HOY: MOISES SELEME

Hoy se cumplen 10 años de la desaparición física del ex presidente y líder de la Unión Cívica Radical, Dr. Raúl Ricardo Alfonsín. Nació un 12 de marzo de 1927 y murió un 31 de marzo de 2009, a los 82 años. Su ideario político de la unión nacional y sus valores impregnados de ética, parecen estar ausentes en los días que vivimos. Para decirlo mejor: están ausentes. Imposible olvidarnos –muchos con lágrimas en los ojos- de aquél orador que no se cansaba de repetir “para nosotros, para nuestra posteridad y para todos los hombres del mundo que quieran habitar en el suelo argentino”. Fue presidente entre 1983 y 1989. Le hicieron 13 paros generales. El gremialista que los encabezó casi fue ungido a “héroe nacional”. Hoy tiene la valoración que décadas atrás le negaron. Cosas de la Argentina…y de los argentinos. Un hombre de la política y un ser humano cabal: con virtudes y defectos. Un gran demócrata. ¿De qué manera recordarlo? Lo pensamos con el equipo de producción y allá fuimos: la localidad de Piedra Blanca, departamento Fray Mamerto Esquiù. En busca de un hombre bueno para recordar a un político bueno. Lo encontramos en su casa rodeado de sus hijos Teresa, Moisés y Dante. Los años –está próximo a cumplir 90- y una maldita enfermedad dejaron sus huellas en su humanidad. Pero sigue dando pelea como cuando salía con su honestidad bajo el brazo para imponer con sus ideas claras su radicalismo ante propios y extraños. Es hincha de Huracán y hasta tiene una camiseta que le hizo llegar un ídolo del “Globo”: René Houseman. Pero es más hincha –hasta el fanatismo diríamos- de la ética y de las buenas costumbres. Una breve charla se prolongó en sus hijos para conocer un poco más a un querido personaje de un pueblo. De esos que no aparecen todos los días. El Cara a cara de hoy tiene como protagonista a Moisés Dieb Seleme y tres de sus cinco hijos. Y gracias por atendernos de la mejor manera.  

  -¿Qué significa para un radical recordar a un gran demócrata como fue el ex presidente Raúl Ricardo Alfonsín?
  -Ricardo Alfonsín es el maestro de la democracia. Fue, por sobre todas las cosas, un hombre honesto, una virtud que hoy por hoy les falta a muchos políticos.
  -¿Qué sintió cuando Alfonsín tuvo que dejar el gobierno antes de lo previsto?
  -Dolor. Algunos gremialistas voltearon a la buena democracia. Pero hay que reconocer que hay muchos justicialistas que son muy buena gente.

  -Hoy, Alfonsín es reconocido de manera casi unánime.
  -Fue un hombre que hizo mucho por Argentina. Ahora lo reconoce mucha gente. Lo reconoce bien.
  -A los hijos: ¿Qué recuerdos tienen de aquella época cuando Alfonsín era presidente de los argentinos y vuestro padre diputado nacional?

  -La verdad, los mejores. Papá fue elegido por el partido para diputado provincial por su toda su trayectoria. Fue un reconocimiento por sus años de lucha, por su radicalismo. Eran tiempos duros para hacer política, pero él salía a la calle, daba la cara y hablaba con la gente. (Se emocionan de manera visible cuando hablan del padre) Papá cuando hizo campaña política no tenía en cuenta si el vecino era radical o justicialista. No nos olvidamos: el día de las elecciones fue mucha la gente que le dijo “vaya tranquilo Don Moisés, cuente con nosotros. Y así fue y así ganó la diputación provincial”. Nosotros colaboramos con llevar a votar a los viejos radicales y grande fue la sorpresa cuando comenzó el escrutinio: era Seleme por todos lados y se convirtió en ganador. Recibió un saludo de Don Vicente Saadi y papá le respondió: “no gané yo, aquí ganó Alfonsín”.  
  -Fue reconocido por los propios peronistas.

  -Siempre tuvo el respeto y el reconocimiento de los justicialistas, más aún en la década del `80. Era duro ser oposición en la provincia, cuando era tiempo de las pegatinas la cosa se ponía fea;  con el dirigente “Tatìn” Acosta fueron violentos, pero debemos decir y reconocer que a nuestro padre lo respetaron siempre. Hoy digamos que se puede compartir con los opositores a nuestras ideas políticas, salvo con algunos fanáticos que andan por ahí.

  -Al margen de la actividad política, Don Moisés ocupó otras representaciones en el departamento Fray Mamerto Esquiú.
  -Fue muchos años presidente del Club Defensores de Esquiù y también integró el Tribunal de Disciplina de la Liga Chacarera de Fútbol. Formó parte de la comisión del Círculo de Ex Legisladores de Catamarca y ocupó cargos en el comité provincial de la UCR. Vez pasada vino el profesor Ricardo Cuello, que está haciendo un libro sobre la historia de Defensores de Esquiù, y quería la opinión de papá. 

  -Nos imaginamos cuánto orgullo por el reconocimiento que se tiene en el departamento hacia vuestro padre.
  -Somos felices de saber que hay un gran respeto por él. Es una persona que nunca hizo daño a alguien, que nunca tuvo maldad, por el contrario: siempre estuvo dispuesto a colaborar con la gente y pensando en hacer el bien.
  -¿Cómo se compone la familia?

  -Nuestro abuelo, que también se llamaba Moisés Dieb Seleme, tenía aquí en Piedra Blanca un negocio de ramos generales, de esos que vendían de todo. Papá tiene el mismo nombre y mamá se llama María Teresa Castillo (84), también integrante de una reconocida familia del departamento. Nuestros padres tienen 5 hijos (Teresa –jubilada, ex concejal-, Moisés –inspector del Enre-, Dante –juez de paz departamental-, Adriana y Daniel; una docena de nietos y tres bisnietos.

  -Suponemos que esta casa, por la figura de vuestro padre, fue muy visitada durante muchos años.
  -Sí. Porque papá sinceramente ha sido un hombre muy querido dentro del radicalismo y también, como dijimos, por dirigentes peronistas, entre ellos Don Sebastián Corpacci (padre de la actual gobernadora, Dra. Lucía Corpacci), Manuel Isauro Molina, la señora Pilar Kent. A esta casa vinieron el dirigente nacional Luis León, Arnoldo –de quien era muy amigo-  y Oscar (Castillo), (David Amado) Coco Quintar, Ricardo Guzmán, Mocho Jalile,  Yamil Fadel, Pedro Murad, Edgardo Acuña y tantos otros. Pedimos las disculpas del caso si nos olvidamos de algunos nombres, pero todos eran bienvenidos a esta casa.

  -¿Ustedes extrañan en el radicalismo de hoy a una figura de los quilates de Raúl Alfonsín?
  -¡Sí! El bien llamado “padre de la democracia” que, además, lo consideramos el padre de la buena política. Sin lugar a dudas un gran ejemplo como político. Un hombre con muchos valores que ha dejado muchas enseñanzas que los políticos de hoy debieran aprender.

  -¿Confían en que algún día aparezca una figura como Raúl Alfonsín en el radicalismo?
  -¡Quiera Dios que sí! Sabemos que va a ser difícil, pero ojalá eso ocurra. Lo necesitamos para recuperar esos valores que se han perdido. Además, ¡qué orador que era! Hay frases que todavía te hacen saltar las lágrimas.
  -¿Continúan militando políticamente, más precisamente en el radicalismo?

  -(Teresa) Yo sigo militando en el partido y hoy formo parte del comité departamental. Lo hago, por supuesto, con las limitaciones de tiempo que uno tiene para dedicarle a la política. La familia se agranda y hay que atenderla como corresponde. Respecto de mi padre, para mí siempre fue un hombre de bien, alguien que supo brindarse íntegramente a la comunidad. Porque ha sido solidario, un hombre con un corazón enorme.

  -No nos imaginamos a Don Moisés teniendo algún enemigo.
  -(Los hermanos al unísono) ¡No los tiene! Él tuvo algo en la vida muy a su favor: fue un hombre de mucho diálogo, que supo relacionarse y llevarse muy bien tanto con el radical como con el peronista o de cualquier partido político. 
  -(Teresa) Recuerdo que en tiempos de campaña política, a esta casa vino la señora Pilar Kent a conversar con papá y ponerse de acuerdo en algunos aspectos, como es el tema de respetar los espacios de propaganda política de cada partido. Siempre bregó por la sana convivencia política. A los jóvenes, de manera permanente les inculcaba los mejores ejemplos y les pedía que se alejen de todo aquello que significaba discordia.

  -(Moisés) Queremos contar que cuando nuestro padre fue diputado provincial recibió todo el apoyo y la ayuda posible de dos correligionarios y legisladores nacionales como (José Alberto) Furque y (Pedro Guillermo) Villarroel. No podemos dejar de mencionar a alguien que siempre estuvo al lado de mi padre al momento de hacer política: “Tatìn” Acosta. Ha sido alguien muy importante en la vida política de papá y le estaremos eternamente agradecidos.

El tiempo pasa, los valores quedan

La nota, aparecida en el diario La Unión a fines de 1985, fue realizada por el mismo periodista, solo que casi 34 años después. La única diferencia lo marca el tiempo, porque el contenido sobre la personalidad y el pensamiento de Don Moisés Seleme siguen intactos. Escribíamos hace más de tres décadas: “No ´vende´ imagen de político. Más bien diríamos que es la antítesis de aquellos que practican la demagogia hasta con el saludo. Todo lo contrario: este hombre fue ganándose por la vida un apreciable don que no muchos pueden tener el orgullo de exhibir: el respeto de propios y extraños. Este hombre es así como lo ve. Afable, sencillo y transparente en su sonrisa y en sus gestos; en sus palabras y sus acciones. En su manera de extender una palmeada y de estrechar la mano cuando dice simplemente ´el gustazo de conocerle, Seleme a sus órdenes´. No necesita de ademanes grandilocuentes ni tampoco levantar la voz para hacerse notar. Así es Don Moisés Dieb Seleme (en ese entonces 56 años), flamante diputado electo por el departamento Fray Mamerto Esquiú en el marco de la alianza UCR-MPC. Llega a esta instancia en su vida tras haber andado mucho y haber participado en innumerables comisiones deportivas, culturales y de todo quehacer comunitario (de allí lo justificado del título del artículo: ´Se hace diputado al andar…´). Las calles y senderos de su pueblo lo vieron en más de una ocasión buscando algo, buceando el espíritu de sus comprovincianos, comprometiendo a sus vecinos a no quedarse quietos, a hace ´lo que podamos´. Ya es diputado electo y consciente del duro partido que lo tendrá como protagonista directo: ´Como cristiano y hombre que le gusta practicar y aprender la política sana, es una gran responsabilidad que la asumo con todas las de la ley. Anduve en la campaña preelectoral y vi de cerca los dramas sociales que  tenemos en el departamento (Fray Mamerto Esquiú); ahora espero contar con los elementos necesarios para ayudar a mi gente. Prioritariamente quiero trabajar en una empresa muy difícil pero no imposible: un programa que contemple la posibilidad de mejorar las condiciones de vida de aquellos no tienen una vivienda digna´. Reconozco todo el empeño y las gestiones que vienen realizando el senador (PJ) Oscar Vera, pero creo que empujando entre todos lograremos mejores resultados. Incluso puedo adelantar que el diputado nacional (José Alberto) Furque inició los trámites para el logro de un importante subsidio a nivel nacional. Así es. Respetuoso del adversario político y del correligionario, como cuando señala que las relaciones con los peronistas ´es correcta´.” Para cerrar la nota dijo: “les quiero mandar un saludo a todos los hombres de los distintos partidos políticos que participaron en la lucha electoral. Ojalá algún día nos podamos juntar en la mesa de la plena convivencia para trabajar en paz, unidad y libertad. Un pueblo espera mucho de nosotros y no le podemos fallar”. Hoy, como ayer. Como siempre. Con las mismas convicciones.

Se lo extraña mucho, Don Raúl

El recordado demócrata Raúl Ricardo Alfonsín será recordado siempre por algunas frases que marcaron su ideario político y que quedaron grabadas en millones de argentinos. Veamos:
  -“Sigan las ideas, no sigan a los hombres, fue y es siempre mi menaje a los jóvenes. Los hombres pasan, las ideas quedan y se transforman en antorchas que mantienen viva a la política democrática”.

  -“Lo que tiene que hacer la Unión Cívica Radical es prepararse para perder elecciones, pero nunca para hacerse conservadora”.
  -“Democracia es vigencia de la libertad y los derechos, pero también existencia de igualdad de oportunidades y distribución equitativa de la riqueza. Tenemos libertad, pero nos falta la igualdad”.

  -“Yo les pido disculpas a todos por mis equivocaciones, pero tengan la seguridad que hay una pasión argentina que me mueve y que nada me va a convencer de que no es necesario seguir adelante. No me importante los votos. Me importa el futuro de nuestros hijos.”

  -“Los militares deben recordar que son servidores de la República y no sus amos. Y en vez de guardar las urnas deben guardar mejor el patrimonio nacional y los derechos humanos”.

  -“Y entonces, desde luego, democracia con la que se vota, pero también democracia con la que se come, con que se educa con la que se cura”.

  -“Vale remarcar que cuando nos referimos a una sociedad de progreso pensamos en la utopía –nunca en la quimera- de una comunidad construida sobre la ética, donde cada sector tenga la verdad y la justicia como valores centrales”.

  -“Para evitar derramamiento de sangre, di instrucciones a los mandos del Ejército para que no se procediera a la represión. Y hoy podemos todos dar gracias a Dios…la casa está en orden. Y no hay sangre en la Argentina.” Y así es Don Raúl Ricardo Alfonsín. Desde aquella muletilla “desde luego” hasta el Preámbulo de la Constitución Nacional, pasando por valores como la ética, la honradez y la profunda convicción democrática. Por la ausencia de tantas virtudes públicas que a Usted le sobraban. Por eso se lo extraña, Don Raúl. Desde luego.
                                                                         KM