- ¿Cómo se compone las facturas de gas para los hogares?

Las boletas que llegan a usuarios residenciales tienen cuatro componentes: el costo propio del gas, el transporte, la distribución y los impuestos, que son fijos.

• Costo mayorista del gas: pasa por los próximos doce meses de u$s 4 a u$s 4,70 por millón de BTU (MMBTU), una unidad térmica británica. Surge de las dos subastas que enfrentaron en febrero a productoras y distribuidoras en el Mercado Electrónico de Gas (MEGSA) y otros contratos privados bilaterales. Representa en torno a un 62% de la boleta sin impuestos y remunera a petroleras como YPF, Total Austral, Pan American Energy (PAE), Tecpetrol, Wintershall y Pampa Energía, entre otras. El valor del dólar se pesifica por seis meses a $ 41, contra los $ 37,69 vigentes.
• Transporte y distribución: se agrupa como Valor Agregado de la Distribución (VAD) y significa un 38% de la factura sin impuestos. Son los ingresos de empresas como Metrogas, Naturgy (ex Gas Fenosa), Camuzzi, TGN y TGS, entre otras. Para este segmento habrá una actualización de 26% semestral, que traslada la inflación mayorista acumulada entre septiembre de 2018 y febrero de 2019. Las compañías esperaban también que el Gobierno reconociera un atraso de casi 10 puntos porcentuales por la inflación mayorista acumulada entre marzo y agosto de 2018, que no les trasladaron en octubre del año pasado, pero eso finalmente no ocurrirá.
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- ¿Qué implica el aumento en tres cuotas?

Las empresas cobrarán como si no hubiera un diferimiento y el Estado cubrirá las diferencias, para no caldear los ánimos de la sociedad en la previa de las elecciones. Se destinarán $ 4500 millones en subsidios para aplacar la suba y por los intereses que conlleva la tarifa plana.

- ¿Cuándo se va a pagar el total del incremento?

Los hogares sentirán el ajuste pleno en noviembre, cuando se les facture el consumo de octubre. Además, entre diciembre y marzo de 2020 (después de las elecciones) pagarán lo que no abonaron de más en invierno.

- ¿Habrá otro aumento de tarifas?

Sí. Por la regulación vigente, se debería aplicar en octubre, aunque el Gobierno podría aplazar esa suba para diciembre, tras los comicios presidenciales.

De esa forma, el incremento podría ser retroactivo o reconocerle a las empresas con mayor porcentaje el atraso de dos meses. Los usuarios sentirían el impacto en enero de 2020, en el mismo momento en que también estén pagando parte de sus consumos de invierno.