Debido al ritmo de vida que llevamos, muchas veces no contamos con el tiempo necesario para programar una alimentación consciente y saludable, entonces, lo que encontramos en la alacena es lo que termina convirtiéndose en nuestro alimento del día. Es por esto que es tan importante abastecerlas de manera inteligente para contar con los ingredientes necesarios a la hora de cocinar.

Esto es lo que no te puede faltar:

            Sal Marina/Sal de roca (De los Andes o rosada del  Himalaya)

Es muy conveniente decirle adiós a la sal común de nuestras mesas y darle entrada a  nuestra alacena a estas opciones más saludables. Por ser naturales e íntegras, nos aportarán minerales y oligoelementos en proporciones equilibradas según nuestras necesidades corporales.

            Azúcar integral: El azúcar es el endulzante más usado, pero la refinada común de cristales blancos no es la ideal, tenemos una opción más saludable. El azúcar integral es más natural, tiene nutrientes, es mejor asimilada por nuestro cuerpo y no tiene aditivos químicos.            

            Miel:

La miel pura es un endulzante natural que debe utilizarse en pequeñas cantidades. Lo ideal es elegir miel de apicultores zonales y responsables en su labor para asegurarnos un producto genuino.

            Estevia:

La estevia sin refinar o idealmente en hojas, es el único edulcorante natural que podemos utilizar sin riesgos comprobados.  

            Hierbas arómaticas y especias :

Son una excelente opción para saborizar nuestras preparaciones. Cada una de ellas tiene sus beneficios, y con todas, la recomendación es no abusar. Utilizarlas de a una a la vez para conocer el sabor y aroma que le dan a nuestros platos. Las más utilizadas son: cúrcuma, orégano, albahaca, romero, salvia, tomillo, pimentón molido, ajo en polvo, jengibre, pimienta, cardamomo, canela, comino, curry, nuez moscada.

            Aceites de presión en frio:

Un paso muy importante es empezar a utilizar aceites genuinos sin refinar y sin recalentar. Podemos elegir aceites de oliva, girasol, lino, sésamo y coco. Entre estas opciones, para utilizar en una cocción es recomendable el aceite de coco, y como segunda opción, el de oliva. Para nuestras ensaladas diarias el aceite de oliva, lino y girasol, de producción no industrial, son buenas opciones.

            Vinagre de manzana:

Lo más conveniente es el uso de limón en tus ensaladas y preparados; y como segunda opción, el vinagre de sidra de manzana de elaboración artesanal idealmente.

            Frutos secos:

Son indispensables para una alimentación más sana; además de proveer proteínas y grasas saludables, cada uno de ellos aportan vitaminas y minerales muy necesarios para nuestro cuerpo. Podemos elegir para un comienzo entre las siguientes opciones: nueces, almendras, castañas de cajú, avellanas, etc.

            Frutas desecadas:

Son una excelente opción en las zonas donde no abundan las frutas frescas durante todo el año. Pueden consumirse solas o en preparaciones ya que son fuente de azúcares naturales. Algunas de ellas son las pasas uvas, higos secos, orejones de durazno, peras, manzanas desecadas, dátiles, etc.

            Semillas:

Es otra presencia infaltable en una alacena saludable. Son ricas nutricionalmente y le aportan vitalidad a nuestros platos. Se pueden comer crudas activadas (idealmente), o se pueden moler o tostar como opción ocasional. Algunas de las semillas para incorporar en un inicio a nuestra alacena son: lino, sésamo, girasol; posteriormente podrás sumarle chía, calabaza, amapola. Cada una de ellas nos aportan diferentes beneficios.

            Cereales integrales:

Son aquellas semillas que requieren de su germinación, fermentación, remojo y cocción para poder ser utilizados como alimentos. Existe una gran variedad y te recomendamos que sean integrales, en granos o harinas y de origen agroecológico idealmente. Para iniciar tu alacena considera: mijo, avena, arroz integral, maíz, trigo entero o harina integral, quinoa (seudocereal). Éstos alimentos, en su versión integral, aportan fibras, minerales, vitaminas y proteínas.                                           

               Legumbres:

Son fuente importante de proteínas. Existe una gran variedad de ellas, y en todas es especialmente importante su correcta preparación para evitar su mala digestión. Entre ellas: lentejas, arvejas, porotos, garbanzos, maní, soja, etc. Te sugerimos comprar semillas no modificadas genéticamente y que idealmente sean de producción  agroecológica.

            Yerba mate agroecólogica, café y otras infusiones:

No hay dudas de que la yerba mate, el café y el té son parte de nuestra alacena tradicional: más allá del uso a discreción de las mismas, sugerimos que elijas una yerba mate sin pesticidas, de producción agroecólogica. Lo mismo para el café y las diferentes variedades de té y de hierbas .