Esta vez elegimos escucharlo hablar. Que nos cuente su rica historia como músico y guitarrista extraordinario. Un bueno entre los buenos. Un autodidacta que estudió música “ya siendo grande” y que se codeó con lo más granado de su ambiente en el país, luciendo su reconocido talento y esa mágica inspiración que genera admiración. Expresa su profundo reconocimiento a otro grande de la guitarra como es José “Pepe” Santillán, con quien durante décadas deleitó a la platea con Las 12 Cuerdas, un dúo que está merecidamente bien guardado en la memoria. La guitarra es su vida y se siente feliz a los 63 años, con medio siglo de acariciarla entre sus manos. Forma parte de una familia de músicos destacados y luce más feliz aún cuando alude al núcleo familiar que conforman su esposa Azucena del Valle Sánchez, sus hijos David, Juan Manuel, Virginia, Soledad, Mariana y Andrés, más los nietos que comenzaron a llegar. “Nadie es perfecto” diría Joan Manuel Serrat…y cuenta su preferencia por Boca Juniors. Es hijo de doña Albina Dolores “Lola” Robledo y Nabie Aníbal Zaffe. Rolando y Mirtha son sus hermanos. Por sobrados méritos, el protagonista del Cara a cara de este domingo es Raúl David Zaffe. La guitarra sabe muy bien de quién estamos hablando.

  -¿Te acordás de los primeros acordes de la primera  guitarra en tus manos?

  -(Sin dudar) Sí. Por ahí a los 13 años, empecé a tocar con Gorosito Barrionuevo, un muchacho que era profesor –quizá se jubiló ya- de guitarra en el Instituto Rubinstein. Él era un estudioso de la guitarra. Y comenzamos a tocar los dos, nada más que por sacarnos el gusto; en el barrio, en alguna esquina. Un día, aparece una señora, esas cosas que tiene la vida: era Clarita Alsina (llamada artísticamente “La alondra catamarqueña”), una reconocida cantora que vivía muy cerca de mi casa. Ella residía casi en la esquina de Chacabuco y 25 de Mayo y nosotros vivíamos por 25 de Mayo entre Mota Botello y Mate de Luna; era muy amiga de mis padres y siempre los visitaba para compartir unos mates. Cuando Clarita nos escuchó tocar la guitarra, nos dijo: “¡Qué lindo que tocan, justo ando buscando gente que me acompañe!”. Desde entonces la acompañamos en varias peñas y me acuerdo de una en especial, en el club Vélez Sarsfield. En esa peña apareció alguien que tocaba muy bien la guitarra y le decían el “Tapao” Santillán. Luego me entero: era José “Pepe” Santillán, por entonces el guitarrista estable de Carlitos Martínez y le dije a Gorosito: “¡Qué bárbaro, cómo toca ese tipo!”. 

  -Comenzaba a escribirse una rica historia…

  -¡Claro! Finalizada la actuación, se hizo una mesa grande y se armó una guitarreada inolvidable. Yo le entendía algo a la guitarra y “Pepe” ya lo dominaba muy bien al instrumento. De pronto me dijo que estaría lindo que nos juntáramos a tocar y  a la vez para acompañarlo a Carlitos Martínez. “Pepe” vivía en la calle Prado entre Vicario Segura y 9 de Julio, comenzamos a ensayar y a Carlitos le salió una actuación en Balcozna. Me invita a ser parte de esa actuación, te imaginás lo que fue para mí  acompañar  a una figura del folclore. De esa manera pasamos a ser los músicos de Carlitos.

  -Ya habías decidido tu carrera.

  -Fue cuando en ese tiempo iniciamos con “Pepe” a sacar con las guitarras temas instrumentales, que interpretábamos en medio de cada presentación de Carlitos. Te quiero ir contando paso por paso. Porque después nos tocó acompañar por un tiempo a Raúl (“El Indio”) Uribio, hombre de mucho prestigio en el folclore.

  -A todo esto, es bueno saber que en tu casa, siempre, pero siempre, sonaba una guitarra.

  -¡Siempre! Llegaban Edmundo Tula (chumbichano, padre de Nelson Tula, reconocido músico), el Flaco López, (Miguel Ángel) Cacho Villagra, el Payo Silva, Marcelo Amador con Los de Catamarca y tantos otros. Yo vivía en medio de tantas guitarras que realmente me volvía loco; era un placer difícil de describirlo en palabras…y bueno, la elección estaba cantada: la guitarra sería parte inseparable de mi vida.

  -Ahora viene el capítulo de Las 12 Cuerdas.

  -En una de las actuaciones acompañando al “Indio” Uribio, presenta a los músicos y hacemos con “Pepe” un par de temas instrumentales. Y ahí nos escucha un señor que luego me entero se llamaba Manuel F. Bustos (destacado periodista), quien tuvo conceptos elogiosos para el dúo de guitarras. El propio Bustos nos sugirió el nombre de Las 12 Cuerdas y así lo hicimos. Nos animó diciéndonos: “Tocan muy bien y son jóvenes”. Por ese entonces, Ramón Pellegrini (un amigo en común ya fallecido), que era amigo de muchos artistas, nos cuenta que tenía una amistad con don Miguel Moretta, presidente de la comisión del festival del Aguardiente, en Valle Viejo. Logramos entrar a ese festival y eligieron como revelación a Las 12 Cuerdas. Ahí nomás nos contrataron para el festival del Cabrito, en Recreo, y no paramos más con “Pepe” hasta el año 1986.
  -Pero la historia continúa…

  -En 1986 nos separamos con “Pepe” y armamos un dúo con Luis Bazán, con el nombre de Los Cabales, etapa que concluyó cuando Luis se fue con Los Duendes de la Música. Vuelvo a armar Los Cabales, esta vez con Miguel Melián y Luis Medina. Esto duró hasta que se juntaron otra vez Miguel, Luis y Lucio López en el grupo Americanta. Quiero destacar algo en el relato: de todas estas formaciones hay discos grabados. Es más: en los inicios de Las 12 Cuerdas con “Pepe” Santillán, grabamos lo que se llamaba un “disco simple”, con un tema de cada lado, para el sello discográfico Philips. 

  -¿Después?

  -Decido continuar con Los Cabales: se incorporan Norma Halmallán y Héctor Luis Vera, el sobrino del Jorge Rojas catamarqueño. Con el mismo nombre vuelvo al dúo, esta vez con Raúl Chanampa, hijo de Dardo Chanampa, hasta que Raúl se fue al exterior. Después me incorporo a Catamarca Tres, donde pasamos dos años muy lindos, con mucho trabajo, y soy un agradecido que los changos me hayan tenido en cuenta. Cuando se termina el ciclo con Catamarca Tres, hago un paréntesis en mi carrera hasta que decidimos volver a darle vida a Las 12 Cuerdas con “Pepe” Santillán, grabamos un par de discos muy buenos hasta el año 2017, que es cuando se genera una polémica en el marco de la Fiesta Nacional del Poncho y nos separamos. Mi idea era actuar con Los de Catamarca (estaba formado  por Marcelo Amador, Miguel Melián, Luis Bazán y yo) en el Poncho de Oro y luego seguir con Las 12 Cuerdas junto a “Pepe”. No se dio de esa manera, lamentablemente, y se acabaron Las 12 Cuerdas. Seguí con Los de Catamarca, grabamos un disco y al poco tiempo no funcionó más porque Amador ya estaba cansado y le puso fin al conjunto. Con los otros muchachos armamos Los Vidaleros, junto al contador Miguel Barcat, que es en lo que estamos actualmente. Además, es conocido que también acompaño a (Ricardo) “Torito” Arce.

  -Has tenido la ocasión de tocar con consagradas figuras de la música argentina.

  -Me tocó en suerte ser músico de Alfredo Ábalos, Roberto Goyeneche, Roberto Ayala, Claudia Mores y a todos los cantores de tango que venían de Buenos Aires. En la mayoría de las veces lo hice junto a “Pepe” Santillán. He tocado con el Trío San Javier, en la época de Carlos Bazán, Pedro Favini y Pepe Ragone; llegué a ser el bajista del grupo.

  -¿A cuántos instrumentos le sacas una melodía?

  -Las guitarras criollas, de cuerdas de acero y  eléctrica; el charango, que es mi pasión,  banyo y el cuatro venezolano. Y nada más…son los instrumentos que uso para grabar los discos. Hablando de grabaciones, he grabado con todos los artistas catamarqueños, o su gran mayoría. Esa es mi historia.

  -Tu figura se destaca porque sos un gran intérprete de la guitarra y destacado músico en un medio donde hay muy buenos guitarristas y grandes músicos.

  -¡En Catamarca hay muy buenos guitarreros! Tengo una profunda admiración por “Popy” Arréguez. Lo quiero como persona y lo admiro como músico. ¡Ni hablar de “Pepe” Santillán! Un grande en toda la extensión de la palabra. Con “Pepe” en Las 12 Cuerdas vivimos épocas gloriosas, inolvidables. Yo aprendí mucho de “Pepe”, me hizo guitarrista.

  -Alguien que quieras destacar a nivel nacional.

  -Maestros. Hoy, mañana y siempre: Los Indios Tacunau (hermanos Néstor y Nelson Tacunau). Los mejores, por lejos.

  -¿Alguna vez has tocado a la par del genial Luis Salinas?
  -Una vez nos juntamos en una guitarreada con Luis Salinas, Pepe Santillán, mi hijo David, Emilio Morales. Un lujo, realmente.

  -Te une algo especial con el Grupo Alternativa, del cual sos músico hace casi 20 años.

  -¡Por favor! Ese es un punto aparte. Ese grupo es el “otro yo” desde lo musical, porque me doy con todos los gustos en cada actuación. Hacemos música cubana, bossa nova, boleros, folclore. Les agradezco mucho a los changos, porque a la par que son excelentes músicos, son muy buena gente, muy compañeros, buenos amigos. Te puedo asegurar que el gran beneficio del conjunto es cómo nos llena el alma. Me apasiona tocar con ellos. Gran saludo y abrazo.

  -Formás parte de una generación de músicos, especialmente folcloristas, fundadora de varios festivales en la provincia, como el Membrillo en Las Juntas, el Zapallo en Balcozna, el Queso en Humaya, el Pimiento en Paclín y otros, además de organizaciones como “Catamarca Producciones” o “Catamarca te quiero”. ¿Qué recuerdas de esos tiempos?

  -¡Qué época! Con el amor que hacíamos los festivales. Primero acomodábamos las sillas y luego actuábamos en el escenario. Me alegro que muchas de esas fiestas de pueblo sigan vigentes. Me acuerdo de Paco Uriarte, Pepe Yunes, Rolando, Jacinto, los hermanos Cano, Manolo Rodríguez y tantos otros con los que formábamos una gran familia. Los tiempos han cambiado, aquello era todo corazón. (Visiblemente emocionado). Está bueno que traigas al presente todo lo vivido en esos años. Porque compartimos la vida y nuestros seres queridos y no puede ser que nos andemos peleando por tonteras. Yo los quiero a todos, porque vivimos cosas que no podrán repetirse jamás y ojalá este recuerdo sirva para mirar un poco hacia atrás y ver lo que fuimos: colegas, compañeros, amigos, hermanos de la vida. Y eso nos tiene que hacer reflexionar y volver a estar unidos para siempre. Aquello fue algo difícil de explicar en palabras. Algo que nos hizo crecer como personas y como artistas.

  -¿Algún elogio de una figura nacional que todavía recuerdes?

  -El de Alfredo Ábalos. Sin que suene a soberbio, pero me hizo sentir muy bien.

  -¿Un festival que te haya marcado de manera especial?

  -El de Jesús María. Gracias al recordado Luis Oscar Aísa, estuve dos veces con “Pepe” Santillán (Las 12 Cuerdas) y otras dos con Luis Bazán (Los Cabales). Imposible olvidar los aplausos, porque por suerte nos fue muy bien en nuestras actuaciones. En una de esas noches en Jesús María, tuve el privilegio de tocar un rato la guitarra en un camarín con el maestro Juanjo Domínguez.

  ¿Para cuándo “Zaffes en concierto”?

Alguna vez, hace más de 20 años, este periodista fue testigo de una inquietud periodística en una mesa de café de un conocido bar céntrico. La idea es poner en escena un espectáculo denominado “Zaffes en concierto”, teniendo en cuenta que son varios los integrantes de la familia Zaffe que se destacan en el arte de la música. El padre de nuestro entrevistado, Nabie Zaffe (más conocido como Aníbal) anduvo muchos años acompañando en guitarra a don Manuel Acosta Villafañe. Rolando es un reconocido cantautor, papá a la vez de Marcelo y Pipo, ambos músicos. Raúl es el padre de David, Andrés, Juan Manuel y Mariana (artísticamente conocida como Isabella Zaffi). Todos músicos. Con distintos instrumentos, diferentes estilos y una misma pasión: la música. Más de dos décadas después, le recordamos el hecho a nuestro entrevistado y esto nos dijo: “Sería buenísimo poder hacerlo, pero el tema es lo costoso de una producción de esas características. Sinceramente no están dadas las condiciones desde lo económico para concretar la idea; ojalá algún día se pueda dar”. Nos imaginamos dos horas de show. Para escuchar voces y ejecución de instrumentos por  parte de integrantes de una familia distinguida en el terreno musical.