En agosto, bares y restaurantes de la ciudad Capital comenzaron a recuperar su clientela y observaron un leve repunte en la actividad gastronómica.

El sector, afectado por la llegada de la pandemia del COVID-19, es uno de los habilitados por el Comité Operativo de Emergencia (COE) para recibir a sus clientes de manera presencial desde fines de mayo, aunque se produjo una interrupción a principios de julio por la aparición de los primeros casos positivos de coronavirus en la provincia. 

En los primeros meses en que pudieron reabrir sus puertas, se registró una escasa actividad en los establecimientos gastronómicos. Uno de los motivos, fue el temor al contagiarse de coronavirus. El otro, que los bares y restaurantes tradicionales tienen entre sus principales clientes, a personas que integran el grupo de riesgo y que, a sabiendas de ello, optaron por resguardarse en sus hogares.

Sin embargo, encargados de bares y restaurantes señalan a agosto como el mes en que empezó a notarse la reactivación de la actividad. El encargado del restaurante “Richmond”, Roberto Miranda, dialogó con El Esquiú.com y mencionó que el repunte “se dio un poco más en este mes, en agosto. A principio, cuando se volvió (a la actividad) a fines de mayo, prácticamente era nula la actividad. Muy poco movimiento. Todo el mes de junio prácticamente se trabajó al 30% y julio estuvo cortada la actividad (por la aparición de los primeros casos de coronavirus en Catamarca), y ahora en agosto se reactivó un poco más, ves un poco más de gente en el desayuno, en el almuerzo, no tan solo en este local sino en todos”.

Por otra parte, el responsable de “Morena” resto-bar, José Luis Villafañe, contó que cuando volvieron a atender al público en mayo “no venía nadie”. “Recién hace 15 días que la gente está tomando un poquito de confianza. Recién se está moviendo la gente, incluso notamos que clientes nuestros que nos frecuentaban siempre, recién este mes han vuelto a aparecer. Por lo general, es gente mayor. Vemos como que la gente se ha relajado un poquito más y lo está asumiendo a esto de que si te cuidás, te proteges, podés llegar a salir y volver a los bares. Este mes hemos empezado a ver las caras. Para nosotros es importante que vuelvan porque no tenemos nada de ventas, lamentablemente. Nos afectó muchísimo a nosotros”, aseguró.

Costos fijos
Una de las dificultades que atraviesan los locales gastronómicos está relacionada con los costos fijos que tienen. Consultado sobre si alcanzan a cubrir los costos fijos con la reapertura y los recursos económicos que generan en esta situación de pandemia, Miranda respondió: “La verdad que es muy difícil. Por lo que uno conoce, más o menos, te das cuenta que no. Los gastos fijos que antes le llamábamos fijos ahora son variables”. Luego, resaltó que “lo principal nuestro es la mercadería” y mencionó que hay “variaciones de precios todas las semanas, de verdura, carne, pollo”.

Villafañe remarcó que con las ganancias mensuales que obtuvieron, en algunos meses pudieron cubrir los gastos fijos y no así en otros. “A veces hemos salido muy justos con los gastos fijos. Casualmente hemos llegado al objetivo de cubrir los gastos fijos que tenemos, por eso se ha mantenido el bar. Esperemos que levante después de esto”, concluyó.