Informe especial

El emblemático CLUB SOCIAL celebra un siglo y medio de historia

El Club Social de Catamarca cumple sus primeros 150 años, y lo celebramos con un trabajo del profesor Juan Benjamín Alanís Campos.
domingo, 26 de mayo de 2019 06:00
domingo, 26 de mayo de 2019 06:00

Un siglo y medio de vida institucional celebra el Club Social 25 de Agosto, cuya sede se ubica en el corazón mismo de la capital catamarqueña.
El acontecimiento admite recorrer una pequeña reseña histórica de la emblemática entidad, y nada mejor que remitirse al brillante escrito realizado años atrás por el profesor Juan Benjamín Alanís Campos, un estudioso del tema que indagó en el Archivo Histórico de Catamarca, periódicos de la época, Libros de Actas del Club y la tradición oral de personas que han sido protagonistas en algún momento de tan rica historia. Aquí los párrafos salientes de ese trabajo.

La noche de los siete años
Se conoce en Catamarca con el nombre de “la noche de los siete años”, el periodo que va del 1° de febrero de 1862, que se inicia con la renuncia del Gobernador D. Samuel Molina y termina el 25 de mayo de 1868 con la asunción de la primera magistratura de la Provincia de Crisanto Gómez, lapso éste que se caracteriza por los desórdenes políticos y la inestabilidad de sus gobernantes.
A efectos de normalizar esta situación, por demás irregular de nuestra provincia, la nueva Legislatura organizó el Ejecutivo eligiendo Gobernador titular a Gómez para el período 1868-1871. Gómez era natural del departamento El Alto; gozaba de gran prestigio, espíritu que lo puso de manifiesto durante su misión de gobernante y muy especialmente en el año 1869.
Su colaborador inmediato fue  Francisco A. de la Vega.
Antes de cumplir seis meses de gobierno, Gómez solicitó se lo autorice ausentarse de la provincia por asuntos privados, licencia que le fue acordada desempeñándose en su reemplazo el Dr. Manuel José Navarro.
Navarro conservó al Ministro de la Vega, quien a los pocos días renunció, designando sustituto a Dermidio Ocampo prestando juramento el día 1° de Diciembre. Terminada su licencia, Gómez reasurnió el gobierno confirmando a Ocampo en el Ministerio.
El estado en que se encontraba la provincia era por demás deplorable, según lo manifestó el gobernador en su menaje a la Honorable Legislatura. Se carecía de escuelas en el interior de la provincia, el gobierno había caído en el más grande descrédito, no se pagaban los sueldos y así, en ese estado de cosas, Gómez se abocó a una compleja reorganización administrativa
Entre las obras realizadas durante su gobierno merecen citarse le creación de veinte escuelas primarias, del Concejo de Higiene, inauguración de la Iglesia Matriz, desmembramiento del Departamento de Piedra Blanca creándose en esta forma los Departamentos de Ambato y Paclin, construcción de la Cuesta de Zapata, embellecimiento de la actual Plaza 25 de Mayo... la fundación del Club Social.

Mucha división
La sociedad catamarqueña se encontraba dividida por odios y rencores políticos y personales -herencia de la tiranía- y corno medio de pacificar los ánimos y sacudir los espíritus que se encontraban estáticos y aletargados, era necesario formar un Centro Social que nucleara a todos los vecinos de Catamarca, con el ánimo de suavizar esas asperezas.
Las crónicas de los diarios de la época, dicen que comenzó a desarrollarse la idea de formar una Asociación con el nombre de Club Casino.
Efectivamente, el día domingo 2 de Mayo de 1869 se reunieron en casa del Dr. Joaquín Quiroga -ubicada en la esquina Sud Oeste de la intersección de las calles San Martín y Salta- un grupo de señores caracterizados de nuestro medio para cristalizar la idea del dueño de casa y del Dr. Eduardo Rutterffurd, de fundar esta Institución. En dicha reunión expusieron su pensamiento y espíritu que los guiaba, nombrándose enseguida un grupo integrado por los Doctores Quiroga, Rutterffurd y Cipriano Carreras, como encargados de redactar los Estatutos para esta flamante Institución, aceptando éstos de buena voluntad y consagrándose a este trabajo, con lo que se lograría apagar el fuego de las pasiones.
A este acto concurrieron 21 personas entre los que se cuentan Quiroga y Rutterffurd, Manuel José Navarro, Mardoqueo Molina, Bautista Ocampo, Cipriano Carreras, Angel Lobo, Hermógenes Correa, José E. Espeche, Miguel Correa, José Signan, Abel Terán, Eugenio Gallo, Samuel Molina, Dermidio Gómez, etc.

Éxito inmediato
De más está decir el éxito obtenido, por lo que se citó a una nueva reunión para el día 9 de Mayo e hs. 8 p.m. en casa de Quiroga, ya con muchos más asistentes, que fueron los fundadores del denominado Club Casino.
Quiroga era un romántico de la sociabilidad y la iniciativa fue un gran éxito. Se organizó allí una Biblioteca Popular, que elevó los socios a 82.
El día 12 de mayo se hizo una tercera reunión, para nombrar la primera conducción (ver recuadro) y establecer que “Para festejar tan grandioso acontecimiento nada más propicio que una fecha memorable, eligiéndose el aniversario de la Revolución de Mayo para su inauguración e instalación oficial.
Se cursó la siguiente invitación:

“Se hace saber a los Sres. Socios de la Institución y al público en general, que el Directorio ha designado el martes 25 del corriente a las 2 de la tarde, para la apertura solemne del Establecimiento, en celebración del grandioso aniversario de nuestra Independencia, para cuyo objeto se permite invitarles, contando con que se servirá honrarnos aquel acto con su asistencia. Al mismo tiempo el Club-Casino instalará una Biblioteca Popular, para lo cual hace un llamado a las damas de nuestra sociedad para la elección de las obras con que contarán sus anaqueles que servirán para elevación espiritual del pueblo. Esa biblioteca será de acceso a todos los amantes de la buena lectura sin distinción de escala social”.

Primera sede
El domicilio de la casa del Presb. Severo Soria, en calle República N° 730, fue el primer local en donde se estableció el Club, asistiendo los socios entre las que figuraban las primeras autoridades de la provincia, engalanando la reunión con la presencia las siguientes damas: Josefa O. de Quiroga, Waldina Cano de Navarro, Eumelia Acuña de Ocampo, Primitiva Segura de Molina, Clementina Cano de Navarro, Justina Salcedo de Ocampo, Neófita Auguier de Correa, Eloisa Bascoy de Torres, etc. Y entre las Srtas. Delmira Molina, Waldina Galíndez, Clara Ruzo, Rosa Acuña, Concepción Huergo, etc.
La instalación del Club Social no fue un hecho de la “clase alta”, sino eminentemente popular, ya que el vecindario todo se volcó a su sede. Y se cuenta que no se pudo bailar por la gran cantidad de gente que asistió.
Semanas más tarde se incorporó una confitería para hacer más amenas las visitas al club.
La institución comenzó a crecer y a afianzarse con múltiples actividades, tanto que de a poco fue quedando chica.
Por resultar el local un poco estrecho, resolvieron trasladar la sede a la casa ubicada en calle San Martín N° 629 entre Salta y Rivadavia, que había ocupado el antiguo Colegio Nacional, de propiedad de Pedro Cano. Se alquiló allí por el término de cinco años.

El teatro
La nueva C.D. integrada por el Dr. Quiroga y demás miembros Juan Bautista Ocampo, Mardoqueo Figueroa, Luis Sánchez, Manuel Molas y otros, propusieron construir un teatro y organizar una compañía de aficionados.
Se comisionó al arquitecto Caravatti para que proyecte un escenario y el costo del mismo.
La idea prosperó con éxito, y con el tiempo el Teatro del Club ganó integrantes y público.
La compañía de aficionados no contaba con ninguna mujer en su elenco pero las damas se encargaban de caracterizar a los artistas; pues entre ellos figuraba el joven Benigno Castro, a quien se le habían pagado 10 pesos por su caracterización de mujer, ya que nadie quería hacerlo.
Esta Compañía continuó deleitando al público de Catamarca con otras obras teatrales hasta aproximadamente 1888, época en que se trasladó la Institución a la calle República entre Salta y Rivadavia, en casa del Sr. Luis Caravatti, sin saberse la fecha exacta y su causa. 
El Club-Casino siguió ofreciendo a sus socios toda cuanta clase de espectáculos se presentase: teatro, tertulias, bailes, etc. Pero tiempo después hubo cierta tirantez entre los socios estando a punto de disolverse la institución; algunos de los asociados se separaron y según las crónicas periodísticas de la época consignan que un grupo de jóvenes están dispuestos a formar un Club Social para reunirse en alegres tertulias y pasar ratos animado.
Efectivamente, los nuevos jóvenes de esa “camada” : Javier Castro, Agustín Madueño, Guillermo Correa, Pedro Ignacio y Joaquín Acuña, Pedro Robin Navarro, Julio Herrera, Deodoro Maza, Federico Figueroa, Sinforeano Herrera, Pastor Olmos y otros, en 1897 solicitaron una nueva Personería Jurídica por intermedio de su Presidente Carlos A. de la Vega, constituyendo domicilio en calle Sarmiento -sede actual-. ¿A qué se debía esta nueva solicitud? Sencillamente, que se había cambiado el nombre de “Club-Casino” por el de “Club Social”.
En el cambio se disolvió la biblioteva.

Casa actual
En ese mismo año se trasladó el club a su sede propia actual; una casa que había pertenecido a Edilberto Correa, quien hipotecó esta propiedad en el Banco Nacional en 1889.
Nueve años después -1897- el Banco la subastó el día 18 de Septiembre, y fue adquirida por el Club Social.
Con tal motivo -a un mes y medio de la compra- el domingo 3 de noviembre se realizó en su nuevo local un baile inaugural
Fue un renacer institucional, con nuevos bríos.
Asistieron Rosario F. de Figueroa, Isabel de Romay, Carmen de Avellaneda, Esmeria A. de Gardel, María de de la Vega, Carolina Cubas de González, María Ocampo, Lucila Figueroa, Celia González, Teresa Sánchez, señorita Schereiber, Heraclio Correa, Edilberto Correa, Francisco de la Vega, Simón Avellaneda, Adán Quiroga, José M. Paz, Gustavo Ferrari, Juan José Ibáñez, Dermidio Galíndez, José Antonio Acuña, etc.
Por esa época el Club Social fue escenario de todo acto cultural en Catamarca. 
Pablo Pizzurno, ofreció en su sede, el 27 de Abril de 1899, una conferencia pedagógica.
Las fiestas de beneficencia para obras piadosas se realizaban en el local del Club Social. Esposas de los socios organizaban kioscos ornamentados con flores y fantasías, los que eran atendidos por las niñas, en que se vendían cédulas con distintos premios; los jóvenes de ese entonces rondaban los bazares; las señoras resolvieron que hasta que no se venda la última cédula no se bailaría; es de imaginar que los mozos compraban todas y en seguida la reunión se animaba.

Tiempos de cambio
Por espacio de un cuarto de siglo aproximadamente, el Club Social dio vida a Catamarca, mientras se iba madurando la idea de construir una nueva sede; para esto el Presidente Ernesto Salas había conversado con el Gobernador de la Provincia para ver las posibilidades de edificar un Hotel de Turismo u Hotel Casino en el mismo local; estas conversaciones se desarrollaron a lo largo de varios días sin llegar a ningún acuerdo.
Mientras tanto se pensó en ampliar el local, y para eso se entró en tratativas con el Obispo Carlos Hanlon, a fin de adquirir las casa del al lado que pertenecía al Obispado. Llegados a un acuerdo fue firmado el convenio ad-referendum del Club, por el precio de $ 25.000 pagaderos en tres cuotas.
En octubre de 1937 se concreta la venta con el inquilino Juan Navarro en la propiedad, lo que ocasionó un juicio de desalojo.

Crecimiento
El Club Social a lo largo de su existencia en Catamarca, continuó su proficua labor social-cultural.
Entre sus paredes, en sus reuniones habituales y diarias, se tejieron “comidillas”, se urdieron negocios,se concretaron fórmulas políticas y todo cuanto enjambre de bufonadas, que causaron unas veces miles de comentarios y otras hilaridad o enemistades momentáneas.
Catamarca vivió a veces momentos de grandes agitaciones en sus hombres y en sus instituciones y organismos, escuchando siempre la palabra sensata de sus mayores para salir triunfante de esos procesos históricos, discurrida dentro de sus muros.
Por décadas el Club Social fue Sede de la Escuela de danzas dependiente de la Dirección Provincial de Cultura, Rótary Club, Cámara Juniors, Club de Leones, Círculo Odontológico, Club de Pesca y Caza, Federación Económica, A.P.A.L. y otras instituciones que escapan a nuestra memoria.
El Club Social no solamente estaba destinado a hombres solos, sino también a señoras y señoritas, así es como tenemos cuatro damas socias fundadoras: Sra. Clara M. de Auguier, Pastora G. de Huergo y Srtas: Eloysa Bascoy y Rosario Díaz.
Club Social: confesionario de tantos amores, testigo de infortunios, abnegación de sentimientos, propósitos de tantos gobernantes, ambiciones de Hombres; hoy al recordarte después de más de un siglo de vida, lo hacemos con una sonrisa en los labios, con el rostro iluminado por la alegría, con una mirada de lejanía y de recuerdos, y de reconocimientos para nuestros mayores; emociones estas con tanto sabor a Catamarca. 

La primer conducción

Presidente: 
Dr. Joaquín Quiroga

Vice-Presidente: 
Dr. Eduardo Rutterffurd

Secretario: 
José González

Tesorero: 
Juan Bautista Ocampo

Ecónomo: 
Eleodoro Narváez

Vocal 1°: 
Dr. Manuel José Navarro

Vocal 2°: 
Cipriano Carreras

1° Suplente: 
Dermidio Ocampo

2° Suplente: 
Inocencio Giménez

3° Suplente: 
Lindor Sotomayor

4° Suplente: 
Santiago Díaz.
 

El discurso inaugural de Quiroga

Joaquín Quiroga, luego de entonarse el Himno Nacional, ofreció su mensaje el día de la inauguración, y señaló:

“Nos motiva la idea de cultivar los vínculos de amistad, fomentar el espíritu de asociación, a la vez de formar el gusto por el estudio de las bellas artes.
Pero señores, qué importa que nosotros no cosechemos el furor de nuestros actuales esfuerzos durante nuestra existencia material, si conseguimos llegar a nuestros conciudadanos y en particular a nuestros hijos nuestra memoria, ese segundo ser, osea el recuerdo de lo que fuimos y del bien que les legamos? 
Hagamos señores el bien, aunque sea a costas del matirio.
Que seamos dignos hijos de esos héroes, no ya por la espada sino por el cultivo de nuestras facultades morales e intelectuales, son los votos de nuestros colegas y amigos. Queda instalado el Club-Casino y su Biblioteca. He dicho”.

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