La cloración del agua y aplicación de protocolos impide el contagio con coronavirus

Las piletas esperan su turno para la reapertura

martes, 29 de septiembre de 2020 01:03
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A pesar de que en trece provincias ya se habilitaron los natatorios, con el cumplimiento de estrictos protocolos de bioseguridad, en Catamarca todavía esto no pudo concretarse, aun cuando los referentes de esta actividad realizaron numerosas gestiones para obtener las autorizaciones correspondientes ante los representantes del COE provincial. 


Una piscina convencional que posea un buen sistema hidráulico y de filtración, como así también que respete su nivel de ocupación máxima y la correcta cloración del agua (> 0,5 mg/l) durante un mínimo de treinta minutos de contacto, a un pH menor de 8.0, es suficiente para matar virus envueltos como el coronavirus, señaló la Organización Mundial de la Salud (OMS) al referirse al tema. 


En Catamarca como en el resto del país la actividad de los natatorios ha sido una de las más golpeadas por las restricciones que se impusieron al desatarse la pandemia. En todo el territorio nacional hay más de 400 natatorios que debieron frenar su actividad. Más de la mitad de esos emprendimientos deportivos y de recreación, un sector que emplea directa o indirectamente a alrededor de 14.000 personas, no pudieron pagar los sueldos en el mes de mayo, según publicó el diario La Nación el 2 de junio pasado. 


Recientemente, los referentes de distintos natatorios en Catamarca materializaron una presentación ante las autoridades del Gobierno provincial. Expusieron argumentos que confirman que la propagación del virus dentro de la piscina es nula y, además, pusieron a consideración protocolos que ya están en vigencia en otras provincias para minimizar los puntos de riesgo, el acceso y egreso de la pileta. Sin embargo, todavía no recibieron la habilitación correspondiente y el horizonte parece difuso todavía. 
Mauro Negro, propietario de Huaitana Natatorio y uno de los principales referentes del sector desde hace años, explicó que existen varias razones para habilitar la natación en Catamarca, amén de los argumentos que la señalan como una de las actividades más seguras en relación a esta nueva normalidad que impuso la pandemia del COVID 19. 


El establecimiento, que cuenta con gastos fijos que obviamente incluyen el sueldo de empleados, “tiene entre sus socios no solo a deportistas convencionales, sino a nadadores de alto rendimiento como el caso de Estefano Nicola, un niño de 10 años que fue campeón argentino en enero 2020 y, gracias a eso, clasificó entre los ocho mejores del país para un proyecto olímpico para Dakar 2026”.


“Él y su hermana, Salette Nicola, como muchos otros deportistas más -la gente de Aguas Abiertas, por ejemplo- no han podido entrenar en más de seis meses, lo que los perjudica notoriamente y pone en riesgo su futuro deportivo”, señaló Negro a El Esquiú. 


Cabe recordar que Estefano y Salette Nicola estuvieron entrenando en Catamarca bajo las órdenes de Héctor “Bochi” Sosa, técnico que condujo a Georgina Bardach en el logro de la medalla olímpica de bronce en Atenas 2004.


“Más allá de lo deportivo, que siempre es importante, lo más preocupante en mi caso es la gente que concurre a la pileta por prescripción médica. Hoy tenemos casi un 70% de personas que van diariamente para realizar tareas de rehabilitación por distintos problemas, además de otros grupos como el de matro-natación (natación para bebés) y aquagym, que recurren a esta actividad por razones de salud”, agregó Negro y señaló que todos los días recibe consultas de los usuarios sobre las posibles fechas de reapertura de la pileta. “La verdad es que no sé qué decirles, simplemente estamos pidiendo que las autoridades contemplen el requerimiento de este sector”.


“Nosotros, por nuestra parte, hemos presentado un protocolo sanitario y de seguridad para evitar todo tipo de riesgo, que incluye entre otras innumerables medidas la no utilización de las duchas. La idea es que la gente utilice la pileta, se cambie y se retire, evitando la permanencia y la sociabilización dentro del establecimiento. Estamos esperando una respuesta con el mayor de los respetos, no somos personas que estamos en contra de las medidas preventivas que se dispusieron tanto desde el Gobierno nacional como del Ejecutivo provincial, porque entendemos que priorizan la salud de todos y cada uno de nosotros. Lo que sí pedimos es que se estudie nuestro caso en particular, porque estamos convencidos de que los natatorios no son parte del problema, sino de la solución”, cerró Mauro Negro.

Razones
 

Además de lo señalado por la OMS, que afirma que dentro del agua de una piscina que cuente con los controles necesarios no se produce el contagio del COVID 19, hay otros organismos que se expresaron favorablemente sobre el reinicio de esta actividad. Entre ellos, los Centros de Control y Prevención de Enfermedades (CDC) del Departamento de Salud y Servicios Humanos de EE.UU descartan que las piscinas sean un medio propicio para la transmisión del virus. “No hay evidencia de que COVID-19 pueda propagarse a los humanos a través del uso de piscinas, jacuzzis o balnearios, o áreas de juego acuáticas. El funcionamiento, mantenimiento y desinfección adecuados (por ejemplo, con cloro) deberían inactivar el virus que causa COVID-19”, señaló un informe publicado en abril pasado. 


En igual sentido, el Grupo de Asesoramiento y Tratamiento de Agua de Piscinas (Pool Water Treatment Advisor Group), una organización de membrecía no comercial, independiente y con sede en el Reino Unido, que se dedica a elevar los estándares en el tratamiento de aguas de natatorios, señaló que según sus verificaciones “el agua y el cloro que hay dentro de las piscinas evitan la propagación del virus”. Asimismo, el organismo anima a los responsables de las piscinas a que implementen otras medidas de higiene para garantizar la seguridad de los nadadores.


Por su parte, Sergio Saracco, director del Observatorio de Salud Pública y Problemáticas de Consumo de la Universidad Nacional de Cuyo, aseguró al ser consultado sobre el tema que “el riesgo de contagio está en la sociabilización y no en la pileta propiamente dicha”.


 “Si bien el coronavirus se transmite por las secreciones que emite una persona, la cantidad de cloro que tienen las piletas elimina el virus. Según evidencias de Europa y Estados Unidos, la mayor cantidad de contagios se dieron en el antes y el después de nadar, por la sociabilización”, aseguró Saracco, en una entrevista que publicó el diario Los Andes, de Mendoza, el 5 de agosto pasado.


En la oportunidad Saracco sostuvo que, si las piletas tienen la medida de cloro indicada, no hay riesgo de transmisión del COVID-19: “Este virus es muy débil ante el hipoclorito de sodio (cloro o lavandina), por eso es importante que las piletas tengan las proporciones que corresponden para darle seguridad a los usuarios”. En ese sentido, añadió que las piletas techadas cuentan con ventaja, ya que eso “también ayuda a que la cloración del agua dure más tiempo”.n
 

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Comentarios

29/9/2020 | 13:05
#149006
Inexplicable el criterio de no abrir los Natatorios, que además de tener Riesgo Cero favorece la Salud de la Población, tan resentida por el aislamiento y encierro !!!! Mientras tanto bares y otras actividades seguramente con mas influencias pueden trabajar, siendo que son mucho mas riesgosos para la trasmisión del virus .........

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