Un grupo de “Padres Organizados” de Catamarca piden que el gobierno habilite las clases presenciales en la provincia.

La Psicología y representante de la red federal, Natalia Godoy, se refirió al pedido que vienen haciendo los padres desde el año pasado cuando iniciaron las restricciones por la pandemia y el cese de actividades en los establecimientos educativos.

La profesional dijo que en Catamarca “no se entiende el criterio” que llevó al cierre de las escuelas.

“La verdad es muy preocupante que en este criterio esté incluida la educación. Sabemos que no se han suspendido las clases sino que se ha continuado con la modalidad virtual desde el 16 abril, que corresponde con el último DNU presidencial, decisión que fue avalada por Catamarca”, recordó. También es cierto que estamos entre los lugares del país que tenemos mayor suspensión de clases presenciales y es preocupante que así sea”, declaró la profesional a medios radiales.

Aunque en la provincia hay pocos seguidores, Godoy explicó que esta organización está siendo apoyada por el colegio de psicólogos, fonoaudiólogos,  psicopedagogos y la filial de la sociedad de pediatría en Catamarca, entre otras organizaciones nacionales que “recomiendan fuertemente la presencialidad”.

“Se sabe que por los estudios que se vienen hacen desde el año pasado que las escuelas no son lugares de contagios y que los niños no son grandes transmisores de contagios, desde ese lugar se retornó la presencialidad, ahora está en casi todo el país pero es algo que se hizo en el mundo”, indicó.

En ese sentido agregó que no piden una presencialidad sin protocolo, pero no la suspensión total de las clases.

Asimismo, expresó que “la solicitada responde a la inquietud de que no se nos comunique  como padres, alumnos y miembros de que no se nos diga cómo va a ser el plan a seguir o en base a que está planteado este criterio de suspender la presencialidad”.

“El daño va a ser enorme y no va a ser fácilmente reparable a lo largo de los años, mientras que otros están hablando de indicadores que alarman mucho. Ya se sabe del alto nivel de deserción escolar y el daño emocional que es imposible cuantificar ahora”, advirtió.