. Creo que la política respecto al tratamiento, tanto del narcotráfico, como la asistencia a los adictos y sobre la prevención, ha fracasado. El otro gran fracaso es el desplome de la atención en salud y lo peor tal vez se manifieste en el interior. La red estatal de asistencia está parcialmente destruida, parcialmente desarticulada: si tienen que hacer un traslado no hay ambulancia, si hay ambulancia no hay chofer o no hay viáticos, o no hay combustible. No hay especialistas, no hay anestesistas, por ejemplo, en el interior. Otro fracaso, que era promesa de la actual gobernadora hace ocho años, es el incentivo al desarrollo productivo de Catamarca. Tenemos, potencialmente, una importante oportunidad agrícola-ganadera, particularmente en el Este; una gran oportunidad turística y también en la minería. Y resulta que nada ha logrado apalancar un desarrollo un poco más autónomo de una provincia que está llena de oportunidades.

  -Hay un proyecto del diputado Hugo Ávila en el sentido de recortar el sueldo a los diputados que no asistan a las sesiones. ¿Cuál es su opinión?

  -El cuerpo, que se autogobierna, tiene la oportunidad de autorizar o no autorizar licencias. Opino que esa iniciativa de coartar las inasistencias se vea traducida –por ejemplo para cuando se pida licencia  la próxima vez- a través del diputado que considera que no hay que autorizarla, levante la mano y diga que no se autorice esa licencia. Que lo diga públicamente en el recinto, y punto. La realidad es que cuando la licencia se solicita, todos los que estamos avalamos la licencia. Ahora, los que quieran marcar una diferencia y se oponen, que es totalmente respetable y atendible, que lo digan de ahora en más.

  -¿Considera que fue un error político y una ventaja al rival cambiar las candidaturas faltando poco tiempo para las elecciones?

  -Siempre dije que se tenían que dar tres condiciones para que  termine de cristalizar mi candidatura a gobernador: el aval y el respaldo de la fuerza nacional a la cual pertenecemos, el aval y respaldo de al menos una cierta porción de la población catamarqueña y el aval y  respaldo de la estructura política de Cambiemos en el orden local. Esas condiciones que yo había marcado como necesarias para que la candidatura prospere, se dieron parcialmente. Razón por la cual terminé allanándome en el marco de una negociación política a que fuese otra persona, en este caso el Dr. (Roberto) Gómez, que contaba con el aval de una buena parte de la estructura del radicalismo. Siempre, además, he peleado por la candidatura a gobernador, sosteniendo a la vez que la misma se tenía que concretar bajo esas condiciones. Las condiciones y las circunstancias no se dieron –en esto hay que ser realista- y la política requiere que uno se adapte a nuevos escenarios.

  -¿Existe la llamada “campaña sucia” en Catamarca, superando incluso a una campaña de propuestas?

  -Yo no creo que la “campaña sucia” –que es verdad: existe- haya superado la campaña de las propuestas. Cuando hablo de propuestas, uno no solamente propone acciones de gobierno teóricas, también propone personas, conductas, nombres. Todo eso se expone frente al electorado. No es una exposición abstracta y neutra de gobierno; es una exposición donde nos exponemos nosotros como personas, a nuestra historia en Catamarca, a nuestro compromiso. Nos exponemos como individuos que hemos desarrollado alguna actividad dentro de la sociedad. Me parece que esto ha sido más importante que la llamada “campaña sucia”. Efectivamente, en una “campaña sucia” a veces se utilizan –particularmente no es mi estilo ni mi convicción- las redes sociales con comentarios muy malintencionados que han sido instalados de parte del oficialismo. Por ejemplo: cuando opino algo sobre salud, lo primero que contestan es “usted cobra plus”…

  -A propósito, aprovechamos la ocasión: ¿Usted cobra plus médico?

  -¡No cobro plus! Nunca he cobrado plus. Atendí algunos días particular y otros con obra social, insisto: tengo atención por obra social y en forma particular. No recibo una orden y un pago extra; nunca lo acepté porque siempre entendí que era un doble cobro, siempre lo entendí como una falta ética. Se han agarrado de eso y han construido una mentira. Eso es campaña sucia. Aparte, la otra mentira que intentaron construir era que yo me oponía al boleto estudiantil…una pavada de medio a medio. Jamás hablé de ese tema y jamás me opuse. Al contrario: pienso que todo lo que facilite a la educación hay que llevarlo a cabo.

  -Desde lo democrático e institucional: ¿dónde estamos parados?

  -Para no ser dramático, suelo usar una frase que no me pertenece: creo que estamos parados en una democracia de muy baja intensidad. Vivimos en un régimen republicano rengo, lejos del ideal institucional.

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