Este sábado reabre la tradicional feria de frutas y verduras en la plaza de Choya. Desde la secretaría de Ambiente de la Municipalidad de la Capital informaron que se intensificaron los trabajos para los cuidados correspondientes. 

La Sec. De Gobierno y Coordinación, Sec. De Protección Ciudadana recorrieron los alrededores de la Plaza de Choya, donde trabajará personal municipal para que respeten la distancia entre vecinos y la mantención del mismo, también estará presente la “Brigada de Prevención" del COVID-19, llevando a cabo el operativo que viene realizando en el casco céntrico de la ciudad. Cuídate, cuídanos.

La subsecretaria de Salud del municipio capitalino, Fernanda Lagoria, explicó que la tradicional feria estará habilitada en el espacio público que se encuentra en plena remodelación y que esto permitirá un mayor control. Entre las medidas indicó que el espacio será reducido para la disposición de los feriantes y que tendrá un solo sentido de circulación. Cada uno de los puestos mantendrá distancia entre sí, cuyos espacios ya fueron delimitados. También pidió a la comunidad en generar que no concurra en forma masiva y que se evite la aglomeración de personas y por supuesto será obligatorio el uso de barbijos.

En este sentido solicitó que se evite la concurrencia de menores de edad y de adultos mayores de 65 años, quienes están contemplados en los grupos de riesgo. Lagoria detalló que la continuidad de su funcionamiento dependerá de la responsabilidad tanto de feriantes como del público en general.

La medida se tomó luego de largas tratativas con las personas involucradas en su funcionamiento, tanto feriantes como personal municipal, hasta que se definió el protocolo que regirá para su funcionamiento.

Explicó que el municipio seguirá avanzando en la resolución de otros pedidos ya elevados como sucede con otras ferias de la ciudad.

Precaución

La funcionaria destacó también que es necesario que no se concurra con niños a los espacios públicos, ya que son portadores de una alta carga viral.

Comentó que los niños generalmente son más reacios a la higiene de manos y a usar el barbijo y que esto los expone a que al manipular cualquier objeto puedan ser transmisores del virus.