Actualmente, Catamarca se encuentra en Etapa Amarilla, identificada como “Alerta Vigilancia Epidemiológica”, debido al incremento de los casos positivos de COVID-19 que se registran en las últimas semanas.

De estos casos, un gran porcentaje son personas jóvenes, quienes si bien transcurren la enfermedad sin complicaciones, viven o tienen contacto con adultos mayores o personas con comorbilidades, que representan a la población de mayor riesgo.

Al respecto, Alejandro Santillán Iturres, miembro del COE Salud, explicó que “en Catamarca estamos viviendo la primera ola de la enfermedad, lo que ya pasaron en el hemisferio norte y las provincias vecinas en los meses previos. Para evitar lo que vivieron nuestras provincias vecinas, con centenas de personas fallecidas, es importante extremar los cuidados evitando las reuniones sociales, los contactos estrechos -estar a menos de 2 metros por más de 15 minutos con personas que no sean convivientes-, y deben tomar mucha conciencia aquellas personas jóvenes que viven en hogares transgeneracionales, hogares donde vive una persona joven de 20 años con una persona de más de 60 o 70 años, que son los más vulnerables para tener complicaciones y muerte por COVID-19”.

“Es muy importante que la población en general, especialmente los jóvenes que tienen mayor actividad social, tomen conciencia de estos cuidados, manteniendo las recomendaciones que se hicieron desde el inicio de la pandemia: el lavado de manos, el tapabocas y la distancia, principalmente la distancia evitando el contacto estrecho, que tiene que ver con darse un abrazo o un beso”, remarcó.

En las provincias más grandes de nuestro país como Buenos Aires, Córdoba, Santa Fe, donde están transcurriendo la segunda ola, se observó que la población joven es la que se infecta, atravesando cuadros leves de la enfermedad, pero que generan un impacto en la población adulta mayor a 60 años. “A medida que los casos se van acumulando en la base de la pirámide, que son los jóvenes, eso produce un efecto volcán que va a estallar en la cima, que son las personas más grandes, donde vamos a ver el impacto real de la pandemia: la internación de los pacientes graves y la muerte de estos pacientes mayores de edad y las personas comórbidas”, indicó Santillán Iturres.

Además de los adultos mayores, las personas con patologías crónicas son las que presentan mayores complicaciones ante la enfermedad.

El infectólogo hizo hincapié en que “la diabetes es la patología de mayor incidencia como patología concomitante en las personas menores de 60 años que se internan y fallecen. Este es otro punto a tener en cuenta, ya que la diabetes es la enfermedad crónica más frecuente que existe a nivel mundial. Se estima que el 10 por ciento de la población mundial tiene diabetes”.