La Agrupación “Azul y Blanca” de la delegación Regional Catamarca de la CGT (Confederación General del Trabajo) repudia el incesante como desmesurado aumento de las tarifas energéticas dispuesto por la Nación, que agrava la crisis del empleo en todo el país.

Sin tener en cuenta la creciente desocupación en la mayoría de los sectores productivos, la industria -particularmente pymes- como al comercio en general, el Gobierno Nacional acaba de autorizar incrementos del orden del 35%, que en el caso puntual de la energía ha generado una suba del 1.800 % desde que asumiera en diciembre de 2015, afectando además en forma directa a los usuarios comunes.

Para determinar el aumento en las tarifas, la gestión “macrista” tomó en  cuenta el incontrolado precio del dólar vendedor (en paralelo con la sideral suba de las tasas de interés en pesos) del Banco Nación de los primeros 15 días de marzo pasado. Esto en el marco de las recetas del Fondo Monetario Internacional (FMI), que no obstante advertir la “Inflación decepcionante”, una “mayor dolarización y salida de capitales”, insiste en recomendarle a Macri “la  necesidad de mayores ajustes”.

Esta circunstancia, que únicamente favorece a las empresas financieras, las generadoras de energía y a los sectores concentrados del agro con las expectativas de sus exportaciones, va en directo desmedro de las fuentes laborales, cada vez más comprometidas a raíz de la falta de consumo y el insostenible crecimiento de sus costos, especialmente en los servicios, y más precisamente de la electricidad, el gas y los combustibles.

Específicamente, en lo que respecta a la electricidad, los precios son fijados desde la Secretaría de Energía de la Nación y -aplicados por CAMMESA (Compañía Administradora del Mercado Mayorista Eléctrico)- son –obligatoriamente- trasladados a las distribuidoras provinciales, como en el caso de Catamarca, a la  EC SAPEM, y de esta a los usuarios.

A ellos debe agregarse el VAD (Valor Agregado de Distribución), que incluye los sueldos del personal, combustibles, materiales y gastos comerciales y administrativos, entre otros.

Mientras que el tercer componente del valor final de la energía son los impuestos y las tasas municipales, como la utilización del espacio aéreo, que hoy han llevado el precio de la energía a tarifas exorbitantes, inaccesibles para gran parte de la población y, muy especialmente, para los sectores productivos

Entre diciembre 2015 y febrero 2019,  el costo de la energía residencial aumentó un 1.800 %, porcentaje que elevó la facturación de CAMMESA a la EC SAPEM, de los $14.334.521,66 en diciembre de 2015 a los $215.772.877,84 de febrero de este año.

Cifras incontratables, que los catamarqueños, como el conjunto de los argentinos, sienten también en sus bolsillos, con salarios siempre por debajo de las más modestas expectativas inflacionarias.

Lamentablemente, se va llevando a la comunidad, y en especial al mundo del trabajo, a un estado de desesperación, como de insolvencia colectiva, que han convertido a la Argentina en un país inviable e invivible, por lo que desde la Agrupación “Azul y Blanca” de la CGT Catamarca, exigimos la más rápida como comprometida reacción del Gobierno de la Provincia para evitar un mayor deterioro de la ya afligente situación que atraviesa la mayoría de nuestros comprovincianos.

No es este el tiempo de los oportunistas, ni de los agoreros, pero tampoco el de los cómodos, ni de los insensibles, porque la situación de miles de catamarqueños reclama comprensión y respuestas urgentes. Y, en ese objetivo, anticipamos el acompañamiento solidario de los trabajadores catamarqueños y de los compañeros del movimiento obrero organizado, que siempre estuvimos en defensa que los que menos tienen y más necesitan.