Ante la situación epidemiológica
Sin la presencia de fieles se vivió la procesión en honor a la Virgen del Valle
Miles de devotos siguieron la transmisión de la ceremonia por las redes sociales.Por tercera vez consecutiva, las festividades marianas cerraron sin participación de peregrinos y a cambio de las tradicionales y multitudinarias ceremonias, sólo se realizó una procesión simbólica con autoridades, encabezadas por el gobernador Raúl Jalil y el intendente Gustavo Saadi.
También se llevó a cabo la Misa Solemne, en la última jornada de las fiestas en honor de Nuestra Madre del Valle, que fue presidida por el Pbro. Julio Murúa, Vicario General y concelebrada por sacerdotes del clero catamarqueño y algunos visitantes, con la presencia de fieles según lo permitido por el protocolo sanitario. El obispo diocesano, Mons. Luis Urbanc, quien se encuentra en aislamiento preventivo por caso de Covid 19 positivo en la sede episcopal, acompañó esta celebración eucarística a través de su homilía, que fue leída por el Pbro. Julio Murúa.
En la misma comenzó refiriéndose a la situación sanitaria que nuevamente obligó a celebrar a la Madre del Cielo, “no como nos hubiera gustado, pero sí como Dios ha permitido que sucediera”. Luego expresó: “Quedará grabada en nuestra memoria la atípica celebración, conmemorando los 130 años de la Coronación Pontificia de esta sagrada imagen, que se nos viene haciendo esquiva, por tercera vez consecutiva, para venerarla y contemplarla de cerca, confiándole, a través de ella, a nuestra Madre Santísima todas las vivencias alegres, tristes y dolorosas, que hacen a nuestro peregrinar hacia la Morada Eterna”.
Una ceremonia diferente, con la esperanza de que la próxima pueda participar el pueblo.