Secundaria Nº 76 “Alfonso María de la Vega”

Por los reiterados hechos de violencia, piden más seguridad en una escuela

Docentes fueron víctimas de arrebatos en horas de la siesta. También roban pertenencias a estudiantes.
miércoles, 16 de octubre de 2019 06:00

La comunidad educativa de la escuela secundaria Nº 76 “Alfonso María de la Vega”, ubicada en la zona norte de la ciudad, manifestó su preocupación por los recurrentes hechos de violencia e inseguridad que ocurren en el establecimiento y en cercanías, que afectan a docentes, alumnos y personal de servicios generales de la institución.


Días pasados, dos docentes que participaban de una capacitación que se desarrollaba en el establecimiento fueron víctimas de arrebatos a plena luz del día. Fueron despojadas de sus pertenencias y amenazadas por el delincuente de sufrir represalias si intentaban alguna acción para alertar sobre la situación.


En reiteradas oportunidades, los estudiantes fueron víctimas del robo de pertenencias, desde mochilas hasta celulares y netbook. En otra oportunidad robaron un teléfono celular de adentro de la escuela a una de las personas de limpieza.
Luego del violento ataque, las autoridades del establecimiento educativo realizaron la correspondiente denuncia en la Unidad Judicial Nº 8 y solicitaron que se establezca una guardia permanente, a lo que respondieron verbalmente que no era posible por falta de personal para que realice las tareas. En cuanto al patrullaje, les comunicaron que lo realizarán mientras cuenten con los medios. 


En diálogo con El Esquiú.com, una de las docentes de la institución, comentó: “Días atrás ocurrió una de las situaciones más violentas, asaltaron a dos profesoras. Sucedió entre las 15.25 y 15.30, en el recambio de docentes. La misma persona que ataca a una profe lo hace con la otra, se acerca al auto, le pide el teléfono y el portafolio; cuando saca el portafolio, le pide la llave del auto, le exige que no lo mire al rostro, la agarra del cuello y la obliga a ingresar al vehículo y que permanezca allí. Seguidamente llega otra profesora, estaciona el auto y el delincuente le abre la puerta, le quita las llaves del auto y le saca sus pertenencias”.
“En estos casos hubo forcejeos que por suerte no pasaron a mayores. Un vecino encontró la llave del vehículo tirada en un baldío. Llamamos a la policía y una ambulancia para que atienda a las profesoras, que se encontraban muy nerviosas por la situación que debieron atravesar”.


En idéntico sentido, la docente señaló: “No les importa la hora, a los a los chicos le roban las mochilas, las netbook, el teléfono. Un mes antes le quisieron robar el portafolio a otra docente. Se hizo la denuncia en la Octava y nos respondieron verbalmente que no podía haber un policía permanente porque no había personal para esa tarea, que los recorridos más seguidos iban a ser mientras cuenten con combustible. Comunicamos estas situaciones a los papás para que estén al tanto”.


Por último, la educadora reiteró su pedido de seguridad al señalar: “Los padres y docentes estamos preocupados por estos hechos de inseguridad, por el horario, la modalidad; aquí no hay cámaras de seguridad. Con lo que pasó, las profesoras tuvieron temor por sus vidas, estamos desprotegidos”.

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