El corte del servicio es por una deuda de 25 mil pesos
Un comedor que asiste a 120 chicos está sin luz hace más de un mes
La dueña de la casa donde se elabora y sirve la comida no puede pagar las facturas del servicio.El comedor “Gauchito Gil”, que funciona en el barrio 26 viviendas norte de la ciudad Capital, se encuentra desde hace un mes sin energía eléctrica. La suspensión del servicio, que se ejecutó en los primeros días del mes de abril, obedece a que la propietaria de la vivienda en la que se elabora y sirve la comida, María Rivero, no puede afrontar el pago de las facturas que en su totalidad ascienden a la suma de 24.800 pesos.
La falta de pago generó que la empresa Energía Catamarca Sapem cortara el servicio.
A pesar de la falta de energía que genera complicaciones para la conservación de los insumos, las mujeres no dejaron de preparar el almuerzo y la merienda para las más de cien personas que asisten diariamente a recibir la ración de comida.
En relación con el pago de las facturas, la propietaria de la vivienda asegura que con los 6 mil pesos de pensión por discapacidad que percibe mensualmente no puede pagar los montos de las mismas y realizar un plan de pago implica que permanecerá tres meses sin energía, hasta pagar la deuda.
En diálogo con El Esquiú.com, María Rivero, impulsora del comedor y dueña de la vivienda, dijo sobre la situación: “Ante la falta de pago de las primeras dos facturas, una por 7 mil y la otra por más de mil pesos, vinieron de la EC Sapem y me cortaron la luz, sacaron el medidor, cables, todo lo de la conexión. Desde los primeros días de abril que estoy sin luz, pero lo mismo el merendero y el comedor están funcionando. Es más, ahora me llegaron otras dos boletas, una por 4 mil y otra por 3.800 pesos. Con mi pensión de 6 mil pesos tengo que elegir entre que comprar la medicación y hacer la comida o pagar algo de las boletas que me llegaron pero aún así me la cortarían”.
En cuanto al monto de la facturación del servicio, Rivero explicó que “no estoy de acuerdo con los montos, es muchísimo. Pero igual trabajamos con la luz del día, estamos en el patio, cocinamos y damos de comer adentro a los que entran, el resto debe comer afuera. Atendemos a los chicos afuera en el patio hasta que comienza a oscurecer”.
La falta de energía también complica que los niños puedan recibir la ayuda de docentes que brindan clases de apoyo.
En relación con la búsqueda de una solución, la impulsora del comedor y merendero solidario, comentó: “Fui a la EC Sapem y el director nunca me atendió, la única solución que me dan es que pague la deuda que tengo, me dice que me pueden hacer un plan de pago por tres meses y la luz me la ponen cuando cancele la deuda que tengo. Me es imposible pagar ese monto, son casi 25 mil pesos, es impensado juntar esa plata”.
A pesar de las complicaciones que se presentan los chicos encuentran su ración de alimento todos los mediodías y las tardes, “Desarrollo Social me da una tanda cada quince días pero no llego con eso, si llego para una semana es mucho. De ahí el resto lo compramos las mamás, la verdura y carne la compramos día a día porque no tenemos donde guardar porque estoy sin luz. Los vecinos colaboran con sus heladeras cuando tengo algo que debo guardar, lo mismo con mi insulina”, cuenta María.
La única esperanza para los chicos del comedor “Gauchito Gil” es escuchar a María decir: “Cada día está más difícil pero no vamos a bajar los brazos porque los niños lo necesitan”.
Para acercar ayuda al comedor “Gauchito Gil”, comunicarse al celular 383 482-9235 o llegar al barrio 26 viviendas norte “Sol Hábitat”, casa número 3.