Proyecto de atención y liberación de animales nativos

Un refugio para la fauna silvestre

domingo, 31 de marzo de 2019 00:55
domingo, 31 de marzo de 2019 00:55

Luego de una década de haber sido concebido, comienza a cristalizarse el anhelo de un grupo de profesionales de la Secretaría del Ambiente y Desarrollo Sustentable en pos de la atención de la fauna silvestre. Se trata del centro de tratamiento y rehabilitación cuya premisa fundamental es cuidar las especies amenazadas y en peligro de extinción. Es el primer espacio de este tipo en el Noroeste Argentino, que contará con el equipamiento adecuado para asistir a los animales perdidos, heridos, tratarlos y después devolverlos a su hábitat natural. Un interesante proyecto que, además, busca optimizar los recursos del Estado  provincial.


A través de estas páginas conoceremos aspectos de esta propuesta, que quiere dar respuesta a la demanda existente. En números, entre 2015 y 2018, se registraron 1.234 liberaciones y 775 tratamientos veterinarios. 

La fauna silvestre, también llamada autóctona o nativa, es el conjunto de animales vertebrados e invertebrados que se encuentra en su estado natural de libertad e independencia del ser humano, y que habita en forma permanente, circunstancial o momentánea en cualquier ambiente natural o artificial.


En Argentina, la Ley de Fauna 22.421 es la norma que protege y regula la conservación y el uso de la fauna silvestre. Es una legislación nacional de adhesión y cada provincia posee además sus propias normas. 


La ley también considera silvestres a los animales bravíos o salvajes que viven bajo control del ser humano, en cautividad o semicautividad, y a los originalmente domésticos que, por cualquier circunstancia, vuelven a la vida salvaje convirtiéndose en cimarrones.


En este marco, se inscribe el Centro de Recepción y Rehabilitación de Fauna Silvestre, que “responde a una necesidad de cumplir con los propósitos establecidos en la Ley de Fauna Silvestre. Como autoridad de aplicación necesitamos cumplir con las metas establecidas en la ley, al mismo garantizar las medidas de seguridad, por eso promovemos la protección, la conservación y el cuidado de toda la fauna silvestre de Catamarca”, afirma el secretario del Ambiente y Desarrollo Sustentable de la provincia, Dr. Juan Isauro Rosales. 


A un año de gestión al frente del organismo provincial, el joven funcionario, a través de la Dirección de Biodiversidad, supo canalizar “un proyecto que llevaba diez años, presentado en su momento por un grupo de veterinarias, que formaban parte del equipo de la Secretaría del Ambiente y que actualmente siguen trabajando acá. Lo único que hicimos es materializar esta idea y construir el primer centro de tratamiento y rehabilitación de animales silvestres en Catamarca”, explica, destacando que “es el primero existente en la administración pública en el Noroeste Argentino, es la primera vez que se construye un espacio con el equipamiento adecuado para atender a los animales perdidos, que están heridos, para cuidarlos, tratarlos y después liberarlos y devolverlos a su hábitat natural”. 


Además, considera que es una forma de “optimizar los recursos con que cuenta el Estado y cumplir con las metas y los objetivos que nos propusimos para este año. Por eso decidimos recuperar un espacio que estaba abandonado, donde creamos un archivo, una pequeña sala para capacitaciones y ahora estamos próximos a inaugurar esta veterinaria o centro de rehabilitación de animales silvestres”.


Describe que “es una especie de veterinaria, la intención es que compita con una veterinaria tradicional con todo el equipamiento y la tecnología necesaria para ayudar a que los animales estén en un lugar óptimo, bajar los niveles de estrés, y que los profesionales que forman parte del equipo puedan contar con todos los insumos y las herramientas necesarias para tratarlos de forma correcta”. 


A  la vez, el proyecto “responde a la demanda de un grupo de personas que tiene una asociación protectora de animales, que también había hecho un requerimiento en este sentido. Y queríamos satisfacer ese pedido de un sector de la sociedad”, dice.
Respecto de la demanda de atención, Rosales comenta que “estamos recibiendo, en promedio, por semana entre 4 y 5 animales, que a veces se encuentran heridos, otras extraviados en los conglomerados urbanos, o aparecen en alguna vivienda familiar. Entonces rápidamente se nos da aviso a través de los teléfonos de contacto con que cuenta la Secretaría, o personalmente en el Cape; con la ayuda de la Policía de la Provincia y Gendarmería muchas veces tomamos intervención en estos casos. Por eso la urgencia de atender esta demanda”.


Con relación a los lugares donde son recibidos los animales, manifiesta que “actualmente, los estamos recibiendo en el Cape, pero no existía hasta ahora la infraestructura adecuada para darles el tratamiento correcto y, sobre todo, recuperarlos, porque nuestro propósito es cuidarlos, para que vuelvan a obtener su libertad, porque existen especies que están amenazadas con peligro de extinción”.


En este sentido subrayó que “este centro tiene por objeto cuidar de las especies amenazadas y las que están en peligro de extinción. Esta es una de las premisas fundamentales. Son animales que sufren cuando avanza la frontera agropecuaria o hay desmontes ilegales, que no respetan los porcentajes de corredores ecológicos. Hay que tener en cuenta que para realizar un desmonte debe haber un dictamen de un informe técnico que tiene que ser evaluado y aprobado por Ambiente, para garantizar que no haya emigración de animales, que no se generen problemas en este sentido”. 


El titular del área ambiental asevera que “también queremos generar concientización sobre el cuidado de la flora y la fauna silvestre, tenemos la necesidad de construir una provincia más sustentable, por eso es fundamental cuidar los recursos naturales, y los ecosistemas están conformados por la fauna silvestre, uno de los puntos sobre los que focalizamos nuestra acción”.
“Al mismo tiempo queremos luchar contra el tráfico ilegal de fauna silvestre, que está penalizado por ley”, para ello “debemos generar un ámbito de concientización sobre todo para los más jóvenes”, resalta nuestro entrevistado.


 Dentro de esta problemática, resalta que “se está combatiendo fuertemente, en los puestos camineros, el tráfico ilegal de aves, y también se promove los controles para evitar la pesca ilegal, con el cuerpo de inspectores de fiscalizadores estamos llevando adelante sumarios y multas para los infractores de la ley. En definitiva, hemos reafirmado nuestro compromiso no solamente en cuestiones que tienen que ver con la gestión ambiental, con la Brigada de Lucha contra Incendios Forestales, bosques nativos, sino también a través de biodiversidad para proteger nuestra fauna”. 


Para ello, apeló al compromiso de la sociedad, “porque el cuidado del medio ambiente y la edificación de una provincia sustentable se hace con el aporte del Estado y el compromiso de la sociedad, es una responsabilidad compartida”.

“Esto es un enorme avance”
 

Valeria Marcolli es la jefa del Departamento de Fauna Silvestre e iniciadora del proyecto. Fue la primera veterinaria que llegó a la Secretaría del Ambiente, para hacerse cargo de los animales silvestres secuestrados o encontrados, que requieran tratamiento y rehabilitación para su posterior liberación. 


“Cuando llegué hace diez años no había nada. Entonces el proyecto surgió por la necesidad de contar con un espacio donde recibir y tratar a los animales, y después llevarlos a su hábitat natural u otro lugar apto para que viva”, cuenta acerca del origen de la propuesta.


Más adelante detalla que “este espacio es la mitad del proyecto, que comprende dos partes: una abarca lo que se está haciendo en este momento, y la otra se está gestando. La primera parte es un área donde habrá un consultorio para hacer una rehabilitación mínima y una cuarentena de los animales que ingresan; hay animalitos que quizás no requieran medicación, ni tratamiento, pero se debe evaluar su estado, si se alimenta solo, si está enfermo, para que no aportemos un patógeno en el caso de liberarlo a su ambiente”.


“La segunda parte sería un área de mantenimiento y control, con jaulas para animales más grandes, se trata de un sitio transitorio, no es un muestrario, ni un zoológico, no sirve que se queden. Necesitan su hábitat natural o un lugar creado para ese animal”, aclara.


 Según estima, “por año se recuperan alrededor de 500 animales, las que llegan en mayor cantidad son las aves, tuvimos cóndores, pumas, corzuelas, liebres, reptiles en general, tortugas, lagartos, muchísimos animales. Por eso esto es un gran paso, un enorme avance, ya que si bien somos veterinarias no teníamos los insumos ni el lugar adecuado, teníamos que llevarlos a una veterinaria o a un lugar donde podamos atenderlos”. 


Con relación a las causas que motivan la llegada de los animales, dice que “en el caso de los mamíferos suelen ser cachorros que quedaron sin los padres porque los cazaron o los sacan para venderlos, porque cuando son chiquitos los quieren como mascotas. El mascotismo es la principal causa de tráfico de fauna silvestre, pues todo animal que pueda servir como mascota se vende y se paga, ése es el problema. Los otros animales que recibimos son de entrega voluntaria, los encuentran lastimados y los traen; o serpientes que aparecen en las casas y no se animan a sacarlas, nosotros vamos, las buscamos y las liberamos adonde tienen que estar”.


Con relación a su experiencia en estos diez años de labor, Marcolli comparte que “soy veterinaria porque amo lo que hago. La fauna silvestre me encanta, de todas las ramas de la medicina veterinaria es la que más me gusta, pero tiene sus contras. Por un lado, tenemos gente que ayuda a la conservación y, por otro, tenés a quienes les sigue enseñando a los chicos que trampear, hondear un pájaro está bien, eso bajonea un poco”. 


La responsable del área faunística considera que “cuesta trabajar en el Estado cuando se trata de los animales, por eso recién ahora se está poniendo en marcha un proyecto que tiene diez años. Por eso agradezco al secretario Juan Rosales y a mi director, el Ing. Marcos Bustos Cabanillas, quienes empezaron con esto”. 


Al referirse a la riqueza de la fauna catamarqueña, resalta que “es hermosa, es increíble la cantidad de animales que tenemos y, seguramente, la gente no conoce. Son miles de especies, la mayoría está protegida y son pocas las que se pueden cazar en las temporadas permitidas”.


En el transcurso de la charla, Marcolli menciona “la falta de conciencia y la crueldad con que se trata a muchos animales, porque al sacar un loro, una tortuga, de su hábitat estás matando por lo menos tres más, pues seguramente cayó algún huevo, se mató algún hermano o un padre, destruyeron su hábitat”.


Frente a esta realidad son necesarias medidas de prevención, de toma de conciencia. En esta empresa ayuda la educación, por ello “damos charlas en las escuelas, tenemos programas educativos muy buenos, y ahora se empezó un trabajo en equipo con Educación”, apunta, apuntando que “nuestro compañero Nelson Solohaga hace taxidermias de los animalitos que no sobreviven o encontramos muertos en el camino, para que los chicos puedan ver cómo estarían en su hábitat natural. El tema es enseñar desde lo que tenemos. Se hicieron también talleres informativos para adultos, para la Gendarmería y la Policía, estamos todo el tiempo tratando de dar a conocer la fauna y su conservación”.


En este camino de concienciación, la joven veterinaria de Ambiente recomienda que “enseñen a sus hijos desde el corazón, desde lo que no les gustaría que les hagan, mucha gente habla de un pajarito en una jaula hermosa, pero es lo mismo que a un chico lo encierres toda su vida en una habitación con los mejores juegos, las mejores ropas y no lo dejes salir nunca a ver a sus amigos. Siempre es importante que la población en general nos ayude en la conservación de las especies”. 

Los pumas, a Uruguay
 

Valeria Marcolli cuenta que “hay algunos animales que quedaron en casas de inspectores u otros lugares transitorios habilitados como La Soñada, pero siempre en forma transitoria. Los últimos fueron los tres pumas que estuvieron un tiempo en la Secretaría y después los trasladamos a Uruguay, porque en Argentina casi no hay lugares donde recibirlos, están sobrepasados y ya no se pueden recibir más ejemplares”.


“En Córdoba tienen unos 90 pumas en los diferentes lugares; en Salta también estaban colapsados”, detalla la veterinaria respecto de la situación de los felinos.


Asimismo, afirma que “es una de las especies requeridas como mascotas, mientras son pequeños, pero cuando los animales crecen, la gente se asusta, no los quieren, y ya no se pueden introducir. Además, son animalitos que demandan mucho gasto de dinero para mantenerlos”.

Artesanos vicuñeros
 

A través de la Dirección de Biodiversidad y el Departamento de Fauna Silvestre, se trabaja en la conservación de la vicuña. “Tenemos la autorización de la Convención Internacional sobre el Comercio de Especies Amenazadas de Fauna y Flora (Cites), organismo internacional que regula la actividad vicuñera”, apunta el secretario. 


“Acabamos de conseguir que los artesanos textiles locales realicen el trámite de certificación de sus prendas y de sus fibras en Catamarca, antes tenían que viajar a Buenos Aires para obtener las etiquetas que legalizaban la prenda”, señala, considerando que con ello “generamos un impacto social muy positivo en las comunidades originarias, porque ya no tienen que sufrir los gastos de traslado hacia la ciudad Buenos Aires, hoy ese sueño de los artesanos es una realidad”.


“También estamos trabajando en la implementación de un código QR para que a través de un celular se pueda comprar una prenda de fibra de vicuña de origen catamarqueño”, detalla el funcionario, agregando que el organismo a su cargo también cuenta con “el registro de artesanos textiles en fibra de vicuña, a través del departamento de Esquila y de Certificación de Prendas de Vicuña”.

Criadero de truchas en Los Ángeles
 

Rosales anuncia que “estamos próximos a inaugurar una obra muy importante, que es un criadero de truchas y alevinos en Los Ángeles. Ya está terminada, y ahora se está desarrollando el proceso de capacitación de las personas que se van a encargar de administrar el sistema de piletones y el criadero de truchas en sí”.


“Es una obra que la impulsamos conjuntamente con Producción y Obras Públicas, y va a servir sobre todo para repoblar los ríos de toda la provincia”, asevera.

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