Ayer por la tarde, vecinos del barrio Alem se convocaron para apoyar a las familias Frías y Solohaga, que podrían ser desalojadas de manera inminente de sus viviendas luego de que los propietarios de los terrenos hayan realizado el reclamo por los inmuebles. 

En la oportunidad, hubo más de 30 personas, quienes respaldaron a los integrantes de las familias Frías y Solohaga y se sumaron al pedido para evitar el desalojo.

Allí también estuvo presente Nelly Martínez, la mujer que el pasado viernes fue desplazada de su domicilio, ubicado en la calle Avellaneda y Tula, al igual que las familias mencionadas anteriormente.

Matías Solohaga, una las personas afectadas por esta situación, dialogó con El Esquiú.com y manifestó: “Hemos pedido que se revea el juicio, más allá que no se pueda hacer nada. Que se revea, que puedan ayudarnos, darnos una mano. Y si no se puede hacer nada, que nos den unos días para que nos podamos acomodar y ver dónde podemos ir. Que no se nos venga a sacar como si fuéramos unos perros. Esto no se puede hacer así”.

Consultado sobre una posible fecha en que su familia sería desalojada, resaltó que por ahora “no resolvieron nada porque la jueza está con un inconveniente, pero en cuanto ella vuelva, nos iban a desalojar”.

“Estamos desde hace muchos años. Que nos quieran sacar como si fuéramos nadie, es muy doloroso. No sabemos qué hacer ya”, agregó Solohaga.

Por otra parte, Juan Carlos Farías consideró que con esta medida de desalojo “tiran 30 años que vivimos nosotros acá por una injusticia. Queremos una solución”. 

En tanto, Nelly Martínez contó que actualmente “estoy en una casa alquilada, pero no es lo mismo, extraño mi casa de 40 años que estuve y la hice hacer. Me gustaría vivir en mi barrio”. 

Y Martínez también resaltó que a esas casas “las formamos nosotros, nos hemos ayudado entre vecinos”.