Pandemia mata pasión: moteles catamarqueños en crisis

viernes, 29 de mayo de 2020 17:26
viernes, 29 de mayo de 2020 17:26

La pandemia y el aislamiento social obligatorio generó una crisis que impactó a muchos sectores y los moteles son algunos de ellos. En Catamarca, provincia donde no se registraron casos de Covid-19 hasta el momento, la situación es crítica.

Con una publicación en Facebook, el motel Chocolat anunció que cierra sus puertas. “Muchas gracias por estos tres años de amor, pasión y fidelidad. Nuestro abrazo para todos en estos tiempos difíciles, hasta siempre!”, expresaron.

El motel de ruta 4 era uno de los más nuevos del valle central y ofrecía una amplia gama de habitaciones y servicios.

Días atrás, el propietario del reconocido motel El Edén, Emiliano Sochi, realizó otra publicación en su Facebook sacando a luz la dramática situación que les toca atravesar.

“No me dejan abrir mi negocio. No puedo pagarle a mis empleados (con 20 años de antigüedad) el tercer mes de suelo, porque no me dejan abrir”, dijo. Sochi detalló que pagó los dos meses anteriores en una erogación que le costó un millón de pesos.

El comerciante remarcó que bajo ningún punto de vista deja de preocuparle el “virus maldito” pero solicitó a las autoridades ser más justos y criteriosos con los comercios que se habilitan para su funcionamiento.

Una situación complicada

Los moteles en sí no representan mayor riesgo de contagio que otros lugares en cuanto a lo edilicio. De hecho en restoranes, bares y gimnasios asisten más personas al mismo tiempo que a habitaciones donde acuden dos personas. Los empleados no tienen contacto directo con los clientes y pueden utilizar elementos de protección, además de las medidas de higiene recomendadas.

El punto está, aparentemente, en los contagios entre personas, ya que un encuentro íntimo supone una cercanía extrema entre las parejas que usan las habitaciones.

Días atrás en Rosario, donde sí existen los casos de coronavirus, la gerenta de un albergue transitorio señalaba que el movimiento de personas que generan es muy inferior al de negocios como los de pago de impuestos y servicios, bancos y supermercados.

Mientras docenas de familias dependen del trabajo en este rubro, los propietarios de moteles aseguran que trabajan con estrictas normas de higiene incluso desde antes de la pandemia.

Juan Manuel Flores, el propietario Fogus, uno de los “telos” más reconocidos de Neuquén, dijo a la prensa semanas atrás que “no hay comercio más desinfectado que el nuestro; limpiamos la habitación luego de cada turno, desinfectamos, lavamos las sábanas, y lo más importante es que no existe ningún contacto estrecho entre empleados y clientes”. Agregó que su rubro está considerado dentro del sector hotelero, por más que tengan poco en común con un hotel. “No tenemos lobby, no hay contacto entre el personal y los clientes, y quienes vienen son personas de la ciudad, no turistas. No somos un hotel”.

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