Son tiempos alterados estos que vivimos los catamarqueños. Probablemente nadie, a comienzos de año, podía haber imaginado que el mundo estaría dado vuelta y que aquello que acontecía en territorios tan lejanos de nuestra cotidianeidad, cambiaría de cuajo hábitos elementales del día a día provinciano. Debimos aprender a distanciarnos, a evitar el contacto físico. A hablar por debajo de un barbijo y a preocuparnos por la higiene y el cuidado personal extremo. A chequear estadísticas de infectados y recuperados. A adaptarnos, en su sentido más amplio, a una nueva circunstancia marcada por un enemigo tan invisible como real.

En estos “tiempos de pandemia”, como nos gusta escribir frecuente en títulos y volantas, El Esquiú.com cumple una década. Seguimos siendo jóvenes pero con una experiencia acumulada, que se forjó al calor de múltiples vicisitudes. Por la Redacción han pasado profesionales y colegas muy queridos, algunos de los cuales ya no están en este mundo. Quedaron sus historias, sus anécdotas, sus maneras de encarar este oficio tan apasionante. Hemos cambiado de casa, hemos buscado mejorar nuestros procesos productivos para informar mejor. Hemos tratado –siempre– de renovarnos: seguir la tradición de quienes han sido protagonistas del periodismo gráfico en Catamarca, pero sumando contenidos para las audiencias nativas de la era digital.

Por obligación y por supervivencia, nosotros también nos adaptamos.                                               

La creatividad y el trabajo persistente nos permitieron superar infinidad de situaciones, en un presente muy duro para la actividad: baste ver la cantidad de diarios y revistas que cerraron o se han achicado en todo el país.

En esta dinámica, los lectores siguen siendo el corazón de nuestra propuesta. Juntos, a través de la interacción que habilitan las redes, buscamos certezas que nos conduzcan a un mejor momento. Y a superar una crisis que puede ser también una oportunidad: la de dejar viejas prácticas que no aportaron demasiado y a buscar otras que, en cambio, puedan beneficiarnos más.

A quienes siguen “bancando” esta aventura periodística, que mantiene intactas sus ganas de consolidarse, les estamos en deuda. Sostener fuentes de trabajo y aportar a la pluralidad de voces no es tarea sencilla. Pero en eso estamos.

Por ello, más que nunca: gracias por el aguante.

Gustavo Figueroa

Jefe de Redacción

Diario El Esquiu