Estudiantes de la escuela “Clara J. Armstrong” llevaron adelante la iniciativa de pintar de violeta las puertas de los sanitarios de la institución para dejar mensajes contra la violencia de género.

La idea surgió en el desarrollo de la materia Historia del Arte. Mientras desarrollaban contenido de Educación Sexual Integral (ESI) y violencia de género, los estudiantes advirtieron la necesidad de manifestar mensajes sobre la problemática en la institución.

Ante la imposibilidad de intervenir las paredes de la institución educativa, declarada monumento histórico, buscaron la manera de encontrar un lugar concurrido para concientizar a los estudiantes.

La canción “La puerta violeta” de Rozalén fue en lo que se basaron para trabajar la problemática.
La iniciativa busca dejar mensajes de concientización y ayuda para aquellas personas que atraviesan situaciones de violencia de género e incentivarlas a buscar ayuda para superarlo. Docentes de otras instituciones se comunicaron con la docente a cargo para implementar la idea en edificios escolares.

Sobre la intervención realizada, Yésica Leiva, docente de Historia del Arte, comentó: “Soy docente de la ENCJA y estábamos viendo ESI, violencia de género, y me gusta una cantante española que hace una canción que se llama ‘La puerta violeta’, que habla de cómo se siente una mujer mientras está siendo maltratada hasta que logra salir. La metáfora sería pintar una puerta violeta, pintarse de valor. Les comenté a los chicos y surgió la idea de hacerlo. Tuvimos que buscar el lugar, a los chicos se les ocurrió hacerlo en las puertas de los baños, que es un lugar común. Estuvimos todo el año viendo cómo conseguir fondos, la autorización y lo hicimos”.

Leiva también comentó: “Me escribió una profe de secundaria de la escuela municipal para consultarme si era algún proyecto en concreto y me comentó que lo harían con estudiantes de su escuela. Me parece muy bueno que se replique la idea, buscamos trabajar entre todos y concientizar. El proyecto lo hicimos con los chicos de 5º Primera de de Artes Visuales y con la colaboración de 5º Cuarta de Humanidades”.

En la puerta de los sanitarios, los chicos estamparon fragmentos de la canción de Rozalén que describen la difícil situación de la mujer víctima de violencia de género y a la vez la impulsa a salir. En una de las puertas se encuentra un fragmento significativo de la canción: “(...) Pero dibujé una puerta violeta en la pared y al entrar me liberé como se despliega la vela de un barco, desperté en un prado verde muy lejos de aquí. Corrí, grité, reí. Sé lo que no quiero. Ahora estoy a salvo”.