Cara a cara
“HAY MUCHOS ARGENTINOS QUE NO QUIEREN VOLVER AL PASADO“
HOY: NATALIA SASETA
Está en los últimos peldaños para recibirse de abogada. A los 26 años, manifiesta un alto sentido de pertenencia con Catamarca y dice estar orgullosa de su tonada. Es la presidente del PRO en la provincia. Cuenta que sus abuelos fueron Patricio y Nela, que sus padres son Patricio y Graciela, que tiene cuatro hermanos en el marco de una familia ensamblada. Familia que, por otra parte, está identificada tradicionalmente con la actividad comercial en el rubro bicicleterìa. Sostiene que Catamarca no crece y elogia a Eduardo Brizuela del Moral. Se jacta de haber practicado varios deportes, entre ellos fútbol femenino, vóleibol, basquetbol, hockey. Es candidata a diputada provincial en segundo término por Juntos por el Cambio. Es, además, la protagonista del Cara a cara a de este domingo: Natalia Elizabeth Saseta.
-¿Qué te impulsó a tomar la decisión política de militar en el PRO?
-Siempre cuento que en nuestra mesa familiar no se hablaba de política. Será porque vengo de una familia que trabajó siempre en la parte privada, como que nunca se dependió de los favores políticos y tampoco había una militancia definida por determinado sector político. Mi padre es hijo de inmigrantes y siempre nos inculcó que todos los días había que trabajar para ganarse el pan. Mi mamá es docente y continuamente se prepara para perfeccionar sus estudios y avanzar en su carrera. En ese contexto, en mi casa el tema de la política estaba ausente, pero a mí particularmente comenzó a interesarme cuando ingresé a la facultad (es una avanzada estudiante de abogacía) de la Universidad Nacional de Catamarca. Empecé a ver que había una división en la sociedad. Por esas cosas de la vida, nosotros (los argentinos) siempre estuvimos divididos. Así lo marca la historia desde sus inicios: unitarios versus federales, azules y colorados, River y Boca, ahora verdes y celestes. Yo estoy en contra de cualquier división, aún en el disenso y con pensamientos diferentes apuesto a la unidad porque somos todos argentinos por sobre todas las cosas. Y en este partido encontré el término medio de poder alejarme de los polos opuestos. Un partido con valores y que no discrimine por pensar diferente. Creo firmemente en la política como herramienta de transformación y siento la necesidad de hacer las cosas bien en todo lo que esté a mi alcance.
-Tus convicciones encontraron contención en el PRO.
-Así es. Nacido de la crisis del 2001, el PRO me proponía un espacio político parado en un punto lejos de lejos extremos. De hecho estoy en contra de lo que llaman “grieta”, porque me dolió mucho la Argentina del 2015. No podía creer lo que estaba viendo: gente atacada por pensar diferente. Había un fanatismo que no lo podía entender. Y no creo en el fanatismo hacia determinado político, simplemente porque no es bueno. El político está para servir al pueblo y no al revés, a eso lo tengo absolutamente claro. No es un cantante al que uno puede convertir en ídolo.
-Se vienen las elecciones del 27 de octubre. ¿Es posible revertir el resultado después del duro traspié de las PASO?
-Estoy convencida que sí. Se puede revertir la situación. Hay muchos argentinos que no quieren volver al pasado. El país que estamos soportando es el país que nos dejaron. Somos muchos los argentinos que no queremos un país donde todas las cosas se hicieron mal, un país identificado con la corrupción. No podemos permitir el país del “roban pero hacen”. Basta de esa muletilla tramposa, por favor: ¡se pueden hacer las cosas bien sin necesidad de robar! Estoy convencida de eso y voy a luchar contra la corrupción desde el lugar que me toque estar, y muy especialmente contra el “roban pero hacen…”. Hay una franja importante de argentinos que piensa que haciendo las cosas bien y no robando las consecuencias son favorables para la gente. Que las consecuencias son buenas cuando las acciones son buenas. Que no da lo mismo trabajar que no trabajar, estudiar que no estudiar; que no da lo mismo aquellos que se levantan todos los días a las 4 de la mañana para ir a trabajar que los que se levantan al mediodía sin hacer nada. Hay otro país: el del esfuerzo, el del trabajo y esto es lo que piensa mucha gente.
-Volviendo al resultado de las PASO.
-Respeto el resultado de las PASO porque respeto mucho al votante y a la voluntad popular. No voy a hablar de fraude porque creo que no fue así. El pueblo se manifestó en democracia y dijo con su voto que no estaba de acuerdo con determinadas políticas del gobierno nacional. El gobierno escuchó el mensaje, agachó la cabeza y pidió disculpas. Pero ya estamos trabajando de lleno para las elecciones que vienen. Nosotros votamos a Mauricio Macri porque estábamos convencidos de que queríamos un cambio y es sabido que cuando los cambios se producen tienen consecuencias, especialmente en el plano social. Es cierto que había que poner un esfuerzo de nuestra parte, pero la gente dijo “no puedo más seguir poniendo esfuerzo” y es válido. Así lo entendemos nosotros y estoy segura que se trabaja para corregir los errores.
-Hay en Catamarca una campaña de fuego cruzado entre oficialismo y oposición, y hasta acusaciones de la existencia de una “campaña sucia”.
-Considero que instalar en el debate temas sobre los cuales no se están hablando, no responde a una “campaña sucia”; más bien respondería a esa nominación decir que nosotros mentimos, como lo hacen ellos. Insisto: hay temas sobre los que no se están hablando con la profundidad que las circunstancias ameritan. Uno de ellos es el narcotráfico. Hay problemas que no se pueden esconder a la gente. Otro es la violencia y la inseguridad y que está pasando con la policía en Catamarca. Nosotros estamos caminando las calles y recorriendo el interior y escuchamos a los vecinos muy preocupados por la presencia de la droga en los barrios. Estuvimos en el Norte y escuchamos de muertes por ajustes de cuentas por cuestiones referidas a la droga. De esto parece que algunos se niegan a hablar y es una realidad que no podemos ignorar. ¿Qué hace y dónde está la política en Catamarca? Hace algunos años se inauguró un centro como el Humaraya, que hoy no está en condiciones de brindar ninguna contención cuando tiene que atender a chicos por problemas de adicciones. Si alguien quiere ciertamente recuperarse de las adicciones, tiene que irse a La Rioja, a Córdoba o a otro lado; aquí no se puede recuperar de la droga. A mí, como joven, me preocupa mucho esta situación. Hay que hablar del narcotráfico en Catamarca, porque son muchos los chicos que están sufriendo las consecuencias de la droga que, aunque lo quieran negar, está en todos lados.
-El tema droga actúo como disparador de una gran polémica entre oficialismo y oposición. Una polémica absurda, entendemos, tratándose de una problemática a solucionar entre todos los sectores de la sociedad.
-Me parece preocupante lo que pasó. Fue polémico que citen a los periodistas a declarar. No voy a hablar de la Justicia porque respeto profundamente a uno de los pilares fundamentales del Estado. Todos nos tenemos que preguntar que está pasando con la droga en Catamarca y si surgen evidencias investigarlas hasta las últimas consecuencias. El gobierno nacional planteó una dura contra el narcotráfico y algunos resultados positivos se vieron.
-Imaginamos los reclamos de los sectores más postergados que ustedes como candidatos reciben en tiempo de campaña política.
-Son muchas las necesidades que nos plantea la gente. Uno de los mayores problemas que vimos, especialmente en el interior, es la salud. Preocupa mucho que siendo médica la gobernadora de la provincia tengamos tantos reclamos de la gente. La falta de ambulancias y el mal funcionamiento de las postas sanitarias fueron dos de los puntos más criticados. En el sur, más precisamente en el barrio Santa Marta, vimos cloacas que están abiertas desde hace varios años y los vecinos conviven con ese mal olor. Una cosa es ver el centro de la Capital, que está muy lindo, y otra son las periferias. Es cierto, hay una crisis nacional que no la voy a negar; a la gente le cuesta llegar a fin de mes, pero hay cosas que las puede y las deben solucionar entre el gobierno provincial y el municipio capitalino. Lo que es evidente es que hay que replantearnos la forma de hacer política. Está visto que el asistencialismo es pan para hoy y hambre para mañana; con este sistema los políticos buscan que los más carenciados pasan a depender siempre de ellos. La consigna es: “yo te doy, pero no me falles cuando te necesite”. A la gente hay que darle algo más digno para que trabaje, o las herramientas para que genere su propio emprendimiento y pueda crecer por sus propios medios. Los vecinos también se quejan muchos por lo que tienen que pagar en impuestos. El tema de la inseguridad es terrible: hubo muertes hasta por arrebatos. Es muy preocupante la inseguridad que vivimos y la gente tiene miedo, a esto lo pudimos comprobar en nuestras caminatas por los barrios.
-¿Por qué considera que es difícil ser oposición en Catamarca?
-Sin duda alguna: es muy difícil hacer política siendo oposición en esta provincia. Porque hay una gran mayoría en la población que depende del sueldo de empleado público y muchas veces se ven condicionados a la hora de votar y hasta tienen miedo de expresar sus ideas políticas por temor a perder el trabajo. También luchamos contra esto.
-Es tan marcado el antagonismo en la provincia que para el oficialismo “está todo bien” y para la oposición “está todo mal”. Debe haber un punto medio entre ambas posiciones. ¿Cui es a su juicio?
-Considero que ésta es una provincia devastada. No se puede decir que está todo bien cuando no tenemos buena salud, cuando tenemos altos jefes policiales en situación complicada y la inseguridad se manifiesta todos los días. Creo que no podemos decir que estamos bien. Queremos docentes bien pagados, como en la época que gobernaba (Eduardo) Brizuela del Moral. Nadie habla de los sobresueldos en Educación; entonces debemos decir que sí hubo corrupción. Dicen que “Catamarca crece”…pero crece entre comillas. Se quejan, pero la Nación pone –y mucha- plata para que se hagan viviendas en Catamarca, y si no llega más es porque el gobierno provincial no rindió cuentas como corresponde. Nosotros podemos hablar mucho de la obra pública de Brizuela del Moral y de la infraestructura que dejó, de cómo creció la provincia en sus mandatos.
-¿Resultado complicado salir, dar la cara y pedir votos en tiempos marcados por una dura crisis económica a nivel nacional?
-Nuestro objetivo es escuchar a la gente, aún en tiempos difíciles. Es importante escuchar a los vecinos y sus interpretaciones de lo que está pasando. No tenemos ninguna soberbia que nos impida escuchar a la gente cuando dice que no llega a fin de mes, que no tiene para pagar la luz, el gas, o plantea tal o cual problema. Prestamos atención a los reclamos y canalizamos esas inquietudes a los organismos del gobierno en busca de una solución. Personalmente tengo una abierta predisposición a escuchar a los vecinos, porque hay gente que tiene mucho para aportar, al margen de los reclamos. Es una experiencia muy enriquecedora.
-¿Qué es lo que más le preocupa, teniendo en cuenta las grandes posibilidades que tiene de acceder a una banca en la Cámara de Diputados?
-Me preocupada demasiado, entre otras cosas, la violencia en la mujer. En realidad, estoy en contra de todo tipo de violencia. Está claro que no podemos dejar de hablar de la violencia de género cuando los números marcan que muere una mujer cada 33 horas en el país y cuando las denuncias se siguen multiplicando. Aquí en Catamarca, en una semana, murieron tres mujeres. Esto es preocupante. Hacen falta muchas políticas públicas para luchar contra esa violencia. En esto no hay que olvidarse del interior. Ser joven y mujer me impone muchos desafíos y la necesidad de asumir el compromiso de hacer algo desde el puesto que me toque actuar.
-¿Qué quiere para Catamarca?
-Sueño con una Catamarca plena de posibilidades, con turismo y muchos emprendedores. Con cada rincón de la provincia explotado laboral y turísticamente para que podamos mostrarlo al mundo entero. Sueño con ver a los jóvenes de Catamarca con oportunidades, que no se tenga que ir a estudiar en otras provincias carreas que no se dictan aquí. Que los jóvenes se queden aquí y valoren lo nuestro. Al catamarqueño le hace mucha falta el amor a lo nuestro. Estoy convencida que Catamarca va a crecer. Es tiempo de comenzar a amar lo nuestro. Tenemos un interior tan rico en tantas cosas, que no podemos seguir perdiendo oportunidades. Será por eso que me enorgullecen los artesanos que exportan sus obras al mundo, como estoy orgullosa de mi tonada y de ser y sentirme catamarqueña.n