Vecinos de la localidad de Aconquija, departamento Andalgalá, realizaron una denuncia ante las autoridades de la comisaría local, afirmando que utilizan sustancias agrotóxicas y contaminantes que ponen en riesgo su salud física. 

El abogado de la familia, Humberto Galíndez, comentó a El Esquiú.com que los habitantes de Aconquija realizaron la denuncia en la Comisaría de Aconquija y luego realizaron la denuncia penal ante el fiscal penal de la Segunda Circunscripción Judicial-Andalgalá, Martín Camps.

“El fiscal recepcionó la denuncia que realizaron los pobladores y mañana mismo (por hoy), él disponía del envío de una comisión policial in situ para que corrobore los hechos que los vecinos están denunciando”, explicó el letrado y añadió que el fiscal “dispuso que esta operación se efectivice a través de la disposición de efectivos policiales, para corroborar lo que está pasando”. 

Los habitantes expresaron su preocupación ante una serie de problemas de salud que vienen experimentando como consecuencia, según sostienen, de la fumigación sin controles de los campos paperos en esa localidad, por parte de agricultores tucumanos. 

Una de las familias, de apellido Rojas, comenzó a sufrir consecuencias en su salud, coincidentemente con el comienzo de las fumigaciones en los campos que están pegados a sus viviendas, en zonas donde viven más de 30 familias e incluso a metros de una escuela de periodo especial, por lo cual los niños están en plena actividad escolar. 

Carlos Rojas, profesor y vecino de la zona, difundió una filmación del campo aledaño a su vivienda, donde se puede observar a trabajadores realizando tareas de fumigación con un tractor y un tanque cisterna a menos de 100 metros de su casa, ubicada en la zona del barrio Alumbrera.

Según expresó Rojas, desde que comenzaron con los ciclos de fumigación cada cinco días, los miembros de su familia comenzaron con problemas de salud, como vómitos, diarreas, dolor de cabeza, “chuchos” de frío y temen que se deba a los productos químicos con los que están fumigando. 

Según las consultas que realizaron con especialistas, sospechan que se esté utilizando “un tipo de herbicida fosforado, que está prohibida su aplicación por la ley de agroquímicos de la Provincia, que además prohíbe la utilización de cualquier tipo de pesticidas a menos de 100 metros de cada familia”.