Cara a cara

Mano a mano con El Esquiú, Arevalo habla de todo

domingo, 16 de agosto de 2020 06:00
domingo, 16 de agosto de 2020 06:00

HOY: WALTER ARÉVALO 

Fue conductor de colectivos. Hoy conduce el SOEM (Sindicato de Obreros y Empleados Municipales) de la Capital. Peronista y rebelde en contra de todo lo que considera injusto, como el hecho de que la Justicia fue a buscarlo en la casa de sus padres (Ana María y Jacinto Alberto) “de manera irresponsable”, recientemente. Dice no arrepentirse de nada y desmiente la falta de respaldo de sus afiliados. Valora el apoyo de su familia, en especial de sus hijas Valentina e Isabella. Está convencido de que la solución al conflicto laboral pasa por un mano a mano con el intendente Gustavo Saadi. Es Walter Alberto Arévalo, con sus convicciones, dispuesto a dar batalla “a la hipocresía política”. Hace tres años inauguró la sala de computación y biblioteca del sindicato y le puso el nombre de “Raúl Patricio Scolamieri”, de quien habla con admiración y respeto.
El viernes a la noche, tras una orden de detención librada por el fiscal de turno, Horacio Brizuela, Walter Arévalo fue arrestado, permanece alojado en la comisaría de la localidad de Santa Rosa. Esta entrevista fue realizada días antes de que sucediera la detención.

  - Hace 6 años que está al frente del SOEM. ¿Este es el momento más difícil de su gestión?
- No. Hubo momentos más complicados: entre 2011 y 2014. Diría que fue la peor época que tuve como dirigente sindical. Porque peleamos contra los intereses que quería imponer el poder político y también contra la dirigencia que estaba en el gremio hacía 30 años. Tuve que aguantar persecuciones, traslados; no me dejaban entrar al trabajo sin previa notificación. Es decir que todo esto que está pasando ahora ya lo viví, ya lo conozco. Recuerdo una charla con (Pedro Armando) “Uto” Carrizo, de quien aprovecho para decir que lo consideraba un buen tipo por su historia sindical; él no aceptaba mis formas de actuar y teníamos diferencias de personalidad. En esa charla me dijo que tenía “el cuero duro, como dinosaurio”; creo que por esos tiempos también empecé a endurecer mi cuero y eso hace que hoy la situación sea un poco más llevadera.

  - Al otro día de los hechos, cuando repasa lo que hizo y lo que dijo, como por ejemplo que “los fiscales son unos cagones”, ¿no se arrepiente de algo?
  - Básicamente, no podría dar una opinión respecto de eso. No. No me arrepiento de nada. Porque todo lo que digo, lo pienso. En esta semana me pasó aguantar los embates de dos personas. Una es la señora que me increpó y que no conozco, y a la otra la conozco de vista, porque cada vez que vamos a hacer trámites en el banco, vamos a esa playa de estacionamiento. Me preguntó cuándo volveríamos a hacer un paro, pero todo fue en tono de conversación. Sabemos que las movilizaciones afectan a la actividad. Pero esa persona me encaró bien.

  - ¿En cuanto al mensaje para los fiscales?
  - Repito: lo dije porque lo pensé así. Es fácil encarar a un trabajador, es fácil encarar a un chango común y corriente que anda con una camisa de grafa, pero es difícil enfrentar al poder político con el cual nosotros nos enfrentamos. Ciertas cosas me causan gracia: en 24 horas me imputaron, me pintaron los dedos y hay casos grandes de corrupción por los que hasta el día de hoy ni siquiera fueron citados los que fueron denunciados. Me refiero a la doble vara con la que miden las cosas: porque estoy seguro de que si yo era un tipo que andaba de traje, pronunciaba mejor las “eses” o tenía el dialecto hipócrita de la política, no me pasaba lo que pasó ese  día viernes.

  - ¿Qué hubiera pasado si un fiscal le respondía en los mismos términos?
  - No puedo contestarle porque no lo hicieron. Pero me permito suponer: quisiera conocer la fundamentación de lo que digan. Soy respetuoso de la opinión de los demás. Hay gente que no está de acuerdo conmigo, pero la respeto. Insisto: lo que le dije a los fiscales,  lo pensé. No es una agresión directa. Vemos que a un pibe que se droga lo meten preso, lo imputan, lo tienen detenido. Y los que la venden, y en muchos casos se sabe quiénes son, andan en sus 4x4 como si nada. A eso me refiero: es fácil privar de la libertad al más débil, los que tienen poder y hacen daño, andan tranquilos en la calle.

  - ¿Cree que lo quieren ver preso?
  - No sé si pasa por verme preso a mí, tampoco tengo miedo. Lo que sí quieren hacer es quebrar lo que yo represento, al sindicato y sus trabajadores, ese es el único interés que tienen. Incluso el hoy Gobernador hablaba de pedirle al juez federal mi detención cuando tuvimos la pelea con OSEP (Obra Social de los Empleados Públicos). Lo que quieren es que la gente deje de protestar, siga siendo sumisa y se siga sometiendo al poder político de turno. Me hacen recordar al excandidato presidencial (José Luis) Espert, que representa a la ultraderecha, tienen el mismo pensamiento. Un gobierno que se dice popular y que hace alarde de que la columna vertebral del partido es el movimiento obrero, hoy piensa en meter preso a un dirigente sindical. Y se la pasan hablando de mística revolucionaria y de igualdad en la sociedad.

  - Públicamente lo trataron muy mal en los últimos días: le dijeron de todo, hasta mafioso. ¿Cómo repercute el tema en su familia?
  - Mire: mis hijas conocen quién soy y cómo soy. Una de ellas tiene 20 años y está estudiando abogacía, lo que para cualquier padre representa el logro más importante que pueda tener: la realización de un hijo. Mientras tenga el apoyo de mi familia, especialmente de mis hijas, voy a seguir en esto. Siento que a veces  se preocupan, pero a la vez me hacen sentir ese apoyo incondicional que no tiene precio; es gente que realmente me ama.

  - Sabe que está prohibido cortar rutas y calles, y sin embargo lo hace.
  - Sé que no se puede cortar una ruta, pero una calle es una alternativa. Estoy ejerciendo el derecho constitucional de protestar. Si la policía no encuentra los medios para la libre circulación, es un problema de la policía. Y no lo digo de manera despectiva ni nada que se parezca. Si se hace un análisis del propio microcentro, todos los días es un caos vehicular y no es por culpa de Walter Arévalo.

- ¿No estaría bueno pedirle disculpas al vecino?
 - Y yo le pregunto: ¿por qué? A mí me eligieron los compañeros y ellos me pusieron ahí para encontrar solución a los problemas. Además, le digo: muchos vecinos están de acuerdo con nuestra protesta. De todos modos, no me cuesta nada pedir disculpas al vecino. Es más fácil echarle la culpa a Walter Arévalo que preguntarle al Intendente por qué no encuentra una solución. A esta nueva gestión no la puedo ubicar, no logro entenderla. El capricho y el orgullo no son buenos.

- La recolección de basura fue declarada “servicio esencial”. Desde el municipio dicen que cada vez tiene menos apoyo de los trabajadores y que hasta los delegados le pidieron que diera un paso al costado. ¿Es cierto esto?
- Ese es el gran problema con esta gestión: desde el día que comenzamos con los paros, llamaron a dos delegados para coimearlos, y eso es mala intención. Hoy, los 50 delegados que tiene el gremio están marchando. ¿Qué más puede decir la patronal? Ellos juegan al divisionismo. Veamos: hace cinco meses que el país está parado y más de la mitad de los trabajadores no está trabajando. La recolección de residuos no es un servicio esencial, ahora lo incluyen por el tema de la pandemia. De todas maneras, les recuerdo que dentro del cuarto oscuro el miedo (al descuento de sueldo, al traslado, al abuso, al sumario) no existe. Hoy la policía nos cuida, y no nos olvidemos que la policía, cuando quiso una mejora salarial, impuso un estado de sitio en la provincia.

 - A esta gestión el SOEM le hizo un paro el mismo día que asumió. ¿Por qué?
 - No fue así. Hicieron creer esa versión. Veníamos de un proceso de conciliación obligatoria. Ya estaba dispuesta la medida de fuerza porque Raúl Jalil, el actual gobernador, había prometido vetar la ordenanza de servicios esenciales y otras cuestiones, entre ellas el de OSEP, y aún sigue siendo un problema el cobro del plus médico. (Gustavo) Saadi asume con un mensaje “tribunero”. Fuimos a la hora que nos citaron por radio y hablamos con él sobre varios temas. Uno de ellos fue la precarización; ellos estaban en contra de un proyecto que no conocían. Jamás pedí una planta permanente para un precarizado, pedí que sean beneficiarios de los nuevos nombramientos. De arranque vinieron con una visión absolutamente negativa en contra de mi persona y el movimiento obrero, y ello llevó a que retomemos las medidas de fuerza cuando podríamos haber firmado un acta compromiso para analizar la cuestión.

- ¿Cree que esto se soluciona con un mano a mano, frente a frente, entre usted y Gustavo Saadi?
  - Totalmente.

  - ¿Y por qué no se concreta ese encuentro?
  - No lo sé. Este nuevo conflicto se generó porque echaron trabajadores precarizados y no tenía nada que ver el sindicato. Pidieron una sanción económica al sindicato cuando, insisto, no teníamos nada que ver.

 - Por su parte, ¿nunca intentó concretar ese encuentro con el Intendente?
  - Siempre tuvimos predisposición al diálogo. Es más: el ministro de la Vivienda, Fidel Sáenz, habló con un delegado de nuestro gremio (Pedro Garnica) y tiene conocimiento de que a esto lo solucionan el intendente y el secretario general del gremio. Planteamos no discutir el tema de la precarización en el marco de la dirección de Inspección Laboral (DIL), porque entre los pasos a seguir está la judicialización de algunas cuestiones. Mi responsabilidad es acompañar a los trabajadores en todas las instancias que se presenten. El otro tema es discutir el aumento salarial.

- ¿Se soluciona también si le ofrecen, por ejemplo, una diputación?
- Nada que ver. No hay de mi parte una ambición política.

- ¿Es cierto que su bronca viene porque su esposa fue desplazada del cargo? (era directora del área de Tránsito).
- Esa es una de las bajezas con la que se maneja la gente que no tiene capacidad para encontrar soluciones por el lado que corresponde. No es real. La cuestión es mentir y desviar el eje de la atención hacia otro lado. Mi compañera (María Eugenia Varela) tiene 22 años en la Municipalidad y hasta inventaron que yo la hice nombrar. También que es funcionaria en el gobierno de Raúl Jalil y ella está prestando servicio en el Centro de Emisión de Licencias. A propósito de este tema: aquí se pone de manifiesto la doble vara con la que se miden las cosas. Hablan del empoderamiento en defensa del género, pero resulta que si es una militante, como es el caso de Susana Zenteno, es porque hay gente que no la quiere dejar gobernar; y en el caso de mi señora vemos a los mismos militantes peronistas que me atacan acusándome de manejarla como si fuera un objeto. Y están muy equivocados: ella tiene sus capacidades y sabe cómo actuar y defenderse en la vida. Por supuesto que yo también la voy a defender cuantas veces sea necesario.

- Entre los reclamos del SOEM está un aumento de 10 mil pesos. Van seis días de protesta (la entrevista se realizó el pasado miércoles) y preguntamos: ¿Hasta cuándo sigue todo esto?
- Hasta que no quede un trabajador en la calle. Conociendo la historia de los trabajadores municipales, una vez estuvieron 47 días de paro contra el gobierno del Frente Cívico, en una época que se quemaban gomas y se hacían estos micropiquetes. Las diferencias están marcadas porque ahora no se queman gomas, no se tiran petardos y no se tira la basura en las calles.

- ¿Cuándo concluye su mandato al frente del SOEM?
 - En mayo del 2022. Es mi último mandato porque yo modifiqué el estatuto que reduce los tiempos a una sola reelección. Lo hice porque creo en la transformación del movimiento obrero, en la participación de distintos actores. Pretendo irme por la puerta de un sindicato que encontramos con una deuda monstruosa y hoy está totalmente saneado. Estamos activando la mutual y con el objetivo de un proyecto ambicioso: hicimos un relevamiento y casi el 45 % de las mujeres del municipio son solteras y no tienen ni cómo cerrar una tapia; un 60 % de los trabajadores municipales no tiene un baño como corresponde y creemos en el trabajo conjunto para poder cambiar esas realidades, a costo cero para el trabajador.

- ¿Quién cree que lo quiere ver preso?
- Hoy, y dicho públicamente, el intendente Saadi.

- Fue de mal gusto ese ataúd con el apellido del Intendente…
- No lo sabía, sinceramente. Digo: una vez escuché un reportaje sobre lo que quería expresar el artista en el monumento a los caídos en Malvinas, en la Alem y Belgrano, sobre el que toda la gente se preguntaba los fundamentos del trabajo. Lo discutimos y  le pregunté al compañero que hizo la pintura y me respondió que representaba a los 36 trabajadores que había dejado en la calle Saadi. Fue eso y nada más. No fue ningún mensaje mafioso. No se equivoquen, como el ladrón que cree que todos son de su condición. Pero no tendríamos que haber dado motivo para que la prensa pagada lleve nuestro reclamo principal por otro carril.

- ¿Comparte la expresión del presidente Alberto Fernández, que calificó a Hugo Moyano como “sindicalista ejemplar”?
- Moyano es uno de mis referentes sindicales. Por el trabajo de unidad que hizo en su gremio y hace que los camioneros se sientan orgullosos de su trabajo.

- ¿Aspira a ser candidato en otro sector que no sea el sindicato municipal?
- A esto lo digo con total sinceridad. Me pasó algo raro: lo del ofrecimiento del ministerio de Acción Social por parte de la actual gobernación fue real. En la conversación que tuve con Raúl Jalil, me dijo: “Me gustaría que ocupes ese cargo porque nunca me pediste nada; sé de tu honestidad y tu capacidad para el trabajo”. Y eso es lo que me importa: ocupar un lugar en base a lo que se pueda hacer, y no por conveniencia personal; a esto no lo aceptaría jamás.

- Le transmito lo que escuché de su persona por parte de mucha gente: “Es honesto, es trabajador, se juega por los trabajadores, pero no nos gustan sus actitudes patoteriles”. ¿Qué opina?
- No conozco a las personas que dicen eso. La hipocresía de los buenos modales que tiene la política confunde las cosas. Porque con “buenos modales” un médico le pide a un trabajador humilde que pague un plus médico, cuando sabe que eso es ilegal. ¿Y eso no es una actitud patotera? Hay patoteros con “buenos modales” y patoteros con “malos modales”, estos  porque se expresan mal y no le buscan eufemismos a la palabra justa.

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Comentarios

16/8/2020 | 12:56
#149006
Menos mal que es un gobierno democrático, progresista y popular. Le hacen una protesta y responden con Cárcel. Antes hacer paro era obligatorio, ahora es delito.
16/8/2020 | 11:50
#149005
Fuerzas Walter Arevalo el único que no se calla menos contra estas políticas que destruyen a la clase obrera trabajadora . vamos a salir todos a la calle no tan solos municipales
16/8/2020 | 09:51
#149004
Y le dan prensa??? Solo con decir que Moyano es su referente lo muestra como otro mísero mafioso que no conoce otra manera para discutir, que perjudicando al resto de la sociedad
16/8/2020 | 08:51
#149003
luche arevalo por la gente que menos tiene, ellos ya dieron todo a sus familias a sus amigos empresarios. siempre lo mismo con los politicos

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