La discapacidad auditiva dificulta la situación de quienes integran el grupo de enfermedades no transmisibles, ya que es una enfermedad permanente. Desde esta dirección se incentivó en el actual contexto, donde el uso de barbijo es transversal; a garantizar la comunicación e inclusión de personas con dificultades auditivas en la sociedad.

En este tiempo de pandemia, comunicarse es un desafío mayor para quienes sufren disminución auditiva, es por ello que el uso universal del barbijo facilita el reconocimiento oral y facial de los gestos y expresiones de las personas, facilitando tareas de cotidianidad como ir a un supermercado, centro de salud o trabajo.

Desde la Dirección de Enfermedades Crónicas reconocieron la existencia de casos de gente con disminución auditiva que, por ejemplo, tuvieron problemas en controles policiales, comercios o farmacias  por no poder leer los labios.

El proyecto, que ya cuenta con la resolución ministerial, no fomenta el uso permanente del mismo, pero busca garantizar que, ante la presencia de personas con dificultad auditiva, quienes tengan la tarea de atender al público cuenten con las herramientas para facilitar la comunicación.

Los barbijos transparentes están realizados con nailon o acetato, rodeados de tela para facilitar la adherencia al rostro, son de fácil confección, fácil lavado y desinfección y pueden variar en sus modelos y tamaños.

En ese sentido, desde la dirección de Enfermedades Crónicas no Transmisibles se presentó el proyecto “Barbijos Transparentes, Inclusión de Personas Hipoacusias y Sordas a la Sociedad en tiempo de Pandemia”.

El mencionado proyecto presentado tiene como objetivo el de incentivar esta medida, primeramente en el ministerio de Salud y hospitales, para luego implementarla en bancos y otras instituciones públicas.