La Lic. Laura Oyarzabal, una de las kinesiólogas del Hospital “Carlos G. Malbrán”, brindó una entrevista a El Esquiú Play y dio detalles sobre la experiencia de asistir a pacientes con Covid-19. La profesional de la salud comentó que tuvieron muchos casos de personas que no habían estado internadas anteriormente. Luego, Oyarzabal dijo para estos pacientes “es desesperante sentir que no pueden respirar”. La kinesióloga también mencionó que para ellos es desesperante sentir que como profesionales ya no pueden hacer nada por la persona se encuentra cursando la enfermedad.

“Muchos no han estado ni siquiera internados y de repente ser internados, sentir que no pueden respirar, es desesperante (para los pacientes). Y muchas veces es desesperante para nosotros también como profesionales sentir que no podemos hacer nada, sentir que al paciente le damos todo y no podemos mejorar eso. Se transforma en impotencia, siempre tratamos de quedarnos con la calma y la paz interior de que uno da todo. Pero es una impotencia en relación a lo personal y a lo profesional el no poder tener algo más para hacer”, reveló Oyarzabal.

La kinesióloga señaló que en las terapias intensivas se acostumbran a trabajar “de mano de la muerte, uno ya la toma como una compañera, pero lamentablemente hay casos que duelen”. 

En otro instante de la entrevista, Oyarzabal dijo que actualmente “está muriendo mucha gente joven, cambiaron las edades. Antes teníamos gente mucho mayor. No estamos acostumbrados a ese reloj antibiológico y ver eso, ver el dolor de la familia, son muchas cosas que uno tiene que ponerse fuerte o hacerse fuerte y seguir. Cada vez que vemos la cantidad de números y contagios, a nosotros nos angustia sobremanera porque sabemos que eso todavía no termina y sigue. Es bastante duro”.

Diferentes cuadros 

Oyarzabal marcó que hay diferencias en los cuadros que presentan los pacientes este año en relación con los que observaron el año pasado. 

“Parece una cepa que vino recargada, que vino mucho más fuerte. Son pacientes que hoy no nos dan tiempo. Hay que actuar muy rápido, no podemos esperar a ver cómo evoluciona porque realmente la injuria pulmonar que desarrolla este virus es terrible y en muy poquito tiempo hace un daño que se torna irreversible. Es una falla multisistémica, multiorgánica que no solo afecta a los pulmones. Lamentablemente muchas veces es irreversible y en un tiempo récord. Eso sí se ha notado otro tipo de pacientes que teníamos el año pasado, que los trabajábamos con técnicas totalmente distintas y nos empezamos a dar cuenta de que no nos alcanzaba, necesitábamos más”, narró.

Kinesiología, un pilar fundamental

Oyarzabal hizo énfasis en que “el área de kinesiología es un pilar, se ha convertido en un pilar fundamental en esta pandemia. Somos de los que estamos ahí cuando justamente el paciente está en un estado crítico y entra en una fase muy complicada, que es justamente esa condición que llamamos de asfixia, de sentir esa dificultad para respirar, donde el paciente está muy ansioso, muy nervioso”.

La especialista explicó que el servicio que brindan en el Malbrán consta de dos partes. “Un servicio está abocado más a lo que es una terapia intermedia, que es cuando ingresa el paciente. Y si el paciente puede respirar por sí solo, ellos reeducan esa parte con ejercicios respiratorios que por ahí, y gratificantemente, no llegan a la UTI (Unidad de Terapia Intensiva). Y el paciente no requiere ser intubado o implementar alguna herramienta técnica de ventilación soporte”, dijo Oyarzabal en referencia a la primera etapa. 

Luego, la kinesióloga mencionó que, en caso de que la situación del paciente sea más compleja, “pasa a una terapia intensiva que ahí kinesiología tiene que estar desde el momento que ingresa, hacer una ventilación mecánica no invasiva. Estar al lado del paciente, tranquilizar, es fundamental que el paciente esté tranquilo. Imaginémonos que cualquiera de nosotros un poquito que no puede respirar o nos atragantamos con algo, nos ponemos muy nerviosos. La sensación de asfixia debe ser una condición de las más traumáticas de soportar. Tratamos con todo el equipo de estar desde el minuto cero”. 

“Jamás dejamos a un paciente solo” 

Oyarzabal resaltó que aunque esté presente el cansancio en el personal, no dejaron a ningún paciente solo mientras cursaba la enfermedad. “Creo que el recurso humano en calidad humana está dejando todo, con mucho cansancio también porque todos tienen una vida afuera (del hospital), como todos. Y la verdad que es agotador, pero asimismo, con el cansancio que se tiene, jamás dejamos a un paciente solo. Siempre estamos ahí. Es un trabajo en conjunto con enfermería, que es un pilar fundamental. Enfermería tiene un rol que es increíble. Los médicos lo mismo. El apoyo de los médicos es clave porque nos dan la libertad de actuar o nos dicen por dónde ir. Es un trabajo en conjunto con todos”, cerró.