Realizarán un anclaje de seguridad
El fuerte viento inclinó la cruz del campanario de la Catedral Basílica
Defensa Civil realizará una aproximación para saber con exactitud el estado de la estructura.El fuerte viento que se registró durante el fin de semana inclinó la cruz que se encuentra en el campanario de la Catedral Basílica. Anteriormente ya se había relevado la estructura de tres metros de altura aproximadamente, construida en hierro macizo, al observar que se encontraba levemente ladeada y las fuertes ráfagas de viento habrían afectado aun más la estabilidad días pasados.
Por ello, personal de Defensa Civil e ingenieros harán una observación directa en la estructura para tener certeza del estado de la misma y analizar la posibilidad de realizar un anclaje de seguridad. Ayer, efectuaron un relevamiento con un dron para observar el estado de la cruz y el material que la sostiene.
Al respecto, Martín Castelli, director de Defensa Civil de la provincia, explicó: “El fuerte viento del sábado y madrugada del domingo hemos tenido muchas inquietudes de la gente sobre el tema de la cruz, hemos hablado con el padre ‘Pepe’ Díaz, le estamos pidiendo autorización para subir al campanario y ver otros puntos de vista con los ingenieros de Defensa Civil y Obras Públicas. Por ahora, estamos analizando darle un anclaje para brindarle seguridad, vamos a ver si podemos contratar una grúa y con ésta, desde la cima de la Catedral cerca de la cruz, 34 metros, poder ver qué es lo que pasa con la cruz y llevar tranquilidad a la gente, al peregrino que viene ahora, sobre todo en estas festividades marianas que se aproximan, donde el número de peregrinos va a ser mucho mayor”.
En idéntico sentido, señaló que “climatológicamente van a venir tiempos más intensos de los que teníamos hasta ahora entre lluvias, fuertes vientos, así que queremos darle seguridad. El anclaje quedaría ahí, seguramente con la grúa subirían los ingenieros y gente experta, en este aspecto vamos a tener una mejor perspectiva sobre la situación. La idea es llegar con la grúa, tocarla con la mano a la cruz, ver qué tiene, tiene tres metros de alto a pesar de que la vemos chiquita pero es alta, de hierro macizo”.
En relación con el trabajo que realizaron ayer con el dron, Castelli comentó: “El dron tiene un sensor, nos deja llegar, pero al tener el sensor de aproximación nos deja lejos de donde queremos ver, tenemos fotos de cómo está el material pero no es lo mismo cuando sube un especialista la ve de cerca, la toca con la mano y nos dice cómo está realmente, eso es lo que necesitamos”.