La familia Farías, que habita en el barrio Alem (Capital), pidió ayer una prórroga de 10 días para evitar el desalojo inminente del domicilio que comparten en la calle Avellaneda y Tula, y que es reclamado por los propietarios. 
De acuerdo a lo que pudo conocer El Esquiú.com, el pedido formal lo hizo el abogado que los representa, Rolando Crook. Sin embargo, todavía no obtuvieron una respuesta favorable.

Mientras tanto, el grupo familiar permanece en la vivienda. “Nadie vino a querer sacarnos todavía, pero mañana (por hoy) tenemos pensado hacer una reunión a la tarde. Nadie vino a dar la cara, estamos a la deriva”, indicó Juan Carlos Farías a este diario.
En otra instancia, Farías resaltó: “No se va a mover ninguno hasta que nos digan que nos van a dar una casa, una vivienda. Recién ahí nos vamos a ir. Estamos convencidos de que nos van a sacar, pero que nos den primero adónde ir a vivir”.
Farías insistió en el pedido de una solución, porque “si nos sacan de acá, no tenemos nada”.

Por otra parte, está previsto que hoy se reúnan las tres familias afectadas por la situación de desalojo en el barrio Alem. ¿El motivo? Pedir que les permitan continuar en las viviendas que habitan desde hace décadas.