Sin temor a equivocarnos: está en el podio de la generación de las nuevas caras de la política provincial. Integrante de una conocida familia del barrio El Mástil, representa a un joven hombre público del cual los vecinos coinciden de manera unánime a la hora de definirlo: “es de buena madera”. 

Actualmente es el secretario de Gobierno y Coordinación del gabinete municipal que preside el intendente Gustavo Saadi. En un saludable ejemplo del “deber ser” de cualquier político que se precie de tal, sin hacer alarde de gestos bien intencionados, eludió responder si los funcionarios del municipio capitalino aportan un porcentaje de sus salarios, algo que se conoce por todos lados.
 “Mejor que decir es hacer”, decía el General. Aferrado a sus nobles convicciones personales y políticas, nos dice que es un hombre de fe en Dios y, en especial, de la Virgen del Valle. Por sobrados méritos, el Cara a cara de este domingo propone conocer el pensamiento de Gustavo Ariel Aguirre. 

  -En el comienzo de la gestión de Gustavo Saadi al frente del municipio capitalino, le tocó atender algo que no estaba en los planes de gestión: el paro del sindicato municipal.
  -Sí, iniciamos la gestión municipal primero con un paro y después con lluvias que muchas veces generan daño en distintos puntos de la Ciudad. Y ahora, estamos en medio de una pandemia. Es decir, que en poco más de tres meses de gestión hemos tenido que trabajar en un marco de emergencias. De todas maneras,  considero que hemos podido sobrellevar de la mejor manera posible cada una de las situaciones que se nos fueron planteando. En lo referente al reclamo gremial intentamos dialogar en todo momento; a veces se pudo y otras no, pero con el tiempo fuimos logrando una forma de convivencia con la dirigencia gremial y tratamos de cumplir con los planteos que realmente eran razonables y que formaban parte de los derechos de los trabajadores. En un contexto democrático, desde el diálogo y la búsqueda de consensos estábamos convencidos de que íbamos a lograr cosas en conjunto. 

-Ahora, el desafío mayor: los embates de la pandemia.
  -La verdad es que nosotros asumimos con mucho entusiasmo con la idea de poner en práctica un proyecto de Ciudad que habíamos planificado en metas cortas, medianas y largas. Es un proceso participativo, amplio y con el protagonismo de todos los sectores de la sociedad para que hagan su aporte. Las pautas básicas de gestión para este año fueron marcadas por el intendente en su mensaje de apertura de sesiones, en marzo, pero a los pocos días cambió totalmente el escenario como consecuencia del avance vertiginoso de esta pandemia, lo que nos obligó a modificar rápidamente el orden de prioridades para poner todos los esfuerzos en atender las necesidades emergentes (ver aparte).
 

-En todas las acciones hay que destacar un valor extraordinario: el recurso humano.
  -Totalmente. Todo lo hecho en este breve tiempo nos permitió también tener una gimnasia de lo que es la gestión de gobierno municipal, establecer un vínculo con el gremio que, por supuesto, defiende los intereses de los trabajadores pero además tenemos acciones en conjunto para sacar adelante la Ciudad en el marco de esta emergencia. También antes de la llegada del coronavirus habíamos logrado un muy buen acuerdo salarial con el sector docente de la comuna, que alcanzó otros puntos importantes: creación de comisiones para hablar de calidad educativa, de incorporación de tecnología en la enseñanza, generar espacios de debates para entender los desafíos que se vienen en la educación del futuro. Creo que hemos construido reglas de convivencia fuertes para poder afrontar juntos esta crisis de la mejor manera. Se hizo en base a empleados comprometidos para que el municipio pueda responder a los reclamos de la gente. En esto tenemos que hacer un reconocimiento grande a los trabajadores municipales, cualquiera sea su relación o modalidad contractual que tenga con el municipio. Además, los funcionarios están las 24 horas del día a disposición para que podamos salir de esta situación.   

-En medio de tanto temor y desconcierto, todas las noches a las 21 hay un aplauso grande y merecido para los trabajadores de la salud y de seguridad, entre otros servidores públicos. Consideramos que, entre nosotros, los recolectores de basura de la Capital y otras ciudades merecen un reconocimiento público.
  -Absolutamente. Por supuesto que es así. Nosotros ya lo hicimos público en su momento. Es justo reconocer a esta gente que realmente se ha puesto la camiseta para mantener la Ciudad limpia y más teniendo en cuenta que no solamente está el peligro del coronavirus; también está el problema del dengue. El área de Salud viene trabajando con un plan de descacharrado, de fumigación y de concientización en los barrios. En un operativo sin precedentes en la Capital, por lo menos hay 150 barrios fumigados, especialmente donde había históricos lugares de acumulación de chatarra. Esto nos permitió tener estadísticas sobre el dengue, cuyos números están muy por debajo de lo que sucede en otras provincias con  este problema.
 

-Hoy (la entrevista se hizo el pasado jueves) en la tapa del diario Ámbito Financiero aparece el gobernador Raúl Jalil con esta frase: “El pos virus será para el diálogo y no el conflicto; se ejercerá la cultura del diálogo”. Creemos es el pensamiento mayoritario de la dirigencia política argentina para terminar con tanto enfrentamiento.
  -Totalmente de acuerdo. Por este momento que vive toda la humanidad, seguramente se producirá una gran transformación, por lo menos así lo deseamos, fundamentalmente de los valores. Que la solidaridad sea el valor que tengan los seres humanos entre sí. Se vienen problemas en el futuro a una escala global y por lo tanto es necesario entender en todos los ámbitos que nadie se salva solo, ni como país ni como persona. Ojalá esto nos lleve a la gestación de un hombre nuevo, con una mentalidad distinta; más solidario y menos ambicioso, atento a lo que le pueda pasar al otro. Un hombre que deje de lado las vanidades y el sálvese quien pueda; dejar atrás la ambición desmesurada. En ese contexto, considero que el sistema político argentino ha funcionado muy bien en esta crisis. Ha dejado de lado la grieta infernal que veníamos teniendo y que, en el fondo, es una grieta histórica. Más allá de las coyunturas, el país viene desde 1810 y antes también, con grietas;  y tal vez ésta sea una gran oportunidad para entender que hay que ponerse de acuerdo en determinados temas y que seguramente habrá otros espacios para la discusión de los matices. Pero es necesario, en el fondo, establecer un núcleo de coincidencias que nos permita crecer como sociedad y avanzar como país. Creo que la dirigencia política ha cerrado filas en poner en la escala de prioridades valores humanos como lo es, básicamente, la vida; más allá de las ideologías y los matices.  

-Todo un tema el comportamiento político en el país.
  -Comparto la idea de que la política, como sujeto institucional encargado de administrar el Estado, cuando toma decisiones que implica realizar esfuerzos económicos, o de otra índole, a distintos sectores de la sociedad, también debe estar dispuesta a hacer lo mismo. Si nosotros, como miembros del Estado, les pedimos a los otros que hagan un esfuerzo, también nosotros debemos estar dispuestos a hacerlo. Hasta ahí estoy en un todo de acuerdo. Pero no estoy de acuerdo en algo: el aprovechamiento que hacen algunas personas de aquel planteo legítimo para promover un discurso desde la anti-política. En el fondo, lo que buscan es la existencia de un Estado frágil que pueda sucumbir frente a la lógica del mercado y sus reglas. En otras palabras: intentando deslegitimar a toda la dirigencia política, o al sistema político; en el fondo también estamos deslegitimando al Estado, a su funcionamiento o a las prioridades que establece el Estado. Y muchas veces eso se hace para ganar terreno en favor del mercado y lo que impone las reglas de las ganancias, en contra de un Estado presente que trata de buscar equilibrio entre los que menos tienen y los que más tienen. Básicamente, es lo que pienso en relación a este debate que se viene dando en estos días. 

 -¿Qué nos va a dejar como enseñanza esta crisis?
  -Lo que hemos aprendido en esta crisis mundial, es la necesidad de tener un Estado presente con capacidad de dar respuestas a los que más están padeciendo esta grave situación, y una dirigencia política firme y legitimada para cuidar a los seres humanos y no dejarse presionar por las exigencias económicas del mercado, al que sólo le interesan las ganancias. Claro que la política se tiene que ajustar y tener gestos, pero  es injusto caer en  que todos somos unos sinvergüenzas, unos corruptos; vagos y malos. En este extremo, lo único que estamos logrando es que la gente descrea en el sistema democrático y en el rol del Estado. ¿Y quiénes ganan con esto? Solamente los poderosos del poder económico, los únicos beneficiados.
  -Por su formación personal, profesional y familiar, no hay lugar para un pensamiento ligado a la corrupción o alguna irregularidad. 
  -Categóricamente. Vengo de una familia con valores, de raíces humildes que logró las cosas con mucho esfuerzo. Es algo que siempre tengo presente para poder comprender las necesidades de los demás, jamás perder la humildad y tener la cabeza al servicio del bien común. Las normas que me inculcaron mis padres son muy claras en todos los órdenes de la vida: constancia y esfuerzo para alcanzar los objetivos; nada de buscar por el camino más corto. Esa es mi guía para manejarme en la vida. Mis padres me permitieron crecer en un entorno de paz y contención; me dieron las oportunidades y las herramientas para poder estudiar y poder desarrollarme sin tener que pensar en nada malo.  
 -Después del virus, se viene la etapa de reconstruir el país.
  -Vamos a tener que estar todos juntos y trabajar por una sociedad que viene sufriendo mucho y padeciendo problemas de valores; económicos y sociales. Hay una pobreza estructural que en la Argentina no debiera existir y sin embargo existe. Salir de esta pandemia sólo será posible si lo hacemos de buena fe entre todos, trabajando mucho para salir adelante. Ojalá salgamos fortalecidos de esta crisis, como sociedad y como país.                                    

Hacer lo que se debe

Consultado sobre las respuestas de la Municipalidad de la Capital en una situación de emergencia como la que estamos viviendo, el Dr. Gustavo Aguirre nos informó:
  -Lo primero fue crear un Comité de Crisis encabezado por el intendente Gustavo Saadi.
  -Solicitamos al Concejo Deliberante la declaración de emergencia sanitaria, para poder contar con las herramientas necesarias y dar respuestas más inmediatas. El CD nos apoyó por unanimidad.
  -Redefinimos el funcionamiento del municipio, estableciendo cuáles serían las áreas que en el marco de esta emergencia iban a tener la consideración de indispensables, para poder cumplir con los servicios básicos. Esto nos permitió decirles a muchos empleados que se queden en sus casas a cumplir con el aislamiento y, por otro lado, afectar a los recursos humanos necesarios para afrontar la situación.
  -Se implementó una estrategia de enseñanza a distancia para los alumnos del Sistema Educativo Municipal, que están siendo permanentemente monitoreados.
  -Se modificaron los horarios y turnos de recolección de basura y barrido de calles, para evitar mayor circulación y cuidar a los trabajadores.
  -Más de 100 empleados municipales del área de Salud están trabajando en los operativos junto a gente de la Provincia: control de ingresos, prevención, detección temprana de posibles casos de coronavirus.
  -En lo que respecta al dengue, se montó un operativo sin precedentes de descacharrado y fumigación en la Ciudad.
  -Estamos trabajando en el control de precios en la cadena de supermercados y comercios de proximidad, a partir de un convenio firmado con Defensa del Consumidor.
  -En la parte social, estamos asistiendo a familias de escasos recursos, personas de grupos de riesgos y sectores informales de la economía que están con problemas alimentarios.
  -Controlar el cumplimiento del aislamiento social, preventivo y obligatorio.
  -Promoción de actividades culturales, recreativas y deportivas a distancia.
  -Trabajo de acompañamiento psicológico, legal y social de los consejos multisectoriales.
 

Personal

 -Nombres y apellido: Gustavo Ariel Aguirre.
-Padres: Juan Pedro Aguirre y Ramona Cristina Avellaneda.
-Hermanos: Daniel y Natalia.
-Esposa: Erika Saccher.
-Hijo: Francisco (dos años)
-Estudios: Jardín, primaria y secundaria: Escuela Normal de Maestros Fray Mamerto Esquiú. Recibido de abogado en la Universidad Nacional de Córdoba. 
-Personaje: “A partir de la lectura de su pensamiento y sus ideas, Don Arturo Jauretche. Alguien que me introdujo con más fundamentos en la política, después de haber participado activamente en los centros de estudiantes. Con un origen radical, Jauretche tiene bien en claro el pensamiento nacional y la defensa de los sectores populares, lo que me permitió incorporarme luego al peronismo”. 
 -Un club: River Plate.
-Lo mejor de un fin de semana: compartir con mi familia y practicar deportes al aire libre.
 -Un deporte: “Cuando era chico corría triatlón.  Incluso estuve considerado a nivel nacional en esta disciplina. También hacía mucha natación, fútbol, básquetbol, vóleibol. La disciplina en el deporte me ayudó mucho para las otras actividades de mi vida. Ahora, con muy poco tiempo disponible, hago un poco de gimnasio cuando puedo, lo que llaman ejercicios funcionales”.
 -Cargos: fue subsecretario de Asuntos Parlamentarios de la Cámara de diputados de la Provincia, gerente de la Región NOA de ANSES, subsecretario de Asuntos Institucionales, subsecretario de Asuntos Municipales y actualmente secretario de Gobierno y Coordinación de la Municipalidad de la Capital
-Un deseo: “Quiero para mi Catamarca la capacidad de poder encontrar la vía y la clave del desarrollo; que podamos crecer los catamarqueños en un marco de inclusión. Un desarrollo pleno con igualdad de oportunidades, donde podamos erradicar la pobreza y todos los comprovincianos puedan acceder a los servicios básicos de calidad. Que los catamarqueños, para ser felices, no necesitan ni mirar y menos irse, a otro lado. Una Catamarca totalmente integrada entre interior y Capital”.