Los médicos pediatras del hospital de niños “Eva Perón” que se encuentran en asamblea permanente en reclamo ante los bajos salarios, sumado a la escasez de médicos especialistas en pediatría, emitieron un nuevo comunicado a horas de reunirse con la ministra de Trabajo, Planificación y Recursos Humanos, Verónica Soria, y la ministra de Salud, Manuela Ávila.
Mediante el comunicado los pediatras subrayan que “la pediatría está en crisis, fruto de una mala gestión durante muchos años”.
Cabe destacar que los pediatras piden una solución inmediata a sus reclamos. 

Con el título de “los pediatras estamos en vías de extinción”, enumeran mediante el comunicado los puntos en conflicto: Sobrecarga de trabajo; Presión asistencial; Escaso reconocimiento al esfuerzo extra, profesional y académico; Sueldos menores que otras especialidades; Falta de profesionales para sustituir y para cubrir el recambio generacional, falta previsión organizativa y falta sensibilidad y voluntad por parte de la Administración para buscar soluciones.

En ese sentido, afirman que “la pediatría está en crisis, fruto de una mala gestión durante muchos años. No hay suficientes residentes que hagan la Carrera de Pediatría y de esos últimamente casi ninguno quiere como opción laboral los centros de salud”.

“La atención al paciente en edad pediátrica por parte de pediatras se ha demostrado más eficiente y económica, demostrando la mayor eficacia del sistema basado en Pediatría. La prescripción de antibióticos, la indicación de pruebas diagnósticas, manejo de infecciones, del asma, diversas alteraciones psicopatológicas, las ciberadicciones, las alteraciones del sueño, el abuso sexual, las vacunas, obesidad, el control de niño sano, como la realización de actividades preventivas, se ha demostrado que su manejo es mejor y más eficiente en coste económico cuando está en manos de los pediatras, gastando menos dinero en sumas absolutas y como porcentaje de su PIB”, subrayan.

En esa línea, agregan que “a la administración sanitaria se le dificulta encontrar pediatras que permitan cubrir las bajas y vacantes o atender de forma solvente las situaciones de exceso de demanda asistencial, lo que impide a su vez garantizar un derecho básico como es que los padres puedan elegir libremente un pediatra entre los existentes en la misma ciudad. Parece como si estuviésemos ante una pérdida sobrevenida de vocaciones”.

“No faltan vocaciones, sino una adecuada gestión de los recursos. Mucho se habla de que el principal activo del sistema sanitario son los excedentes profesionales que en él trabajan, pero el trato dispensado contradice esa consideración. Así cada vez nos encontraremos con menos pediatras disponibles y con más pediatras desmotivados”, aseguran.

También, los pediatras señalan que “la salud de la población infantil es muy importante porque asegura un mejor estado de salud en la edad adulta, lo que a la larga supone un menor coste económico y una mejor calidad de vida de la población. Debería ser una prioridad para los responsables de los sistemas de salud de cualquier país hacer los esfuerzos necesarios para mantener la figura del pediatra. Además, implica un importante ahorro económico y de recursos sanitarios, somos un bien escaso porque es una de las especialidades que más falta de profesionales tiene”.

“Los pediatras tienen una pérdida de vocación. Falso. Los pediatras tenemos vocación, lo que falta es una adecuada gestión de recursos. El principal activo del sistema de salud son sus profesionales, pero el trato recibido y las condiciones laborales contravienen con nuestra vocación y compromiso. No cambiar esa práctica resultará en menos pediatras disponibles, más pediatras desmotivados y menos médicos entrando a residencias de pediatría”, apuntan.

Por último, expresan que “la solución comienza por proveer mejores condiciones profesionales, provean una mayor retribución a los profesionales de la salud y trabajar para evitar una crisis prevenible. Somos los responsables de atender las necesidades de salud de los niños y los adolescentes. Estamos listos para defender nuestros derechos y que la salud y atención de la población pediátrica esté garantizada. El momento de prevenir es ahora, evitemos tener que remediar en el futuro. El Gobierno puede contar con nosotros. Actuemos juntos, la solución comienza por proveer mejores condiciones profesionales y una mejor y justa retribución”.