Cara a cara

“La alianza con el PRO fue una traición a los principios del radicalismo”

domingo, 9 de agosto de 2020 06:00
domingo, 9 de agosto de 2020 06:00

HOY: ANA SOLEDAD PAIS AHUMADA 

Pudo haber sido Procuradora General del Poder Judicial. No lo fue “por convicciones éticas”. Renunció a su afiliación al radicalismo “por cuestión de principios”. Habla desde “el sentido moral” a la hora de tomar sus decisiones. Piensa y dice con la Constitución en sus manos. Es crítica con la concentración de poder que exhibe Raúl Jalil y no ahorra elogios para la ex gobernadora Lucía Corpacci. De profesión abogada y prestigiosa académica de nuestro medio, les contamos que razones de espacio nos impiden publicar sus antecedentes que avalan su jerarquizada trayectoria. El Cara a cara de este domingo tiene como protagonista el esclarecido pensamiento de la doctora Ana Soledad de María Pais Ahumada de Soria.

  -Las medidas adoptadas por el Poder Ejecutivo Provincial en relación al Poder Judicial, ¿indican que el Gobierno avanza en procura de una Justicia adicta?

  -Considero que son decisiones que se han tomado de manera inconsulta con los actores principales del sistema de Justicia: por un lado el Colegio de Abogados, y por otro el propio Poder Judicial. Indiscutiblemente que la derogación del Consejo de la Magistratura, como lo expresó Rosarito Andrada, una abogada con reconocida trayectoria y voz autorizada en el tema, fue un golpe letal al sistema de Justicia porque en realidad es un cuerpo profesionalizado para garantizar la idoneidad de los magistrados que van a impartir justicia para el pueblo. Esa idoneidad significa garantía no sólo de carácter científico, sino también de carácter ético o moral. En el orden constitucional, en el Poder Judicial está signado, fundamentalmente, el resguardo de las garantías y derechos individuales reconocidas por la propia Constitución. Desde el punto de vista de los poderes públicos, desde siempre va a existir una permanente tensión entre el poder público y las libertades individuales. Lo ideal es buscar, precisamente, un equilibrio perfecto: es decir que los poderes públicos cumplan con todas las atribuciones que tienen legalmente instituidas, y que no avancen sobre las libertades de los ciudadanos. Eso, se ve desequilibrado porque nosotros tenemos derecho a una Justicia imparcial, a una Justicia idónea, a una Justicia transparente y esto nos lo garantizaba, dentro de las limitaciones humanas, por supuesto, el Consejo de la Magistratura; donde había un régimen de puntaje, un sistema de concurso muy exigente. Había, en síntesis, una adecuada ponderación. Por otro lado, en cuanto a la ampliación del número de los miembros de la Corte de Justicia, básicamente la estructura física del Poder Judicial de Catamarca es muy limitada, por lo que la incorporación de nuevos miembros sería inconveniente por todo lo que significa una nueva estructura administrativa y de personal. Actualmente, por ejemplo, un amparo por mora, está saliendo desde la Corte de Justicia, al año de la presentación. Aumentar sus miembros sería como encontrarnos con un cuello de botella.

  -¿Cree que en las reformas judiciales conocidas hubo complicidad de la oposición política? A su juicio, ¿existió el llamado “Acuerdo de Ipizca”?

  -Básicamente, no podría dar una opinión respecto de si hubo un contubernio político entre las dos fuerzas políticas de mayor caudal electoral, esto es Juntos por el Cambio y el Frente para Todos. Eso por un lado. Pero sí debo admitir que hubo una actitud muy negligente, especialmente negligente, de la oposición. Debió haber bajado a la sala de sesiones. Ellos sabían que se iba a tramitar el tema de la reforma del Poder Judicial. Y bueno…se sabe que en política es un problema dar ventajas a la fuerza que le compite en el ejercicio del poder. Cualquier ventaja que se dé en este sentido, significa un detrimento de las expectativas que tiene la ciudadanía respecto de una mejor calidad institucional. Y esto le quita calidad a las instituciones de Catamarca, porque esta oposición, que actuó de una manera…digamos que el sentido común, el sentido de la gente que está en la calle, al que siempre tenemos que acudir para juzgar determinados fenómenos sociales, ya tiene una opinión formada. Los académicos podemos, capaz, disfrazarlo con algún nombre, pero insisto, el sentido común dice: “al pan, pan; y al vino, vino”. Me hace recordar a esa historia del emperador chino que había contratado a los tejedores que le iban a hacer el traje más hermoso del mundo y le hacían creer que se lo tejían. Entonces, el emperador empezó a desfilar, pero desfilaba desnudo y todos los aplaudían porque nadie se atrevía a decirle la verdad; hasta que un niño gritó: “¡el soberano viene en cuero!”. El sentido común de la gente dice claramente que hasta hubo un acuerdo… una actitud complaciente por parte de la oposición política.
  -Siguiendo con el pensamiento del sentido común, le preguntamos: ¿No había otras prioridades en Catamarca para llevar?

  -Me llamó mucho la atención de la administración del licenciado (Raúl) Jalil, la diferencia que tiene con la administración que tuvo la doctora Lucía Corpacci. La administración de la doctora Corpacci me pareció que fue ejercida de una manera muy objetiva, muy prudente; sin perder su identidad justicialista. Todas las medidas de gobierno que fue tomando las hizo en un marco de mesura, de prudencia, racionalmente. Pruebas al canto: la convocatoria para la reforma de la Constitución: la gobernadora abrió el juego a todos los sectores sociales y fue una primera autoridad respetuosa, accesible a todos los segmentos sociales. Fue notable, además, cómo ni siquiera las fuerzas políticas opositoras reaccionaron de manera agresiva en contra de las decisiones que la doctora Corpacci fue tomando durante su gobierno. Ese actuar prudente y respetuoso le fue dando confianza con la comunidad y a la vez prestigio político. Como ciudadana y abogada siento asimismo la necesidad de expresar que en materia minera no le ha dado carácter prioritario al impacto ecológico-ambiental, cuyos efectos perjudiciales son de enorme envergadura. Otro efecto perjudicial para las instituciones en la época de la doctora Corpacci, fue que no se avanzó en nada ni se resolvió sobre la muerte del ciudadano Diego Pachao, sucedida en el ámbito de la Comisaría Séptima en circunstancias que la institución policial jamás aclaró. En cambio, Jalil, inmediatamente después de asumir, dicta una seguidilla de decretos modificando la organización del Estado. Estaba leyendo una nueva Ley de Ministerios que tiene dos o tres artículos y nada más. Eso no es una Ley de Ministerios. Hay muchas cosas que están en contra de lo que dice la Constitución de la Provincia, que justamente la tengo aquí, a mano. La propia constitución habla que el gobernador va a ser asistido por ministros o secretarios. La ley orgánica de ministerios determinará su número, deslindará  sus competencias y las funciones inherentes a cada uno de ellos, debiendo también contemplar el funcionamiento de las secretarías y subsecretarías de Estado. Así lo establece el artículo 152 de la Constitución provincial. Entonces, la nueva Ley de Ministerios, es inconstitucional. Insisto: este gobierno ha sacado una seguidilla de leyes que no han sido debatidas como corresponde. Tampoco se la hizo participar a la comunidad. Y ahora esto: el avance contra la Justicia, un hecho por el cual estoy preocupada como abogada y como ciudadana. Porque me preocupa la gente de Catamarca, y no solamente la gente de estadios encumbrados, sino la gente del pueblo que está sufriendo las limitaciones en las cuales ha caído por el colapso económico que significó la gestión neoliberal de Mauricio Macri. Este centralismo que está ejerciendo la administración del licenciado Jalil es muy preocupante…está haciendo un unicato de su gobierno; está obliterando la voluntad popular. Tenemos una historia que nos demanda; la historia argentina le demanda a nuestros representantes, a nuestros gobernantes, algo esencial: el respeto por los derechos humanos. Un comportamiento absolutamente teñido de ética pública. (Se pregunta y responde a la vez) ¿Qué veo ahora en el gobierno? ¡Una concentración absoluta de poder…y sin ningún empacho! Veo un gobierno en crisis, en crisis con la legalidad. Debo decir que respeto mucho al Justicialismo porque respeto muchísimo los derechos del trabajador. Cuando me fui del radicalismo, empecé a trabajar con la gente de izquierda y una vez fui a una charla que dio Jorge Altamira. Recuerdo que dijo: “Todos los golpes de Estado tuvieron como único objetivo atacar a los derechos de los trabajadores”. Entonces, me pregunto: ¿quién no va a valorar al Justicialismo en nuestro país? Hay que ser ciego y sordo para no hacerlo. No tengo nada personal en contra del Dr. Saadi, pero a mí me tocó actuar en pro de la gestión legal.

  -A propósito de Macri: ¿Es cierto que Usted renunció como afiliada de la Unión Cívica Radical después de la alianza de la UCR con el PRO en lo que se conoce como el pacto de Gualeguaychú?

  -He sido afiliada radical con muchos años de militancia en el radicalismo. Ya me sentí muy defraudada cuando fue la gestión de (Fernando) De la Rúa. Cuando se hizo la alianza con el PRO presenté mi pedido de desafiliación partidaria en el Juzgado Federal de Catamarca. Eso fue una traición a los principios del radicalismo, un partido de origen popular. De esa manera no soy más afiliada al partido radical; sentí que la conducción de la UCR traicionó los principios radicales.

  -Fue asesora general de gobierno y Fiscal de Estado, entre otras cosas.

  -Como fiscal de Estado asumí en marzo de 1996, hasta diciembre de 1999, cuando feneció el mandato de Don Arnoldo Castillo. Anteriormente, fui asesora general de Gobierno, en el período 1991/96.

  -Como fiscal de Estado le tocó actuar en casos que tuvieron amplia repercusión pública.

  -Hubo algunas causas en contra de la administración del Dr. Ramón Eduardo Saadi. Recuerdo una por fraude en perjuicio de la Administración Pública; promovimos la denuncia penal contra todo el grupo gubernamental y de la empresa privada que actuó, en lo que se llamó la famosa “Obra del siglo”. Luego hubo hechos de corrupción durante la gestión del propio gobierno del Frente Cívico, como el que involucró al entonces director de Aeronáutica (“Caso Horrocks”).

  -¿Por qué no aceptó ser Procuradora de la Corte de Justicia?
  -Después de dos años de haber cesado en mis funciones como fiscal de Estado, el gobierno del Frente Cívico me ofreció uno de los cargos más altos del Poder Judicial, como es el de Procuradora General de la Corte. A pesar de sentirme honrada por tal ofrecimiento, y luego de  una profunda reflexión íntima, mi decisión fue rechazar tan importante distinción por cuestiones de convicciones éticas. Mi sentido moral me imponía no aceptar: había sido fiscal de Estado, lo cual me hizo parte del gobierno del Frente Cívico y esta vinculación política me impedía, sin duda alguna, aceptar ese cargo.
 

El recuerdo de su padre y Arnoldo Castillo

-Nombres y apellidos: Ana Soledad de María Pais Ahumada.
  -Padres: Federico Emiliano e Isabel Ahumada Herrera.
  -Casada: con Julio César Soria (médico).
  -Hermanos: Federico, María Isabel, Fernando Gabriel y María Belén.
    -En memoria de su padre: Todos estamos convencidos que nuestro padre es el mejor del mundo. Mi papá fue un padre amante de sus hijos, para él lo más importante era su familia; nos amó, nos adoró. Era una persona que hacía cualquier instante de su vida un momento placentero. No había para él un mal momento que durara más de unos segundos: nunca los hijos lo vimos enojado. Nuestra casa era una cátedra permanente: en la mesa, papá hablaba de las culturas del mundo y nosotros lo escuchábamos atentamente.


  -Anécdota: Fue hermosa la que viví con el músico Ariel Ramírez. Nos presentábamos con el coro de la Universidad cuando estaba (Jorge) Fontenla como director. Ariel Ramírez presentó la Misa Criolla, algo maravilloso. Vino con Zamba Quipildor y el charanguista Jaime Torres. En uno de los ensayos que se hacían en el Buen Pastor, Ariel Ramírez se acercó al piano y le vi las manos: unos dedos larguísimos y ahí me entero que él había estudiado para concertista clásico, pero miró hacia el folclore y se enamoró de nuestro folclore. Luego fuimos al bar “Richmond” y le conté: “maestro, en mi casa, mi padre ponía en el tocadiscos la cantata ‘Los caudillos’ y todos escuchábamos sorprendidos mientras papá nos hablaba del Chacho Peñaloza, Pancho Ramírez, Felipe Varela, Facundo Quiroga y otros. Era para nosotros un momento delicioso. Increíblemente, al maestro Ariel se les llenaron los ojos de lágrimas y dijo: ‘esta es la Argentina que yo quiero’”.


  -Arnoldo Castillo: “Tengo el mejor recuerdo de Don Arnoldo Castillo, para mí ha sido un político ejemplar. Un hombre que tenía un conocimiento y un amor por Catamarca muy profundos. Supo rodearse de importantes personalidades como Luis Varela Dalla Lasta, la doctora Elsa Leonor Segura, el doctor Guillermo Herrera. He trabajado muchos años con él y fue un gran honor.”
  -Un deseo: “Amo Catamarca y sufrí muchísimo el desarraigo cuando me fui a estudiar a Córdoba; soñaba con recibirme y volver a Catamarca. Quiero lo mejor para mi provincia y amo profundamente el ser catamarqueña y debo decir que fue mi padre quien nos enseñó a amar a Catamarca. Su gran sueño fue que Catamarca tenga su universidad, junto al profesor Rubén Castillo. Considero que el proceso de creación de la Universidad Nacional de Catamarca fue una obra colectiva, porque participó toda la comunidad.”
 

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