Este martes, los catamarqueños estamos de feriado, un feriado embebido de connotaciones religiosas: el “Día del Milagro”.

En diciembre de 2017, luego de pasar por las cámaras de Diputados y Senadores, nuestros representantes decidieron que todos los años se debe celebrar el día del Milagro “en agradecimiento a nuestra Madre Protectora, la Virgen del Valle” por su bendición durante el movimiento sísmico más importante que haya ocurrido en la provincia.

Aquella jornada del año 2004, siendo las 8.53, un terremoto de 6,5 grados en la escala de Ritcher sacudió el valle central y se extendió en 14 provincias, sin que se registren fatalidades directas ni daños de magnitud.

El articulado de la ley indica señala que cada 7 de septiembre, se debe coordinar la celebración con el Obispado Provincial para “renovar el agradecimiento de todos y cada uno de los devotos catamarqueños a nuestra Madre Morena”.

Además, deben añadirse dichos acontecimientos a la currícula escolar de los diferentes niveles de enseñanza. Es decir que, aún en escuelas pública donde debería haber una enseñanza laica, por ley (Ley Nº 5525 – Decreto Nº 1699) hay que explicarle a chicos y jóvenes, que hace muchos años hubo un temblor y no pasó nada por obra y gracia de la Virgen. El Obispo Luis Urbanc, celebró este artículo en una conferencia de prensa alusiva: "para que los niños conozcan que la Santísima Virgen María ha intervenido a favor del pueblo catamarqueño aquel día. Esto es muy bueno, porque así vamos a hacer memoria de las intervenciones de Dios en nuestra historia y que esto se perpetúe en el tiempo".

El proyecto fue elaborado por el senador Oscar Vera, quien dio a entender que no era suficiente con que los católicos elevaran una plegaria en agradecimiento, sino que además debían ausentarse de sus lugares de trabajo a tal fin. La aprobación salió “por un tubo” sin que nadie le haga cuestionamientos y recién el año pasado hubo críticas a la iniciativa, cuando el día milagroso cayó viernes y otorgó un feriado largo principalmente a la administración pública.