Durante la mañana de ayer, causó profundo pesar la noticia del fallecimiento del doctor Alejandro Ovejero quien era un reconocido medico ginecólogo de la provincia llevando a cabo su loable labor en el instituto Igom. 

Luego de conocida la noticia, las redes se llenaron de mensajes de pesar por parte de la comunidad catamarqueña.
Egresado de la Universidad Nacional de Córdoba, realizó su Residencia médica en Ginecología y Obstetricia en el Hospital Misericordia, de la misma ciudad. 

De regreso a su Catamarca, llevó a cabo una incansable labor en el Instituto IGOM, donde desarrolló con creces su especialidad, dejando “huérfanas” a tantas pacientes que lo seguían casi con “devoción”, por su gran contención profesional y humana. 
“Recordado por sus virtudes en el deporte, la caza, la pesca, como también de tantas anécdotas que lo tenían siempre como verdadero protagonista”, señalaba el comunicado por parte de la Comisión Directiva del Circulo Médico, expresando además que “no podemos asimilar su partida, desde donde esté cuidará, sin dudas, del preciado tesoro que forjó: su hermosa familia”.
Por su parte, el Colegio Médico de Catamarca publicó sentidas palabras expresando el profundo pesar por su fallecimiento.
“La noticia del súbito fallecimiento de nuestro medico colegiado y amigo, Héctor Alejandro Ovejero M.P 1506 ha sumido a la Comunidad Médica en una profunda tristeza. Conocido desde su juventud, su amor al deporte, que es el legado de toda su familia, además de su dedicación y excelencia en su especialidad, la ginecología, Alejandro Ovejero se destacó no solo por sus habilidades médicas, sino también por su gran calidad humana”, expresaron.

También, el comunicado señala que “su empatía innata y la capacidad de transmitir siempre una sonrisa y mirada positiva lo convirtieron en un referente para sus pacientes y colegas. No solo era un médico comprometido, sino también un esposo y padre dedicado, presente, su prioridad siempre la familia, lo cual añade un componente más que especial para nosotros a esta pérdida”.
“La sorpresa y parálisis que se siente en la sociedad hoy reflejan la magnitud de esta pérdida, su ausencia la percibimos como como un vacío irreparable. No puede cabernos más dolor en este momento, estamos atónitos, en la quietud del duelo recordaremos su luz y nos aferraremos a la esperanza de la paz y la bondad que el personificaba. Tu sonrisa franca y amigable y tu ejemplo de trabajo incansable nos van a guiar, Ale tu pérdida es un golpazo para nuestra Comunidad Médica, ojalá nos guíes para que honremos correctamente tu legado amigo, descansá. La guardia terminó”, concluyen.