Cara a cara

“Polo” Giménez en el recuerdo: para que no nos gane el olvido

domingo, 17 de noviembre de 2019 06:00
domingo, 17 de noviembre de 2019 06:00

HOY: GUILLERMO ORTEGA

Lo habíamos anticipado en una columna de este mismo diario (A telón abierto). Noviembre es el mes que marca el nacimiento y la muerte de Rodolfo María Giménez, el “Polo” que se hizo Catamarca en una zamba inspirada en la cuesta de El Portezuelo. Se cumple medio siglo  de su partida sin regreso y 70 años de la creación del “Paisaje de Catamarca” que cruzó todas las fronteras para hacerse conocer en todos los idiomas. Porteño de nacimiento, refleja en sus canciones un enorme sentido de pertenencia hacia la provincia, como el más catamarqueño de los catamarqueños y la zamba “Al dejar mis montañas” es uno de los mejores ejemplos. El mismo Polo que se inspiró para hacer “Viejo corazón”, casi en una actitud premonitoria de lo que después sería el motivo de su muerte, cuando su propio corazón dejó de latir para siempre (“Cajoneándome en el pecho me dabas valor, si el cansancio me empezaba a doblegar, ¡viejo corazón!”). Es tiempo de mantener intacta la memoria popular para que no nos gane el olvido tan fácilmente. La historia guarda muchos nombres de mujeres y hombres que demostraron con hechos que Catamarca ocupaba un lugar importante en sus vidas. Gente que forman parte indisoluble de nuestra identidad. “Una tierra sin memoria no nos cobijará jamás”, nos dice de manera contundente Víctor Heredia en su irrepetible Taki Ongoy. Por eso fuimos en busca de alguien que nos hable de Polo Giménez: su sobrino y ahijado Guillermo Enrique Ortega Giménez, el protagonista del Cara a Cara de este domingo. Para que no nos gane el olvido.

  -El mes de noviembre no es ajeno para la familia de Polo Giménez. Es el mes en el que nació (día 19 de 1904) y también murió (el 26 de 1969) el célebre músico y compositor.

  -Así es. Ahora, el 26, se van a cumplir 50 años de su fallecimiento.

  -Erróneamente, durante mucho tiempo se sostuvo que Polo era cordobés de nacimiento.

  -Él nació en el barrio de Flores, Buenos Aires. Fue el quinto de 11 hermanos. Es cierto que muchos sostenían que era cordobés, pero no es así. Ocurre que la familia se vino desde Buenos Aires a Córdoba. ¿Por qué? Porque mi abuelo, el papá de Polo, Don Enrique Segundo, era funcionario de Obras Sanitarias de la Nación y lo designaron como administrador de la repartición en Córdoba. De esa manera, hicieron los bártulos y se vinieron a vivir a Córdoba. El tío Polo tenía por ese entonces dos años de vida. Por eso toda su niñez y parte de su juventud se desarrolla en tierra cordobesa.
  -Años después, Polo viaja a Catamarca.

  -Cuando tenía 25 años, por diversos motivos, se radicó en Catamarca. Aquí se conoce con Munina Andrada, hermana de uno de los fundadores del Sanatorio Catamarca y prestigioso médico Juan Gustavo Andrada. Se pusieron de novio, luego se casaron y tuvieron dos hijos.

  -¿Por dónde viene el parentesco con Polo?

  -Él era hermano de mi madre, María del Carmen, a quien le decían “Ñata”. Mi tío Polo es el último de los hijos nacidos en Buenos Aires y la primera en nacer en Córdoba fue mi mamá. Entre ellos se llevaban dos años. 

  -Imaginamos que se respiraba mucha música folclórica en la familia.

  -En realidad, al folclore Polo lo comenzó a vivir y a sentir en Catamarca. Era sí, una familia de músicos. Los diez hermanos que vivieron hasta grandes, tocaban el piano. Muchos de ellos tocaban hasta dos y hasta tres instrumentos. Polo era el más talentoso al piano y, curiosamente, todos tocaban “de oído”. Ello se dio por tradición familiar, porque mi abuela, Isolina Cruz, era una mujer de mucha cultura musical. Recuerdo que mi mamá me contaba que, ya instalados en Córdoba, eran vecinos del conservatorio de música Santa Cecilia y mientras los alumnos interpretaban partituras de pianos, ellos jugaban y se divertían. Cuando volvían a la casa, mi abuela Isolina les gritaba: “cállense, déjenme disfrutar de ese (Johan Sebastián) Bach, a ese (Ludwig van) Beethoven”. 

  -¿En qué año fue creada la zamba “Paisaje de Catamarca”?

  -Honestamente, no tengo precisión sobre la fecha de creación. Pero todo indica que fue creada en 1948 o 1949, por lo que podemos decir que la zamba está cumpliendo 70 años de vida. Hago referencia al `48 o `49, porque son los años en que el tío Polo se traslada a Buenos Aires. Cuentan que él se llevó de Catamarca la idea de la zamba; la imaginó ubicándose en el cerro de El Portezuelo y la empezó a escribir en un viejo boceto de esas noches de bohemia, allá en Buenos Aires. Ese boceto con “Paisaje de Catamarca”, en una noche de guitarreada, se lo entregó al poeta correntino (Osvaldo) Sosa Cordero, para que lo corrigiera y le diera el visto bueno. Días después, en un encuentro de bohemios, mi tío le preguntó a Sosa Cordero que había pasado con el boceto que le diera, si le había hecho alguna corrección y recibió como respuesta: “lo estuve viendo y no hace falta corregirle nada. Mi consejo es que sigas adelante con el tema”. De esa manera nació “Paisaje de Catamarca”, de letra y música de Polo Giménez. Dicen que cuando Polo comenzó a tocarla acompañado en piano, la zamba comenzó a ganar popularidad y después la cantaban todos cada vez que se reunían a guitarrear. Te cuento que las principales admiradoras de Polo eran sus hermanas y, por supuesto, toda la familia.

  -¿Su padre era guitarrero?

  -Sí. Mi papá, Guillermo Máximo Ortega Silva, de El Portezuelo, tocaba la guitarra hasta que un día no tocó más y ahí quedó.
  -En su caso, ¿aprendió a tocar la guitarra? 

  -Sí, estudié en el conservatorio “Mario Zambonini”. Recuerdo que cuando éramos adolescentes de entre 15 y 17 años, a comienzos de la década del sesenta, formé parte de algunos grupos en los que estaban Tono Aybar. Una vez formamos un trío con (Miguel Ángel) Ferreyra y El Negro Jorge Rojas, de Recreo. Se dio cuando ingresé al Coro Polifónico y El Negro ya formaba parte del coro.

  -Llegó a ser un gran artista el querido y recordado Negro Rojas.

  -¡Sí! El mejor cantor de Catamarca que conocí.  No conocí a otro mejor que él. ¡Qué voz! Además era un hombre de firmes ideales. Un grande de verdad y un gran amigo. La última vez que compartimos una peña fue en Flor de Tusca, cuando estaba al frente Carlitos Martínez.

  -¿Qué recuerda de Polo?

  -Mi tío se fue de Catamarca cuando yo era chico. Después lo conocí un poco más cuando la familia se reunía en Córdoba. Posteriormente Polo comenzó a venir más seguido a Catamarca. Una vez lo trajo la radio LW7 para que diera un concierto en el Cine Teatro Catamarca. Fue un show a sala llena y Polo se emocionó mucho de sentir cómo lo aplaudían en “su” Catamarca. No se animó a hacer una segunda función porque ya tenía problemas al corazón.

  -¿La muerte de Polo se produce por problemas al corazón?

  -Sí. Murió infartado.

  -Las cosas de la vida. Polo escribió el bailecito “Viejo corazón” (“Ya te estás poniendo viejo, ¡pobre corazón! Te presiento ya sin ganas de seguir, lo mismo que yo”).

  -Polo solía decir que esa canción no estaba escrita en referencia a los problemas cardíacos que tenía…pero nosotros, en la familia, siempre estuvimos convencidos que se había inspirado en su propios corazón.

  -¿Catamarca mantiene viva la figura de Polo o, como ocurrió con otros casos, nos ganó el olvido?

  -Y bueno, el olvido suele pasar por encima a estos hombres que algo hicieron por una provincia. Con Polo está pasando algo de eso. Me viene a la memoria que hace unos meses vi un recital de Americanta, un grupo musical muy bueno, y cerraron un extraordinario concierto con dos temas de Polo Giménez (Según me brotan las coplas y Paisaje de Catamarca). Me sorprendió que todo el público también cantaba. Esto me hace pensar que no será tan rápido y tan fácil el olvido. Me alegré mucho porque es bueno que la cultura popular recupere la memoria. Y sorprende mucho más, gratamente por cierto, cuando son jóvenes los que cantan viejos temas folclóricos.

  -¿Cuál es su opinión del folclore catamarqueño?

  -Siempre les pregunto a los muchachos que hacen folclore cuál es la razón que interpretan tan pocos temas de autores catamarqueños. La respuesta es, casi siempre, “porque cantamos lo que le gusta a la gente” y la gente prefiere escuchar las chacareras santiagueñas y los temas de los salteños de moda. Y así dan muchas razones que uno no las comparte, pero que seguramente será así, esa es la realidad. Ellos son los que actúan y conocen los gustos del público. Ciertamente hay valores espectaculares en toda la provincia; hay muchos jóvenes que hacen música de alta calidad.

  -¿Recuerda cuál fue el último homenaje a Polo Giménez?

  -El último homenaje se lo hizo el Gobierno de Catamarca en Buenos Aires, más precisamente en la casa de Margarita Palacios. Fue ahí cuando él pierde la vida. Era un homenaje a los 50 años de trayectoria de Polo. El propio Gobierno le auspició ese disco LP, con la participación de Los Arrieros de Valle Viejo, Octeto Vocal “Martín Fierro” dirigido por Antonio Mir, Domingo cura en bombo y Abel Figueroa en guitarra (La portada del disco dice: “Polo Giménez en sus Bodas de Oro con la música-1969”). Mi primo Rodolfo, médico, vivía acompañándolo a Polo, que ya había tenido 12 infartos, le aconsejó que no vaya a ese homenaje. Pero no hubo caso. En medio del reconocimiento le entregaron una plaqueta recordatoria y ahí fue el infarto número 13, del que no se recuperó jamás. Rodolfo lo ayudó a descender del escenario y lo llevó al auto, pero no resistió más. Tenía 64 años. Creo que Polo hizo mucho por el folclore catamarqueño y solía repetir: “espero se acuerden de mí cuando yo ya no esté”.

  -Guarda un recuerdo especial por Polo, su tío.

  -¡Sí! Además, fue mi padrino de bautismo. Aún a la distancia, siempre me acompañó como padrino, de manera permanente preguntaba por mi salud, por mis estudios, en fin, por mi vida.

  -Polo es recordado por ser, además, un gran amigo.

  -Hizo un culto de la amistad. En Catamarca, considero que su gran amigo fue Atuto Mercau Soria. También hubo otros grandes amigos, como un señor Leguizamón y el Dr. Enrique Ocampo. Cuando el tío Polo venía de Buenos Aires lo primero que hacía era visitar a Enrique Ocampo, que por ese entonces vivía por calle República, casi esquina Maipú. Ocampo, además de médico era pianista.

Un recuerdo aquí, otro más allá…

Guarda celosamente una valiosa documentación que habla de la vida del artista Polo Giménez. Por ejemplo, tiene la partitura original de la zamba Paisaje de Catamarca, con una dedicatoria de Polo en el año 1950: “A mis queridos hermanos Ortega y en especial a Ñata y al ahijadito `Cata` con todo cariño”.  Tiene también la libreta de casamiento de los padres de Polo: Isolina Cruz y Enrique Segundo Giménez. Conserva la partitura original, con fotografía de la época de Polo y Atuto Mercau Soria juntos, de la presentación oficial de la zamba “Cantale chango a mi tierra” en la Fiesta Nacional del Poncho, año 1969. La dedicatoria tiene como destinatario al entonces ministro de Gobierno de Catamarca, Pedro Ignacio Galarza. Según el sobrino Guillermo, Polo es autor de un extraordinario cancionero (“Tiene registrados alrededor de 150 composiciones a su nombre en SADAIC, me supo contar Víctor Hugo Yunes Castillo, directivo de la institución. También registra la autoría de varios tangos”).
-Nombres y apellidos: Guillermo Enrique Ortega Giménez.
 -Edad: 74 años.
 -Esposa: Aurora Manfroto (“nieta de inmigrantes italianos”,  y agregamos: integrante de una reconocida familia que tenía una gran despensa en Villa Cubas allá por la década del `60 con un sello distintivo: las paredes del salón lucían grandes láminas de equipos y jugadores de River Plate).
  -Hijos: Tres y siete nietos.
  -Padres: María Carmen Giménez, Ñata, hermana de Polo y Guillermo Máximo Ortega Silva.
  -Estudios: Profesor de Matemática, Física y Cosmografía (“recibido en el viejo Instituto Nacional Superior del Profesorado de Catamarca; licenciado en Matemática y finalmente una maestría en Docencia Universitaria de Disciplina Tecnológica”).
  -Personajes que admira: “Juan Domingo Perón y Evita. Son dos figuras que han moldeado mi pensamiento y, en definitiva, mi forma de vida. Fue como una herencia de mis padres, que también sentían una profunda admiración por Perón y Evita”.
  -Club de fútbol: River Plate (“En Catamarca del Club Atlético Policial, del que mi padre fue uno de sus fundadores”).
 

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