Lucas Carrizo, paciente diagnosticado con esclerosis múltiple, reclama que no recibe la medicación para el tratamiento de su enfermedad  de parte del ProFe desde hace cinco meses. Las complicaciones en su estado general, propias de la patología y la falta de remedios, han generado un sinnúmero de problemas que al día de hoy le impiden realizar actividades de la vida diaria. 
El hombre, residente en la localidad de Chumbicha, departamento Capayán, recibió la respuesta desde las oficinas del ProFe de que debía presentar nuevamente la documentación, presentación que realizó pero que aún no ha logrado cubrir la falta de los medicamentos que tienen un elevado costo económico, imposible de sobrellevar por Carrizo que solo percibe una pensión por discapacidad y un programa nacional por cuatro meses. 

 La imposibilidad de acceder a la medicación ha generado un sinnúmero de dificultades en el estado de salud del hombre, comentó que tiene serias complicaciones para caminar, fatiga, insomnio y ceguera, entre otros. 

En diálogo con El Esquiú.com, el paciente comentó: “La medicación es inmunológica, es para que cuando me dé un brote, que se llama a la enfermedad, que me puede dejar sin caminar, con ceguera, sordo, muchas complicaciones... el medicamento me ayuda a que el impacto sea leve. El medicamento mantiene la enfermedad controlada pero siempre está la probabilidad de que te dé, pero no tan seguidas como me da ahora. Estos meses me afectó en la parte motriz, camino con mucha dificultad, a lo sumo dos cuadras es lo que puedo trasladarme por más que tengo el andador, siento mucha fatiga permanentemente; me afectó la coordinación de las manos, estoy con mucho insomnio, mucho vértigo”.  

En relación con los motivos de la demora en la entrega, Carrizo explicó: “Lo que yo necesito es el Copaxone, es muy caro y no lo puedo comprar, hace cinco meses que el ProFe no me lo da y me siento cada vez más enfermo, la enfermedad me está derrotando. En el ProFe me pidieron renovar los estudios, lo hice, después me pidieron más y los presenté a pesar de lo complicado que es. La semana pasada la misma licenciada que me atendió en aquella oportunidad me volvió a pedir los mismos estudios, al parecer los perdieron o no los adjuntaron. Mi esposa mostró las copias de lo que habíamos presentado y lo recibieron. Le dije al médico lo que estaba pasando con el ProFe y me dice que no hay otra salida, que debo seguir esperando y luchando”.

Por último, el hombre solicitó a las autoridades responsables del programa que tengan en cuenta su situación y agilicen los trámites.