Ayer, un grupo de padres de “Manos solidarias” y “Papás unidos” marchó desde la plaza 25 de Agosto a la plaza 25 de Mayo pidiendo que se cumpla la Ley de Inclusión en las escuelas.

En diálogo con El Esquiú Play, Marisol, una de las mamás, comentó: “Pedimos respuesta permanentemente, que se cumpla la ley inclusiva en las instituciones educativas. Pedimos que se exija a los docentes, directivos y los que trabajan en educación para que sea posible esta ley. Muchas de las respuestas que recibimos cuando llegamos con un chico con discapacidad o alguna condición es que ellos no pueden, que no saben cómo manejarlo”.

De la movilización, con la que buscan visibilizar las complicaciones que deben atravesar para encontrar una escuela para sus hijos, participaron madres y padres con diferentes situaciones. Una de las madres comentó a El Esquiú Play que debió ir por 15 escuelas hasta encontrar una en la que recibieron a su hijo que padece TDHA. 

Otro de los papás se refirió a los obstáculos que afrontan: “Las maestras integradoras usan a nuestros hijos de rehenes. Primero los reciben y después exigen que les paguen en nomenclador nacional, que es 16 mil pesos, mientras que OSEP les paga 8 mil.

Después cedió y les pagaron los 16 mil pesos. Después de eso nos dicen que no se cubre con la cantidad de horas y terminábamos pagándoles 50 mil pesos y muchas veces tuvimos que renunciar a las maestras integradoras porque no podemos afrontar ese monto”.

La capacitación en los docentes es otro de los requerimientos que realizaron los papás que se movilizaron. En este sentido, explicaron: “El compromiso de capacitarse en cómo tratar a los niños con discapacidad es diverso, por eso es que pedimos que sea obligatorio. En las escuelas públicas hay mucha más predisposición que en las privadas”.