Cara a cara

Un “Cacho” de historia de los Arrieros de Valle Viejo

domingo, 13 de septiembre de 2020 06:00
domingo, 13 de septiembre de 2020 06:00

Hoy: NELSON Y MIGUEL VILLAGRA 
(Para que no nos gane el olvido)

Desde que asumimos el compromiso de ocuparnos de hechos y personajes que forman parte de la historia provinciana, bajo la consigna  “Para que no nos gane el olvido”, iniciamos un camino que todavía tiene mucho por recorrer. Porque Catamarca tiene un álbum del recuerdo que merece ser visitado y compartido con las nuevas generaciones. Para conocer, fundamentalmente, a quien o quienes escribieron páginas en el libro grande de la vida catamarqueña a través del tiempo. Hoy le contamos un pedazo del largo trecho caminado por un personaje que, nacido en lares santiagueños, luego se hizo chacarero y desde Valle Viejo desplegó las alas de sus pasiones, entre ellas el folclore. Fue integrante de Los Arrieros de Valle Viejo, un conjunto símbolo de nuestra provincia en la época dorada de la música tradicional argentina. Por los pagos de Pomán se lo recuerda por haberse inspirado en el himno del Festival de San Sebastián, una chaya que lo identifica y que es una carta de presentación de cualquier pomanisto. Le cantó a Catamarca y le cantaron los cantores, como ese tema que alude a las reuniones de su casa en Villa Dolores, un templo de guitarreadas y del vino amigo. Todos los 19 de marzo, fecha que marca su despedida de la vida, desde hace más de dos décadas se lo recuerda con un festival solidario y los folcloristas le rinden su homenaje. Sus hijos y nietos hacen honor al refrán popular de “de tal palo…” y forman una reconocida familia chacarera nutrida de artistas que cantan, bailan y se lucen en los instrumentos musicales, además de exhibir la herencia de carpintero-ebanista que dejó el papá. Nos referimos a Miguel Ángel Villagra, el “Cacho” que escribió canciones y poemas para que lo recuerden siempre. Nos juntamos con uno de sus hijos, Fernando Nelson (también recordó con cariño a su madre María Bernardita Orellana) y su nieto mayor, Nelson Miguel. Esta vez, no sacaron las guitarras: abrieron el álbum de los recuerdos.


- Hay una fecha en que se recuerda a Cacho y se ha convertido en una fiesta popular que va más allá de Valle Viejo.
- Es el día 19 de marzo, fecha de su fallecimiento, en 1998. Coincidentemente es el Día del Carpintero.
- El recuerdo de la figura de Cacho Villagra.


- Mi memoria me lleva a decir que siendo niño era algo así como su poncho. Nos llevaba a mí y a mi hermano Miguel Ángel a las peñas y yo terminaba dormido. Recuerdo la Peña El Cardón, allá por los años 66 o 67, de la cual mi padre formó parte en su organización junto a otros grandes como don Miguel Moretta. Ya de amanecidas, cuando terminaba la peña, mi viejo me alzaba y me ponía sobre su hombro y volvíamos a la casa. El recuerdo más grande es la añoranza que sentía por mi padre cuando tenía que viajar a otras provincias. Quiero contar algo: cuando papá decide dejar de cantar con Los Arrieros de Valle Viejo, la alegría más grande fue verlo tocar el requinto a la par nuestra (Miguel y yo, Los Hermanos Villagra). Debutamos en el Cine Teatro Catamarca, precisamente en la despedida de Los Arrieros de Valle Viejo.


- ¿Cuándo se instalan en la tradicional casona de una de las esquinas de la plaza de Villa Dolores, frente al Ateneo Mariano Moreno?


- Mi viejo era veinteañero cuando se viene a vivir allí, e instala su taller para dedicarse también a su oficio de carpintero y ebanista. Después lo buscaron para integrar el conjunto Los Arrieros de Valle Viejo.
- ¿Cuál fue la primera formación de Los Arrieros de Valle Viejo?


- Tengo entendido que la integraban los hermanos Melo Cabrera, (Gustavo) Yacante y mi padre. Algunos cuentan de otra formación inicial con los hermanos Melo Cabrera, Edmundo Tula (padre del guitarrista chumbichano Nelson Tula) y papá. A ellos se les sumaron luego Julio Álvarez, Gustavo Yacante y Saturnino López. Digamos que en la década del 60 Los Arrieros de Valle Viejo era un conjunto que comenzó a ser reconocido en todo el país. En 1971, el grupo sufrió un terrible accidente automovilístico y perdieron su vida Gustavo Yacante y Saturnino López.


- Hay un sello distintivo en la familia Villagra: todos los hijos y nietos  están ligados al arte, especialmente al folclore.
- Mi viejo nos supo transmitir todos sus conocimientos, porque en ese aspecto era muy generoso. Por ejemplo, de su oficio de carpintero-ebanista, el que mejor salió fue Miguel Ángel, que lleva el mismo nombre de papá y que hasta el día de hoy sigue haciendo extraordinarios trabajos. Mi padre también fue un muy buen dibujante y pintor. Fue además cantor, poeta, bailarín. Justamente en la danza la mejor heredera fue mi hermana Viviana, que fue fundadora también de algunos cuerpos de baile de mucha trascendencia. En la parte poética, están Quito y Marian, que escriben de manera destacada. Debo decir que aprendí mucho a su lado y de allí es que compuse varias canciones, entre ellas la chacarera “A mi padre santiagueño”. Están Quito y Dany, dos excelentes guitarristas. En fin, todos tocan un instrumento y les gusta cantar y bailar. Una familia que ama el folclore y muy apegada al arte. Papá llegó a ser asimismo un reconocido luthier y yo aprendí a tocar la guitarra en una que me hizo él. Mi hermana Marian es una excelente luthier, una de las mejores en Catamarca.
- ¿Cacho formó parte de otro conjunto?


- Sí, integró varios grupos. A los 15 años ya formó su primer conjunto (“Chaca y Manta”) con el que debutó con éxito en una radio santiagueña. Después, con un señor Nóblega armaron un conjunto llamado Los Sembradores, pero lo más notable, antes de Los Arrieros, fue la formación Las Voces del Zonda, con Oscar Guzmán. Fue una época de muchas actuaciones y muchas distinciones. Pero hay una faceta que pocos conocen de mi viejo: era un actor. Por su forma de hablar, de contar las cosas, sus gestos, todo lo actuaba. Sus relatos te emocionaban hasta hacerte llorar o reír. Coco Melo Cabrera le insistió para que hiciera el famoso personaje “Don Cardozo” y la verdad que era una imitación muy celebrada.


- Cacho le cantó mucho a Catamarca, a sus personajes. Pero también muchos le cantaron a él y le hicieron canciones muy conocidas.


- Es verdad. Entre los que le rindieron homenaje están, entre otros, Carlos Bazán y Julio Herrera. Lo visitaba gente como el escritor (Humberto) Leiva Navarro, Raúl “El Indio” Uribio, Atuto Mercau Soria, el poeta Edmundo Sandivar, (José Antonio) Lugones, ese gran periodista y fotógrafo que era Manuel F. Bustos, Manuel Espoz Saavedra, el serenatero Néstor Zurita. A casa llegaban también Los Quilla Huasi con Núñez, Lastra, Valle y Palmer; lo mismo que el escribano Chucho Salman, Los Cantores del Alba, Los Tucu-Tucu. Tal vez porque yo era adolescente, a todo eso no le daba la importancia que después le di, cuando comencé a incursionar en el mundo del folclore e iba conociendo la historia y sus personajes.
- Le pedimos la opinión al nieto mayor, Miguel Ángel.


- Miguel Ángel: Guardo en mi memoria las veces que iba a buscarme a casa cuando yo era chico. “Me lo llevo al chango”, le decía a mi papá, y nos íbamos a Santiago del Estero. Un gran recuerdo fue cuando actué en el último Festival del Aguardiente y estaba el abuelo mirándome en primera fila, en el año 1996. Él le puso nombre a mi primer grupo musical: “Las voces del surco”, y me ayudó a terminar una canción, una chacarera (“Mi amigo y maestro”),  a la que le faltaban un par de estrofas.
- ¿Cómo es una fiesta de los Villagra o de la “Villagrada”, como le llaman en la familia artística?
- (Ambos se miran y sonríen abiertamente) ¡Te podés imaginar!


Sabés la hora del comienzo pero nunca cuándo terminan. Son divertidas y como es de esperar: hay guitarreros, cantores y bailarines para todos los gustos.

Del álbum de los recuerdos

 - Fernando Nelson Villagra, conocido en el ambiente artístico como “Nelo” o “Chicharra”, tiene su propia historia, que comenzó a escribir con Los Hermanos Villagra (dúo con Miguel Ángel). Después llegan Los Gauchos Catamarqueños (1981), con el recordado y querido José Agustín “Pito” Tapia. El nombre de Los Gauchos Catamarqueños es cedido por sus dueños: Nacianceno Martínez y el “Sanjuanino” Segura. A Tapia lo reemplaza Pablo Acosta años después. Radicado en Córdoba, trabajó en la comisión del Pre Cosquín y en 1999 arma el dúo Los Catamarqueños. “Nelo” goza del reconocimiento de sus pares a nivel nacional.
  - Cacho Villagra nació el 6 de mayo de 1932 en San Pedro de Guasayán, Santiago del Estero, y murió el 19 de marzo de 1998. Una formación que pocos conocen: “Los Changos Cantores”. Fue a fines de la década del 50 que alcanzó notoriedad esta agrupación, integrada por Miguel Ángel Cacho Villagra (guitarra), Ricardo “Chacho” Santillán (piano), José “Pepe” Bustos (guitarra, quena y charango), Norberto Agustín “Chichí” Vega (quena, charango y bombo) y Alberto “Nene” Magini (charango).
  - En el año 2017, y por iniciativa del senador nacional Dalmacio Mera, el Senado de la Nación le rindió su reconocimiento post mortem a Miguel Ángel Cacho Villagra “por su invalorable aporte a la cultura”. La familia recibió un diploma.
  - Estos son los hermanos Villagra: Miguel Ángel Augusto, Fernando Nelson (Nelo o Chicharra), María Ángela Ruth (Marian), Marcos Daniel, Julio César, Silvia Viviana, Néstor Fabián (Quito) y Zulma Analía.
 - El nieto Miguel Ángel guarda entre los recuerdos un “disco 33 simple”, grabado por Los Arrieros de Valle Viejo. Del lado A están la “Zambita pa’ Comodoro” y el gato “Ay, mi negra”. Del lado B: la cueca “Qué lindo es San Juan” y la chacarera “Mi bombo salamanquero”.
 

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