Después de un año de ausencias por la pandemia, los alumnos del paraje El Tolar, escuela ubicada a más de 3 mil metros sobre el nivel del mar, donde los docentes suelen viajar hasta nueve horas en lomo de mula para dar clases reiniciarán el ciclo lectivo de forma presencial a partir del lunes.

Así lo confirmó la directora de la Escuela 474, Amalia Agüero, quien desde 2017 impulsa la campaña "Un camino para El Tolar" para lograr la construcción de una ruta que facilite a los estudiantes de la zona seguir una carrera.

Este jueves el mandatario provincial Raúl Jalil, recorrió la zona, siendo la primera vez en la historia que un gobernador llegaba al interior profundo, como le suelen llamar los catamarqueños.

A la escuela estatal situada al noroeste del departamento de Belén, asisten 34 alumnos de entre 4 y 16 años, que se dividen en nivel inicial, primario y ciclo básico secundario que viven en la zona y 6 docentes que tienen que viajar más de 9 horas a lomo de burro o caballo por ríos de piedra y cuestas para dar clases.

"El próximo lunes iniciamos el ciclo lectivo 2021. El año pasado debido a la pandemia fue casi un año perdido, primero porque la conectividad a internet no es buena, y segundo porque en la comunidad hay solo 3 o 4 celulares", contó la directora.

La docente explicó que la demora en el inicio del ciclo lectivo, que la provincia inició el 8 de marzo, se debió a la falta de agua potable en el establecimiento lo que impedía que el Comité de Emergencia de Catamarca habilite el protocolo de regreso a las aulas.

"En El Tolar no tenemos agua potable, directamente tomamos agua del río, la luz es con paneles solares y con el tema del protocolo por el coronavirus que exige el Comité Operativo de Emergencia (COE) de la provincia para la vuelta clases, como directora no me autorizaban el regreso a las aulas", explicó Agüero y resaltó entusiasmada que ahora "conseguimos la autorización del COE y el próximo lunes arrancamos".

El paraje El Tolar, donde vive una comunidad de 90 personas entre adultos y niños, se encuentra a casi 3.200 metros sobre el nivel del mar, rodeado de sierras y a casi 450 kilómetros de la capital catamarqueña.