Tiempos de pandemia

“Detrás de los barbijos”, un libro de historias sobre el personal de salud

La obra reúne testimonios y vivencias de trabajadores sanitarios y también de pacientes.
domingo, 23 de enero de 2022 01:47
domingo, 23 de enero de 2022 01:47

El médico José María Malvido, la médica Eugenia Traverso Vior y la periodista Celeste del Bianco escribieron “Detrás de los barbijos”, el libro publicado por la editorial Marea que narra vivencias de los trabajadores de la salud durante la pandemia de coronavirus.


Malvido inició este camino en 2020. Redactó crónicas sobre lo que experimentaba diariamente en el Hospital Dr. Alberto Balestrini, de Buenos Aires, donde presta servicio. Las publicó –y lo sigue haciendo– en la cuenta de Instargam @detrasdelosbarbijos.

Traverso Vior, por su parte, se encargaba de registrar las imágenes del día a día.


Con el paso de los días, esas crónicas comenzaron a publicarse en un medio digital. Uno reconocido periodista de ese medio le sugirió a Malvido que esos textos se podrían transformar en un libro. 


“Los periodistas en principio te consultaban más a manera de fuente hasta que, contando lo que uno va viviendo, que era la parte de atrás que todavía no se veía, que tenía que ver con la precuela, ahí (el periodista) Julio Leiva me plantea a mí ‘empezá a escribir que cuando termine la pandemia, es un libro’. Desde mi lado era escribir lo que pasaba, sea descriptivo como emocional” “describir lo que pasaba tratando de correr lo emocional o al menos, contando lo emocional vinculando lo que pasaba”, comentó Malvido a El Esquiú.com.


Traverso Vior, por su parte, también empezó a relatar lo que ocurría en el hospital.


“Básicamente yo hablaba de situaciones que vivía en el hospital. A veces contaba cuestiones personales. Pero específicamente cuento historias de los pacientes que estaban internados. No son todos golpes bajos porque hay situaciones que terminaron bien y que son reconfortantes, y que son las que también nos daban un poco de esperanza y de fuerza. Pero en medio de todo lo que vivimos, era muy desesperanzador el panorama. En la primera ola con los pacientes mayores y la segunda ola con los pacientes más jóvenes. Nos angustiaba más porque eran más jóvenes, porque ya veníamos de un año entero con la carga de todo esto del virus. Fue muy agotadora la segunda hora”, selañó Traverso Vior a este medio.


Del Bianco, quien sumó testimonios de trabajadores de la salud a este proyecto, destacó que “a medida que iba haciendo las entrevistas, notaba que había un montón de cosas que sucedían adentro de los establecimientos de salud que nosotros no teníamos en cuenta en general, la sociedad en general. Me pareció que tenía que mostrar eso, visibilizarlo a través de la herramienta que yo tengo: mi trabajo en la radio o en el diario. Había agotamiento físico, pero también agotamiento mental porque muchas personas en los testimonios cuentan todos los problemas que le trajo. Desde insomnio hasta ansiedad, angustia. En otros casos más grave, ataques de pánico que implicaron que dejen sus trabajos. Consideré que eso tenía que mostrarse”.


Malvido mencionó que en el día a día “rescatamos historias de un pasillo que son graciosas, hasta muchas situaciones que salen bien. No necesariamente es un libro trágico. Nos sirvió, de alguna manera, (para) reflejar esas historias cercanas. Tenía la repercusión de ir a la lavandería y ver que en la lavandería la gente no daba abasto y estaba laburando igual que vos. Y esa persona no tenía la voz que vos tenías de que te llame una periodista o de poder contarla en un sitio. De alguna manera, además de soltar nosotros, nos servía para lo que otro soltaba también poderlo expresar. A mí me enorgullece poder haberle puesto historias a la gente que no tiene habitualmente visibilidad en la salud pública. Eso me parece que está bueno”.


En este sentido, Traverso Vior agregó que “hay historias que no solamente son de pacientes o de nosotros, sino también contar qué es el personal de salud porque uno dice personal de salud y piensa en los médicos, clínicos, los terapistas, kinesiólogos, los enfermeros. Y en la pandemia trabajamos en grupo y con personal de salud, de limpieza, de mantenimiento, gente de laboratorio, servicio social, los administrativos. Hay historias que cuentan lo que le pasó a ellos también. En los medios salimos nosotros (por los médicos), salen los enfermeros, los kinesiólogos, pero nadie llama al que tiene que llevar la comida y, al principio, no sabía entrar y dejársela en la puerta o entrar y llevársela a la mesa, o dejarla en la puerta afuera y salir corriendo”.


En tanto, del Bianco reveló que todos los testimonios la impactaron. “Después de cada entrevista me quedaba pensando. En algunos casos lloré. Se escuchaba gente realmente rota en algunos casos, sobre todo en la segunda ola donde la mayoría lloraba.

Te contaban situaciones que veían que a ellos les generaba mucho dolor. Te contaban cómo en 10 minutos una cama se liberaba con una persona que se murió y enseguida la limpiaban, la reacondiconaban y en 10 minutos ya estaban poniendo una persona que necesitaba la cama. Todo eso les genera un impacto a nivel mental porque, si bien están preparados para trabajar con la muerte, no con personas tan jóvenes y en tan poco tiempo”, cerro.

Algunos testimonios del libro

En la entrevista con este diario, Traverso Vior y del Bianco recordaron algunos de los testimonios que obtuvieron de los trabajadores de la salud y de un paciente.


 Traverso Vior destacó que atendió a un paciente que había estado internado en terapia por varios meses. “Había entrado en noviembre, diciembre de 2019. Entonces, como lo extuban y empieza a recobrar la conciencia, lo pasan a sala de internación y le tenía que contar al paciente lo que había pasado en los últimos seis meses y me miraba como diciendo ‘¿de qué me estás hablando?’. (Le decía) te juro que pasó esto. Me re acuerdo de esa secuencia porque llegaba y decía ‘te cuento como están las cosas: seguimos con el virus mundial y la pandemia’. Y me miraba como diciendo ‘no entiendo lo que está pasando’”, dijo la médica.


Del Bianco rescató un testimonio de una enfermera en Córdoba que “decía el Covid se estaba llevando su vida porque había cambiado mucho, que ya no se reconocía en el espejo, que ya no era ella porque le había cambiado su fisonomía, su pelo, sus ojos, su peso. Sin embargo, seguía levantándose porque tenía un compromiso y era lo que había elegido hacer en la vida”.


Además, rememoró otro de una trabajadora del servicio de limpieza a la que “le impactaba mucho ver la soledad del paciente porque ahí (en el centro de salud) no había teléfono ni nada. Era una población muy pobre, y quizás no tenían teléfono para comunicarse con sus familiares. Ella cuenta que al principio le daba miedo prestar su teléfono, pero después empezó a prestar su teléfono a los pacientes para que se comuniquen con los familiares”.

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